sábado, 30 de marzo de 2019

CARTAS COFRADES 2019-X: Claudia Prócula



Todos sabemos que, en siglos pasados, cuando la mayoría de las personas no sabía leer, se puso el arte al servicio de la evangelización. Cuantas veces nos han contado eso de que nuestro Santo Entierro es una catequesis en imágenes. Y hay quien opina que existe una relación histórica entre las procesiones de Semana Santa y el antiguo teatro religioso. Un concepto negativo del teatro saca a este del templo pero suscitó el problema de como representar a personajes como Jesucristo o la Virgen María sin caer en la irreverencia. Así surgen los pasos de misterio y de hecho la palabra “paso” también tiene la acepción de “pieza dramática breve”.

Estos pasos de misterio nos siguen enseñando, nos siguen catequizando. Te confieso que, hasta estos días, no sabía que la mujer de Poncio Pilato se llamaba Claudia Prócula, figura que a partir de ahora estará presente en nuestra Semana Santa gracias al nuevo paso de la cofradía del Señor atado a la Columna, presentado hoy en sociedad en una iglesia de Santiago abarrotada de personal. Seguimos aprendiendo.

En los Evangelios  Prócula solo es referida por San Mateo. Sin darle nombre, la esposa le dice a Pilatos “no te mezcles en el asunto de este justo, porque hoy, por su causa, tuve un sueño que me hizo sufrir mucho”. Este es el momento que recoge el nuevo paso zaragozano en el que Cristo es condenado a los azotes.

Como ocurre con otros personajes de la Historia Sagrada, y especialmente con los concernientes a la Pasión, los Evangelios Apócrifos son fuente de inspiración para el enriquecimiento escénico de todo misterio. Ante nuestra ignorancia nos hemos puesto a buscar más cosas (por google, para que negarlo) de Claudia Prócula que nos acerquen a entender aún más si cabe el nuevo paso de la admirada cofradía de la Columna, de la que siempre se aprende.

Para empezar, parece ser que es una figura típica de la imaginería española de Semana Santa (en Sevilla tiene hasta marcha procesional), y su nombre se cita en el más famoso de los apócrifos de la Pasión, el de Nicodemo, también conocido como las Actas de Pilatos. También en el de la supuesta correspondencia entre Pilatos y Herodes Antipas, los dos protagonistas del juicio de Jesús según San Lucas, donde no sólo incluye su nombre, sino también su pertenencia a la primera comunidad cristiana. Por eso la Iglesia greco-ortodoxa la declaró santa, por su mensaje de solidaridad con el dolor que siempre sana y con la esperanza de que todo es pasajero. Ahora me viene a la memoria el papel que desempeña en la Pasión de Cristo de Mel Gibson. pero tampoco te pierdas su aparición en "Rey de Reyes (Cecil B. DeMille. 1927). Incluso tiene una novela, "La mujer de Poncio Pilato", de una tal Antoinette May (2009). Las breves líneas de San Mateo y las apariciones en los apócrifos dan para emparentarla con el emperador Tiberio, agraciarla con el don de la clarividencia, hacerla devota de Isis y amiga de María Magdalena y de Longinos.

Claudia Prócula no es el primer personaje al que ponemos nombre gracias a los evangelios apócrifos. En los pasos zaragozanos encontramos a la Verónica, pero es el paso de la Crucifixión el que se lleva el pleno con los dos ladrones y el centurión romano. Gracias de nuevo a Nicodemo sabemos que el buen ladrón se llamaba Dimas, el malo Gestas y el romano Longinos,  de quien también dicen que es el joven que aparece encaramado a la cruz colaborando en el descendimiento del mismo nombre.

Los demás personajes, la Virgen, María Magdalena, los apóstoles, Anás, Caifás, Malco y su oreja, el Cirineo, José de Arimatea y Nicodemo, y ahora Prócula y un recuperado Pilatos (que dejó de aparecer en su balcón en 1967) son nombrados en las Santas Escrituras. Los demás, figurantes necesarios para recrear la escenografía (sayones, legionarios o pueblo hebreo), o simbólicos como “las edades del hombre en el paso de la “Exaltación”. Y ya puestos, a contar cosas, contemos. Después de Cristo y la Virgen, San Juan aparece hasta seis veces en nuestros pasos, y San Pedro cinco.

Pero volvamos a la presentación del paso esta tarde en Santiago, que ha levantado gran expectación, como no podía ser de otro modo, en la familia cofrade zaragozana, especialmente con su aparición en la segunda capilla de la derecha donde permanecía oculto tras un enorme cortinaje (intenté colarme en una boda por la mañana, pero estaba celosamente vigilado, y uno ya ha perdido la picardía de antaño). El acto fue presidido por el Cardenal don Juan José Omella, arzobispo de Barcelona y contó también con la presencia del escultor Manuel Martín Nieto, a quien le gustó reconocer la importancia concedida a Prócula porque dulcifica la escena y representa la conversión al cristianismo. Junto a las imágenes, decir que el resto del paso, compuesta de cuatro figuras, y demás elementos que lo configuran (greca, candelabros…) otorgan al conjunto un resultado espectacular. Y lo más importante, la Columna nos ofrece, como contó el amigo Cester, un discurso narrativo único en España en una misma procesión, el antes, durante y después del momento de la flagelación de Cristo. Gran detalle el regalo que nos llevamos los asistentes de las virutas procedentes de la talla de Cristo, aunque tampoco estuvo mal el libro de 1999 de cuando el estreno del paso de la Flagelación del murciano José Antonio Hernández.

No es la primera obra que tenemos en Zaragoza, de Martín Nieto, suyo es también Nuestro Padre Jesús de la Oración (2003). Como reza en su web personal, es uno de los máximos responsables del intenso brote naturalista que caracteriza la evolución y la brillante transformación de la escultura neobarroca andaluza en las dos primeras décadas del siglo XXI, donde el naturalismo es tan intenso que las referencias iconográficas, que lo mantienen en sintonía con la tradición y los valores establecidos como clásicos entre las cofradías, se transforman adquiriendo una nueva condición, mucho más humana y veraz, lo que determina una cercanía inmediata.

El caso es que el arte y las presentaciones no acabaron en Santiago este fin de semana. La Humildad también presentó en la iglesia del Convento de las Mónicas, como ya anunció el pasado miércoles en las jornadas culturales de la coordinadora, las reformas de sus pasos, con el barnizado de la “canastilla” del de misterio, el dorado de los faroles y la policromía de los evangelistas de las esquinas entre otras piezas. Y en “el palio”, ampliando su anchura y cambiando su techo por la transparencia de una malla dorada.

Y no podemos dejar de mencionar que el domingo, en la Iglesia de San Valero, tuvo lugar la bendición de las imágenes con las que se completa el paso de misterio de la Asociación de Fieles pro-hermandad y cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo del Amor y Buen Fin de María Santísima de la Esperanza Trinitaria. José de Arimatea con una escalera, un romano a caballo que se unen a las imágenes que ya existían del Crucificado, Nicodemo, María y la Magdalena, para escenificar, posiblemente el conjunto más monumental de los que podrían procesionar por nuestra ciudad. Una obra de arte además, pues procede de la gubia de José Antonio Navarro Arteaga, al que ya conocemos por el conmovedor y sensacional paso de la Eucaristía. En dos años Navarro Arteaga se ha convertido en el imaginero más prolífico en cuanto a esculturas de procesión de nuestra ciudad (también lo es de Sevilla y Martín Nieto pasó por su taller). Una pena que no podamos ver tal monumental escena por las calles y entre los pasos de la procesión que más nos gusta.

Acuérdate además de que hace unas semanas la cofradía de Jesús de la Soledad ante las Negaciones de San Pedro y de San Lamberto mostró una nueva imagen para continuar completando su paso. Junto a la imagen de Jesús de la Soledad realizada en el año 2017 por el artista onubense David Valenciano Larios podremos contemplar este año la de San Pedro junto al gallo.

No se como lo hacemos; pero seguimos creciendo.






jueves, 28 de marzo de 2019

CARTAS COFRADES 2019-IX: Adiós al San Cayetano que conocimos





La jubilación Mariano, "sacristán" de San Cayetano, va a provocar que la iglesia que conocían y también vivían  muchos cofrades sea, a partir de este año, otra cosa. ¿Que cosa?. Otra; lo menos parecido a una iglesia, o a un lugar que aúna espiritualidad y tradición, gusto por las costumbres y trabajo de hermandad. Algo sin alma. Un garaje donde el que no tiene autorización no entra. Quienes más lo van a sentir y sufrir van a ser las cofradías que mantienen su sede en la Real Capilla, punto de partida de sus procesiones, pero el cambio afecta a todas las personas que, interesadas por el atractivo que tiene durante los preparativos de Semana Santa,  difícilmente van a poder entrar en la iglesia.

Todo empezó a cambiar en 2014, cuando por razones de seguridad salió aquella orden de la Diputación Provincial de Zaragoza, propietaria del edificio, que no podían concentrarse más de 130 personas a la vez durante las preparación e inicio de las procesiones, y que los pasos no debían recrearse en sus salidas ni quedarse parados entre las jambas de la puerta. Dejaron de ser igual esos momentos previos a una procesión. Esos momentos de reencuentro, de vernos todos juntos, de vernos las caras antes de cubrirlas con el tercerol, o con capirote. Nervios organizando una formación. Silencio previo antes de salir. Oración ante el paso.

