Situado en lo alto de la colina más alta de Lisboa, el
Castillo de San Jorge domina toda la ciudad y ofrece unas vistas panorámicas
espectaculares sobre los tejados, el río Tajo y el Puente 25 de Abril. Sus
murallas han sido testigo de más de ocho siglos de acontecimientos.
El primer asentamiento fortificado en esta colina data de la época visigoda y musulmana, pero fue en 1147, tras la conquista de Lisboa por el primer rey de Portugal, Afonso Henriques, cuando el castillo adquirió su importancia estratégica como fortaleza real. Durante siglos, sirvió como residencia de los reyes portugueses y como punto defensivo contra invasiones.
El castillo debe su nombre a San Jorge, patrón de los caballeros y símbolo de la lucha cristiana, al que fue dedicado en el siglo XIV. Aunque ha sufrido diversas transformaciones (especialmente tras el terremoto de 1755) hoy se conservan las murallas medievales, torres, patios y restos arqueológicos importantes vestigios fenicios, musulmanes y medievales.
Caminar por las almenas y subir a las torres te permiten obtener las mejores vistas de Lisboa, y disfrutar de los jardines poblados por pavos reales que dan un aire pintoresco al lugar.
El castillo se encuentra en el barrio de Alfama, uno de los más antiguos y con más encanto de Lisboa. Llegar hasta allí implica subir cuestas y callejuelas empedradas, o disfrutar del tranvía como si fuera una atracción de feria.
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