miércoles, 1 de abril de 2020

CARTAS COFRADES 2020-XV: Diapositiva de un instante


"El que apretó el botón" de la cámara fotográfica recordaba tener esta diapositiva del instante en que la primera cuadrilla de costaleros salía de debajo del paso justo al acabar la procesión de aquel Jueves Santo de 1996.

No le fue difícil encontrarla. Ahí estaba, donde correspondía, en el carro de la Eucaristía, en el año sospechado y escrito a lápiz el 1996 en el marco de la filmina. ¡Bingo! La memoria no le falla ni mitifica el instante en el que "el disparador" se situaba en el momento oportuno en el patio del Colegio Notarial.

El visionado de la diapositiva de hace 25 "juevessantos", unas bodas de plata que este año empezábamos a conmemorar, nos retrotrae a un tiempo pasado, a una Semana Santa distinta, a unas  vivencias diferentes, más allá del cambio del soporte fotográfico, más allá de ser 25 años más joven, que también cuenta.

"El que apretó el botón" ve la diapositiva y lo primero que piensa es que ahora se siente incapaz de hacer esa foto. Le daría pudor romper el instante mágico con una ráfaga de flash. Ahora podría ametrallar mas que disparar. También piensa que a esas horas del Jueves Santo ya no se sentiría con fuerzas de defender ninguna posición para conseguir una imagen. Una imagen que conseguirán muchos otros con mejor calidad  que la suya, que solo se molestó además en apretar el botón; eso si, en el segundo preciso.

Pero "al que apretó el botón", este pensamiento en otros fotógrafos le lleva a pensar lo fácil, lo limpia que parece la foto, en primera línea de disparo para un instante único e irrepetible. Y es que seguramente no habría más cámaras en ese trance, en ese lugar.  Impensable hoy. 


Lo mismo que estar en el Patio del Colegio Notarial. "El que apretó el botón" me dice que no se vería ahora ahí dentro. Y no sólo por las horas, que también. Ahora es todo más recogido, más intimo, más privado; lo cual está muy bien, como debe de ser. Pero ya sabes, "solo entran cuatro... si no estas en lista no puedes pasar" . En aquellos tiempos pasados a los sitios se entraba sin más, sin acreditación. Unas veces siendo educado, otras haciéndote el tonto, o en el caso del Colegio Notarial por ser el conserje conocido de la Exaltación. Siempre había un conocido o alguien por conocer. Si no era también que nos conocíamos todos.

La aparición de los costaleros cambió muchas cosas; los cambios van unidos a la historia del discurrir procesional desde el estreno en 1991 de la enorme peana del Cristo del Amor Fraterno,  incluido el aprovechamiento del patio de lo que fuera palacio de Sobradiel. Pero la diapositiva no es del todo justa porque una imagen no siempre vale más que mil palabras. Lee el artículo de la revista de la Junta Coordinadora sobre ese momento descrito por Enrique Martínez. La frase "de marmol a marmol" da más "luz" y emoción a ese instante que encuadra la diapositiva. Y más valor a la fotografía. El merito no fue que ese año salieran los costaleros. El merito fue que ese día llegaron los costaleros. Cumplieron con su misión.... y desde ese instante de la diapositiva hasta hoy. Algún día debería escribir algo sobre lo acontecido en la plaza de San Cayetano ese Jueves Santo de 1991 entre las 23,15 y las 0,30 horas.

Pero volvamos a la diapositiva. Decía antes que "el que apretó el botón", tal como le sale la foto, seguramente estaba solo. Aparecieron las cámaras digitales, luego los móviles. Todo se puede recoger, retener, plasmar en un archivo .jpg siempre que quieras, la batería aguante y la capacidad de memoria lo permita. Cada día de Semana Santa te puedes retirar a casa con cientos de archivos, fáciles de almacenar, y a coste cero. ¿Cuanto podía costar un carrete de diapositivas?. No lo recuerdo. Más su revelado. Un dineral. Multiplicado por los carretes que quisieras disponer. Carretes de 24 o de 36 fotografías. Te tenían que durar para todos los días. No Podías errar en el disparo, además de que el resultado de si había salido lo que querías, o si la foto aparecía velada, o movida no lo verías hasta semanas después. La fotografía se democratizó y todos nos consideramos con derecho a captar todas los momentos.

"El que apretó el botón", ya que había puesto el proyector (otra incomodidad del pasado, aunque como con los vinilos, el haz de luz, el ruido del ventilador, el de la salida de la diapositiva.... confiere un ambiente mágico que retrotrae a la niñez) y había quitado cuadros de la pared más clara de la casa, se dispuso a seguir viendo diapositivas, encontrando tesoros del pasado, algunos que no recordaba tener, ni incluso que el hubiera podido estar ahí. Me amenaza con enseñármelas en los días santos, ya que de repente se va a encontrar con días enteros que nunca han tenido otra alternativa ni plan alguno.


5 comentarios:

Sergio Anorak dijo...

Vivimos y nos alimentamos de nostalgias. Esta misma tarde, poco antes de la hora de la cena, comentaba con un buen amigo de la Sección de la Cama -al que tuteo, no creas- que habían aparecido varias piezas de los primeros años cuarenta de la Piedad. Pero, hilando con tu carta, han aparecido también esta tarde, en un álbum arrinconado, una secuencia de fotografías tomadas en la plaza de Sas en la madrugada del Viernes Santo de 1992. Un encuentro entre las Cofradías del Descendimiento y de la Piedad que ayudó a cauterizar las heridas abiertas el año anterior y a las que elegantemente aludes en tu carta. Por cierto, de entre el intercambio de ramos de flores y saludos de los cetros sobresale la figura del Descapotable, que también estuvo allí.
Qué gozada leerte, Jorge.

Sergio Anorak dijo...

Por cierto, aludías a la facilidad con que antes accedíamos a los sitios sin necesidad de llevar colgadico un tarjetón (alguno duerme con él todo el año, en fin…). Ha aparecido otra fotografía sintomática de otros tiempos. Mañana del Jueves Santo 2000, banco situado ante la puerta de la iglesia de San Felipe. Banco tomado por una caterva de fotógrafos acreditados, pero desconocidos. No he logrado identificar a nadie. Los que crecimos a la sombra de Fernando Pinilla o Manolo Calvera (y de Óscar Puigdevall, que ya estaba por ahí) perdimos la pista a estos aficionados, a los que la hermandad fotera se llevó por delante.

Jorge Gracia Pastor dijo...

No fueron nada agradables los momentos vividos entorno a las 0,00 h del Viernes Santo de 1991 en la Plaza del Justicia. Pero en mis notas no aparece el Descendimiento, que por esos años todavía realizaba la procesión desde San Pedro Nolasco a San Pedro Nolasco. Es cierto que pasaba por la puerta de San Cayetano, pero aquel año lo evitó viendo la que se avecinaba.

Esa foto del encuentro ( pseudoacto del descendimiento) de en la Plaza Sas de 1992 merece hacerse pública)

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Paco Sangorrín dijo...

Jorge, te ha quedado una carta muy vintage. Cada día te acercas más al cofrade cebolleta contando historias en blanco y negro, jajajaja. Pero sigue, que ya sabes que me encantan :)