Ahora para muchos se perderán esos días de gran espíritu cofrade preparando la procesión, montando un paso (se que la Dolorosa necesita tres días y mucha gente. Ver vídeos adjuntos), subiendo imágenes, limpiando carroza y atributos. Da pena pensar que el legado que nos dejaron y enseñaron los que nos precedieron no lo puedan vivir los que vendrán. La magia que te concede una iglesia como San Cayetano queda restringida al frío ambiente de un hangar sin alma donde solo entran los acreditados o los que quieran que entren los que acreditan a los acreditadores.  Muchos nos hemos movido por ella como "Mariano por su casa" es cierto; tal vez demasiado sin serlo en propiedad. Pero cuando tu invitas a alguien siempre le dices "siéntete como en tu casa". Nos han subido a las torres y el tejado por aquella escalera exterior que había durante las obras en los ochenta, también por el andamio interior que llegaba hasta la linterna de la cúpula, o por la escalera del coro al espacio entre las bóvedas y el tejado para colocar la sierga que montaba el antiguo monumento. ¡Pero si se llegaron a hacer misas de Viernes de Dolor con el suelo levantado y las naves llenas de andamios, llevando la megafonía para que por lo menos se oyera algo en los tiempos de las obras! ¡Como no vamos a considerar que no nos dejan entrar a nuestra casa! 

"Cuando las barbas de tu vecino veas afeitar, pon las tuyas a remojar”. Los primeros que lo sufrieron fueron "los romanos". Aunque se quedaron sin barba por otros motivos, cuando les cambiaron el suelo de tarima por el mármol les prohibieron dar lanzadas en el suelo, y luego les condicionaron su "campamento" por el coro. El resto de cofradías ya llevamos desde 2014 con limitaciones e impedimentos a nuestras formas de funcionar y de organizarnos. Tres días al año, tres. Ahora nos toca movernos en otro escenario ("palabro" del gusto de los políticos) . Ya veremos si las consecuencias de este nuevo escenario, a la larga, también afecta incluso a quienes piensan que salen ganando en su posición y nos les afecta. Todo es un sistema y cuando mueves una pieza el sistema cambia. De momento la primera pieza ha sido Mariano (la de anécdotas que se podría contar de él y con él), y el solo movimiento de una persona ya ves lo que condiciona.

Nos hemos quedado sin iglesia, ha dejado de ser un templo (al tiempo que lo llamen algo así como "espacio multidisciplinar para la convivencia participativa de la ciudadanía cooperativa de un estado de derecho, ecológico, feminista y sostenible"). Y sin museo, a pesar de ser la propuesta de largo más votada para los presupuestos participativos que convoca a bombo y platillo el Ayuntamiento de Zaragoza. Tal vez nos iría mejor si en vez de cofradías fuéramos un colectivo okupa y ácrata. Siempre te pueden ceder un centro social comunitario al estilo del de "Luis Buñuel" por la cara.

Pdta.:
Al releerme prefiero matizar alguna cosa. Desde luego San Cayetano no es nuestra casa, ni siquiera pertenece a la iglesia, pues la sustenta una administración pública. Esto hace que la relación contractual del sacristán fuera una situación extraordinaria; y una vez llegada su jubilación.....Si a las cofradías nos interesa conservar el San Cayetano que conocimos igual deberíamos proponer soluciones. En cuanto a la ironía sobre los centros sociales. Pueden contraargumentar con los privilegios que ostenta la Iglesia en asuntos como el IBI, Trabajo en una Fundación pobre donde el Arzobispo ocupa el nivel jerárquico más alto, y los locales donde trabajamos pagan el IBI. Esta fundación, por cada euro que recibe de la administración por subvenciones o contrato público lo devuelve multiplicado por tres en impacto socioeconómico.

Impacto el que ha tenido la carta. Más de 800 lecturas en una mañana.......







viernes, 22 de marzo de 2019

CARTAS COFRADES 2019-VIII: 75 años en San Miguel



Como se contara en cartas anteriores, una te lleva a otra. De carta a carta, de celebración en celebración, de iglesia a iglesia. No está siendo una Cuaresma con mucha propuesta, pero las cofradías siempre tienen un motivo para conmemorar. Y si hace una semana escribíamos sobre los cincuenta años de la cofradía de Jesús Camino del Calvario en Santa Engracia (dentro de cinco años podrán celebrar también las bodas de oro del culto a su imagen titular en la misma), hoy podemos contar los setenta y cinco de "los Nazarenos" en la iglesia de San Miguel.

Esta carta, por si no quieres seguir leyendo, volverá a tener aspecto de trabajo de colegio; vamos, que no aspira a aparecer en el Tercerol-Cuadernos de Investigación (la Asociación para el Estudio de la Semana Santa también está de bodas de plata y protagonizó parte de la II Jornada Cultural de la Junta Coordinadora del pasado miércoles). Pero ya sabes que nos ilusionamos creyéndonos que nos lee gente (incluso hasta cofrades) y nos encanta vender ciudad. También Semana Santa. Y contar cosas de la iglesia de San Miguel, del Nazareno, y de la "Esclavitud" es todo un placer, por arte, historia y espiritualidad.

