Almazán es el segundo término
municipal más poblado de la provincia y su nombre deriva del árabe, (al-maḥṣan)
“el fortificado”, nombre común en la toponimia árabe.
Almazán no solo era un lugar en
el mapa, sino un tesoro cultural que deslumbraba a quienes se aventuraban a
descubrir sus encantos. Rodeada por extraordinarias construcciones
monumentales, la Plaza Mayor de Almazán se vislumbra como “plaza castellana”
por excelencia. Su ubicación en lo alto de una atalaya y al borde del río
Duero, la convierte en un espacio público con un valor paisajístico excelente y
privilegiado, compartiendo protagonismo con la Muralla del siglo XII, la
Iglesia de San Miguel también del XIII y el Palacio de los Hurtado de Mendoza
del siglo XV.
Desde la plaza el mirador del Postigo de San Miguel, nos invita a contemplar el Duero atravesando un arco de la muralla con vistas al paisaje de verde y ocre del río, e invita a bajar hacia la orilla, al Puente de Piedra para perderse en la majestuosidad del río y en la serenidad que emana de sus aguas.