Para los cofrades, la parroquia de  San Miguel y la Esclavitud de Jesús Nazareno van unidas en nuestro pensar. Sin embargo tales instituciones solo llevan juntas 75 años, que parecen muchos pero son poco más de una tercera parte de la historia de la cofradía, que ya va por los 260 años de vida.

Una cofradía que da lustre a nuestra Semana Santa, con una de las imágenes más veneradas de la ciudad, gracias al cuidado y dedicación devota que ha mantenido a lo largo de los siglos la cofradía de la Esclavitud de Jesús Nazareno, cuya historia enlaza con la tradición española del culto al Cristo Cautivo que se inició a finales del siglo XVII tras el rescate a "los moros" de la imagen que actualmente se venera en Madrid y es conocida como el Cristo de Medinaceli. Historia de lo más conocida e interesante. Como lo es también la de nuestro "Nazareno".

El 15 de Junio de 1808 el convento de los Padres Trinitarios, sede de la "Esclavitud" que estaba en lo que hoy es paseo de María Agustín, fue bombardeado por las tropas francesas que sitiaban la ciudad y, como cuentan las crónicas de Casamayor, la imagen de Jesús Nazareno fue trasladada hasta la Iglesia de San Lorenzo.  En 1821 se estableció que la imagen fuera venerada en la Iglesia de San Cayetano. Ya en sus primeros años celebraba una procesión el Domingo de Ramos, incorporándose a la general del Santo Entierro en 1858, por lo que, tras la Sangre de Cristo, es la que más tiempo lleva participando, conformándose como filial de esta en 1940. Y así llegamos a 1944 cuando se erija en San Miguel.

Podemos decir lo mismo que lo escrito de Jesús Camino del Calvario con Santa Engracia. Con los "Nazarenos" y desde 1944, San Miguel entra en el mapa de nuestra Semana Santa. De este modo, nos beneficiamos del lustre que otorga una parroquia de la que hay constancia de su existencia desde la reconquista de la ciudad en 1118 adscrita a la Seo, y que 1260 ya figura como parroquia independiente. El lustre no solo es histórico, también artístico pues, a pesar de que nada ha quedado del templo románica, nos queda en la actualidad la iglesia mudéjar con reformas barrocas del XVII. 

Volvemos a hablar de Damián Forment por tercera carta. Suyo es el retablo mayor de la iglesia, del escultor más productivo de la Corona de Aragón​ y uno de los primeros introductores del Renacimiento en España. Y hablando de Semana Santa, de Antonio Palao lo hemos hecho mucho y suya es la escultura de la portada de San Miguel Arcángel venciendo al demonio.

Gracias a estos 75 años, que hoy se celebra con un viacrucis por las calles parroquiales, la devoción y el culto a Jesús Nazareno se mantiene viva y presente cada día.

sábado, 16 de marzo de 2019

CARTAS COFRADES 2019-VII: 50 años en Santa Engracia


"El cuaresmeo" este año presenta un calendario tranquilo. De momento. O será que echamos en falta aquella prolija agenda de la web "Pasión en Zaragoza" en la que era difícil encontrar un día sin propuesta cuaresmal o cofrade.

Este fin de semana ya nos ha ofrecido unas pinceladas de las que se anuncian con cartel: cartel que deja constancia de su celebración pero también anima al persona a acudir.

Destacaba entre estos actos la presentación de nuevas imágenes para el paso de las "Negaciones de San Pedro", o el inicio de la celebración de los cincuenta años de la presencia de la cofradía de Jesús Camino del Calvario en la Basílica de Santa Engracia. Y motivos hay para recordar y conmemorar este cincuentenario, tanto por lo que ha supuesto la parroquia para la cofradía, como por la inclusión en el mapa de la Semana Santa zaragozana de los 1.700 años de historia y espiritualidad del solar que acoge la actual basílica.

El cambio de San Gil por Santa Engracia supuso un revulsivo para el crecimiento de la cofradía en todos los sentidos, especialmente en lo que supone sentirse integrado en una comunidad parroquial y facilitar esa posibilidad al cofrade.

Con diversos actos se ha comenzado a conmemorar este sábado 16 de febrero, teniendo gran importancia la eucaristía celebrada y la nueva ubicación en la basílica de la imagen titular. Ubicación que no es tan nueva pues ya estuvo allí colocada, junto al acceso a la cripta de las Santas Masas, desde 1993 a 2014. Esto ya te lo conté hace un año en la carta que dedicamos a los 200 años de la talla de Jesús Camino del Calvario obra de  Llovet, donde recordábamos que hasta 1974 el Cristo de Llovet permaneció en la capilla del Cristo de la Cama de San Cayetano. En Santa Engracia se le concedió un lugar singular, esperándonos al final de las escaleras de la cripta de las Santas Masas, pero al restaurarse la fachada del monasterio en 1993, se ubicó allí la escultura original de Santa Engracia que coronaba la fachada y el Cristo con la Cruz a Cuestas se subió a la nave. En 2014 se colocó en su lugar el nuevo paso de "la Primera Caida". Paso que también estrena nueva ubicación a partir de hoy en el templo.

Nos alegra que la imagen titular de la cofradía recupere ese privilegiado lugar, pues la ubicación de los últimos años, en la primera capilla de la izquierda, bajo un crucificado, no ha sido el sitio más apropiado.

Siempre es una buena noticia que las advocaciones u otras imágenes de nuestras cofradías tengan su lugar donde acudir a venerarlas, a rezarlas o simplemente a mirarlas. Jesús Camino del Calvario cuenta con un sitio excelente. No todas las cofradía pueden decir lo mismo, aunque en los últimos años se han hecho esfuerzos, no solo para solucionarlo, también para dignificarlo.

El hecho de que muchas de nuestras cofradías nacieran en torno a los pasos de misterio de la Sangre de Cristo, provocó que la mayoría no tuviera la posibilidad de rendir culto a su advocación. La gestación de nuevos pasos o la creación de cofradías no vinculadas a "misterios" de la Sangre de Cristo" ha favorecido el culto a imágenes y advocaciones, y son escasas las cofradías que no dispongan de una sola imagen procesional a quien venerar en lugar sagrado. Por cierto; esperemos que la Real Capilla de Santa Isabel lo siga siendo.

Volviendo a los pasos de "Misterio". Un buen ejemplo de cambio a "mejor" es el de la Eucaristía, cuyo Jesucristo puede venerarse todo el año en la parroquia del Perpetuo Socorro y durante la Cuaresma, y hasta que las imágenes sean subidas al paso, todo el apostolado se muestra al culto en la iglesia. 




sábado, 9 de marzo de 2019

CARTAS COFRADES 2019-VI: La devoción al Crucificado



Ya sabes que una carta me lleva a otra. Tras escribirte sobre los "crucificados" de la Magdalena recordé que la pasada primavera en el Alma Mater Museum se organizó la exposición "La imagen del Crucificado en el arte diocesano desde el siglo XIII", con motivo del VII centenario de la creación de la Diócesis de Zaragoza como Archidiócesis. Una estupenda muestra donde apreciar la evolución de la estética, de la iconografía y también de la piedad popular hasta el siglo XXI. Siglo XXI que estaba representado por una de nuestras imágenes cofrades, el Cristo en la Cruz de la cofradía de las Siete Palabras obra de Manuel Miñarro.

Y uno que es un emocionado, y a veces se lanza con la osadía de la ignorancia, ante un Cristo Crucificado procedente de la iglesia de la Magdalena, comentó a sus acompañantes en la visita que esa imagen la llegó a procesionar la cofradía de la Columna. Estos días, comparando las fotos con detenimiento, ha tenido que tragarse sus palabras. Los acompañantes de aquel día no son destinatarios de estas misivas, pero me confieso ante ti y me desdigo. Incluso ya no se si el Crucificado del altar es uno u otro. Hay quien confunde a San Juan de la Cruz con Fray Luis de León ....... tampoco es tan grave.

Una pena, porque el de la exposición del Alma Mater era del taller de Damian Forment (s.XVI). Hubiera sido bonito. Otro hito, aunque pasado, de nuestra imaginería. 

En el folleto que repartía la exposición, el Arzobispo escribía que "la fe cristiana ha sido creadora de arte y belleza" y que las obras "tienen el alma de la fe, y son manantiales perenne donde todavía brotan el genio y la espiritualidad de los creyentes". Y si bien todo apunta a que no se procesionó el Cristo de Forment, nuestra ciudad y nuestras procesiones tiene una buena pléyade de "crucificados" que aúnan arte y devoción a partes iguales.

Que mejor ejemplo que el ahora conocido como "Cristo de los Sitios", y este si que era de Damian Forment. Proveniente del calvario del retablo del antiguo convento del Carmen, se le venera con gran devoción (y todavía con lamparillas de cera) en la parroquia del Carmen. En 1952 se creó la cofradía de la Santísima Virgen de la Esperanza Macarena y del Santísimo Cristo de los Sitios en torno a este "crucificado", pero nunca llegó a ser una realidad ni llegó a salir en procesión, algo que si ocurrió el Martes Santo de 1993 con la cofradía de Jesús abrazado a la Cruz y la Verónica. Gracias.

Y que decir del Cristo de la Agonía (Jerónimo Nogueras, 1588), una imagen para devoción de una iglesia, una parroquia, un barrio y una cofradía que se funda en torno a Él. San Pablo y el Silencio.

También con un "crucificado" del siglo XVI dignificó nuestra Semana Santa la cofradía de la Exaltación entre 1990 y 1993 procesionando el Cristo de las Mónicas, al que se le puede rendir culto en el Convento de las Madres Agustinas de Santa Mónica, y que todo apunta al destruido convento de San Agustín como su procedencia. Anteriormente, durante sus primeros años lo hicieron con un Cristo de la Parroquia de Santa Gema, donde actualmente la cofradía de la Exaltación tiene la suerte, desde hace pocos años, de poder rendir culto al Cristo de su paso titular en el momento de la elevación de la cruz, y que preside el altar mayor. Es de 1992, pero los años no tienen porque ser impedimento para generar una devoción, como consta que la tienen los cofrades y los parroquianos de Santa Gema a la imagen de Ricardo Flecha.

Del siglo XVII tenemos al Cristo del Refugio, arte de la escuela de Juan de Mesa, y toda la identificación de una Hermandad, de una cofradía y de una obra social a la que puedes rendir pleitesía en el Refugio y acompañarlo en procesión desde 1939 con la cofradía de la Piedad. Y que decir del Cristo de la Cama, pero han pasado demasiadas generaciones para identificarlo como el crucificado con el que la Sangre de Cristo realizaba la función del "abajamiento". No será por devoción e historia como para no incluido en esta carta. El de la "versión" de la  Venerable Orden Tercera si que ha mantenido su condición de "crucificado", y como tal vemos la escultura de Llovet (1825) en la iglesia del Convento de Santa Catalina, aunque ninguno de nosotros lo ha visto en procesión.

El otro día te conté que releí un artículo de Jorge Sesé en el "Tercerol 14". Gracias a esto recordé los "crucificados" que veíamos en la calle con los Jóvenes del Rosario allá por los años 80, el del Santísimo Cristo del Amor Abandonado (siglo XVIII) del convento de Santa Inés; o en los 90 con la Humillación el Cristo de los Mártires, también del XVIII y de la iglesia de San Gil.

La Siete Palabras no solo tiene al Cristo de Miñarro (2014) a quien acudir a ver-mirar-rezar-pedir en la Basílica del Pilar (y esto son palabras mayores); desde 1948, la obra de Burriel de la Tercera Palabra, cuentan con altar propio en el mismísimo San Cayetano.

Se que hay más Cristos, que salen todavía o salieron, en pasos de misterios o peana. Incluso algunos compartidos como ocurrió con el Cristo del Perdón de la iglesia de San Felipe que por diferentes motivos y a hombros de los cofrades procesionó el Ecce Homo en 1993 o la antigua cofradía de "Caifás" entre 1980 y 1983. La selección, personal y muy particular, solo ha dependido a la transcendencia que muchos de ellos tienen más allá de la cofradía que la venera o la pudo venerar. Muchos de ellos a la altura de los "Crucificados" con más devotos entre la feligresía zaragozana; el Cristo de la Seo  y los dos del Pilar.

El Cristo de la Seo (lo nombran hasta en la zarzuela Gigantes y Cabezudos), situado en el altar del transcoro, fue tallado en 1560 y su devoción inmemorial está relacionado con sucesos milagrosos (lee cualquier guía sobre la catedral, o aprovecha estos Viernes de Cuaresma para participar en los viacrucis de la Seo y obsérvalo con la mirada que merece). Que podemos decir del Santo Cristo de la capilla de San Juan Bautista en el Pilar. Obra del siglo XVII, de autor desconocido, y tras la veneración a la Santa columna, sus clavos y pies se llevan el resto de los besos y respetos de aquel que entra por la basilica. Y en el trasaltar del retablo mayor, el Cristo de la Agonía, talla de madera del XVI, atribuido al autor del retablo mayor, Damian Forment de nuevo: No quiero ni imaginarmelo en procesión. Pedazo talla, con la que de crío me contaron una leyenda que con un movimiento de la cabeza paró una riada con la que amenazaba el Ebro.

Y, aunque poco conocido, quiero nombrar al Cristo de Fuenterrabía de la parroquia de Altabás  Porque por historia se lo merece y por la cantidad de misas que he escuchado bajo su altar. En 1638 durante la Guerra de los Treinta Años, los franceses sitian Fuenterrabía, a cuyo rescate acudien tropas aragonesas. Levantado el sitio, se encontró este Cristo mutilado que , una vez restaurado se trajo a al convento de San Lázaro. Tras la desamortización, pasó a la iglesia de Altabás, formando parte, como me lo hizo saber mi padre, de la denominada "Ruta de los tres Cristos", junto al del Pilar y al de La Seo.

Cristo de Fuenterrabía

En 2033 la tradición celebrará los dos mil años de la crucifixión de Cristo. Sería oportuno una exposición de todos "nuestros Crucificados, crucificos y Calvarios" en una magna exposición de todas las cofradías. Y distinguir no solo las épocas si no también entre los Cristos triunfantes con los ojos abiertos, el resignado (Christus patiens) ya muerto pero con expresión serena, o el sufriente (Christus dolens); el de los tres clavos o el de los cuatro.

Se que la carta ha quedado un poco tipo trabajo de "instituto", pero me gusta hablar de Zaragoza, que quieres que te diga.

martes, 5 de marzo de 2019

CARTAS COFRADES 2019-V: La Magdalena.

Cofradía del Cristo de los Desamparados. Fotografía Gerardo Sancho. Archivo Municipal
La iglesia zaragozana recupera para el culto el templo de la Magdalena tras dieciocho años cerrado por obras. Una gran noticia pues, junto a sus méritos artísticos, estamos hablando de una de las parroquias más antiguas de la ciudad, dado que las crónicas ya nombran allí una iglesia a los pocos años de la conquista de Zaragoza a comienzos del siglo XII. Y para nosotros además, una de las iglesias referente en la Semana Santa zaragozana desde los primeros momentos de sus modernas cofradías.

Bajo la torre mudéjar de la Magdalena es normal situar el difícil paso de los costaleros de la Humildad desde 2014, sin olvidar que, canónicamente, es su parroquia. Y que decir de la Piedad, desde 1939 en viacrucis por las calles del Boterón y de la parroquia del Gallo.


Pero a no ser que te lo hayan contado, o leas a los "clásicos" (García de Paso, Pradas...), no relacionarías a la Magdalena con la cofradía del Descendimiento. Resulta que tras participar en su primer Santo Entierro en 1940, las procesiones de 1941 y 1942 en la noche del Jueves Santo  tuvieron su inicio en esta iglesia. Allí eran convocados los hermanos a las 22,30 horas para el rezo de la Hora Santa Mariana, y las referencias hablan de una iglesia abarrotada cuya capacidad resultaba insuficiente para acoger a fieles y cofrades. Terminada la oración, la procesión discurría por el Coso, calle Alfonso y Manifestación para recogerse en San Cayetano en espera de la procesión general del Viernes. En 1943 los jesuitas inauguran ya la nueva iglesia del Sagrado Corazón en la plaza de San Pedro Nolasco y comienza una nueva etapa. Con motivo de los 75 años de la cofradía, el Descendimiento retorna en 2015 a la puerta de la Magdalena para realizar desde entonces en la vieja plaza la predicación del Descendimiento.

Otra gran cofradía de nuestra ciudad, la Columna, aún tiene un mayor arraigo en su pasado con la Magdalena y las calles de su barrio. Desde su primera procesión particular en la madrugada del Viernes Santo de 1941 hasta 1965, la comitiva tenía su final en esta iglesia, ya viniera el desfile desde San Cayetano hasta 1951, de San Juan de los Panetes de 1952 a 1960 o de Santiago entre 1961 a 1965. Por las publicaciones de la RPAIyP Cofradía del Señor atado a la Columna sabemos que cuando se traslada la salida a San Juan de los Panetes es porque, para el volumen que estaba adquiriendo la cofradía, la Magdalena no ofrecía la capacidad necesaria para guardar lo necesario todo el año. Y el motivo definitivo por el que, tras 25 años en la Magdalena, se cambia de sede, es tras la reforma efectuada en el dintel de la puerta que no permitía la entrada de los pasos, teniendo que retornar a San Cayetano al concluir su tradicional viacrucis por las calles del barrio. Si lees el libro del bicentenario de la Columna también se cita la poca colaboración del párroco de entonces para mantener a la cofradía con la Magdalena, sin duda la que mayor relación ha tenido con esta importante iglesia zaragozana. Es más, un símbolo de unión se mantuvo hasta 1980 con el Cristo de la Magdalena, aquel para el que hicieron una peana en 1961, pero que desde el año siguiente era portado tan solo por un hermano.

Gerardo Sancho. Archivo Municipal

El Cristo preside a día de hoy el altar mayor ante el sagrario (desconozco si ese era su lugar antiguamente), y puedes encontrar una fotografía de aquella peana en el libro del cincuentenario de la Columna y también en el Tercerol-Cuadernos de Investigación nº 14 en un artículo de Jorge Sesé sobre imaginería procesional desaparecida o sin uso. En la web de la Columna puedes encontrar la única foto conocida siendo portado el crucificado por un hermano. La vinculación con la parroquia aún se mantuvo entre 1969 y 1982 procesionando por las calles de la parroquia entre Santiago y San Cayetano. Y solo la eternas obras que han mantenido cerrada la Magdalena durante lustros no permitieron que en las celebraciones del 75 aniversario de la RPAIyP cofradía del Señor atado a la Columna, realizaran una salida extraordinaria durante la Cuaresma de 2015 desde esta iglesia, teniendo que hacerlo desde el convento de las Madres Agustinas de Santa Mónica.

Gerardo Sancho. Archivo Municipal
Pero la impronta que dejó la Magdalena sobre la Columna tiene su episodio más curioso, que tardó más de treinta años en cicatrizar, cuando se tuvo que cortar parte de la columna del paso titular para poder atravesar la puerta de la iglesia. En ningún sitio se deja claro cual fue el año de los 60 en que tal atentado artístico se llevó a cabo. Pudo ser en 1964 con la remodelación del dintel de la iglesia o unos años antes por alguna modificación en el paso. En 1996 fue cuando se devolvió al conjunto escultórico su altura original.

Detalle de un dibujo titulado "Recuerdo de la parroquia. Fuente Libro del Bicentenario

Gerardo Sancho. Archivo Municipal

Ya sabes, la iglesia de la Magdalena espera tu visita. Sea espiritual, cultural, artística o simplemente por curiosidad. Su milenaria historia va al compás de la de la ciudad, y aún con pinceladas, también con nuestra Semana Santa. Y cuando entres, nada más hacerlo a la derecha te estará esperando el Cristo de los Desamparados, un crucificado del siglo XVI con el que entre 1960 y 1969 procesionó la cofradía del Cristo de los Desamparados. Compuesta íntegramente por gitanos, rezaban un viacrucis en la tarde del Domingo de Ramos por las calles de la parroquia y participaban con tal imagen en el Santo Entierro por delante de las Siete Palabras. Poco sabemos de esta cofradía, tan solo las pequeñas reseñas en los libros de Alfonso García de Paso. Túnica verde con cinturón morado y un velo verde cubriendo el rostro ceñido con una cinta morada. Yo tan solo conozco la foto del archivo de Gerardo Sancho.


La iglesia de la Magdalena, la que da nombre a un barrio y reclamada por el Ayuntamiento como de su propiedad (yo entro, veo Cristos, cruces, vírgenes y santos y no tengo duda a quien pertenece o por lo menos para que sirve.), nos abre sus puertas y vuelve a estar entre nosotros. Además el conjunto escultórico del altar mayor nos recordará al de San Cayetano al ser obra los dos de Ramirez de Arellano y un troceado retablo de Damian Forment dedicado a la Pasión resulta de lo más exquisito.











viernes, 1 de marzo de 2019

CARTAS COFRADES 2019-IV: Operación asfalto








En noviembre el trafico por el centro tuvo unos días de autentico caos. Operación asfalto. Lo que por costumbre se hacía en agosto, cuando media población se reparte entre el pueblo y Salou, este año se decide hacerlo en pleno otoño. Mira que asfaltaron calles, pero no le tocó a la que más de un cofrade hubiera pedido, Manifestación, la calle por la que pasan casi todas las procesiones de Semana Santa y todas las cofradías aunque solo sea en el Santo Entierro. No es que tenga baches, es que tiene socavones, auténticos cráteres alguno de ellos, que  las filas deben sortear y los pasos evitar. Acorde con lo que se celebra si lo vivimos como una "vía dolorosa" o un "calvario", pero con escasa sintonía con una fiesta declarada con el título otorgado.

Pero seamos justos. A día de hoy sabemos que Manifestación se une a las calles que denominan "cota cero" una vez que pasen las procesiones. Seamos como el Santo Job una Semana Santa más y desfilemos de manera abnegada por nuestra querida calle, que merecerá la pena.

La nuevas "calles a cota cero", sin aceras, será la novedad de los recorridos en este 2019, especialmente Don Jaime, la de San Gil de toda la vida. Sus obras y fisonomía han tenido y tienen defensores y detractores, pero el debate será positivo entre "cabeceros" de pasos y filas exteriores. Ya lo vivimos en un tramo en la calle Espoz y Mina el año pasado, calle por la que no era fácil procesionar y por la que pasaban no solo muchas comitivas sino todo el Santo Entierro camino de Manifestación. Este año "cota cero" en su totalidad. Y sin adoquines.

Y que vamos a decir del cruce de la plaza de la Seo a la plaza del Pilar. Quienes no echaban mano de la colaboración de la comisión de recorridos colocando cuñas de madera, hacían maniobras buscando las rampas de las aceras que no estaban una frente a la otra.

Esperaremos comprensivos con el Ayuntamiento un año más entre baches y socavones sabiendo que el entorno de San Cayetano va a mejorar. Y ya, si los alcorques de la plaza se acondicionaran, especialmente aquellos que están vacíos, encharcados y llenos de barro (y mira que llueve poco).... ni te cuento lo que nos gustaría. La plaza, no solo por la Semana Santa, lo merece. No será por las veces que los vecinos lo han denunciado.