A los que nos privan las tiendas
de recuerdos, Lisboa nos conquista. Nos da la sensación de que abundan en una
proporción superior a otros lugares, y ofreciendo cosas distintas, más allá de
los imanes y demás artículos frecuentes en todos los sitios.
En las tiendas más populares,
donde despachan personas de origen indio o pakistaní abundan los recuerdos
sencillos donde los tranvías, el gallo y las sardinas, además de los paños y los
azulejos, son los protagonistas diferenciales. Se agradece lo de las postales,
artículo que comienzan a escasear en algunas otras ciudades.
Lo del tranvía resulta obvio, es
un símbolo de Lisboa. El Gallo de Barcelos es símbolo popular de toda Portugal, y su origen se basa en una leyenda
medieval que mezcla fe, justicia y milagro relacionado con un peregrino que se
dirigía a Santiago de Compostela
Y luego están las sardinas que
representan la cultura popular, su gastronomía y sus fiestas tradicionales. Uno
de los pescados más consumidos en Portugal durante generaciones, la comida del
pueblo: barata, abundante y fácil de preparar a la brasa. Comer sardinas en
pan, de pie en la calle, rodeado de vecinos y turistas, es una de las imágenes
más típicas de Lisboa. Símbolo alegre y colorido de la identidad portuguesa. Que
apar4ece en todos los artículos de recuerdos, especialmente en latas con
envoltorios muy cuidados, que combinan gastronomía y diseño.
Ya sea un paño bordado, un azulejo pintado a mano o una caja de sardinas decorada, comprar un souvenir en Lisboa es una forma bonita de llevarte un pedacito del espíritu de la ciudad. Y en el paladar los pasteles de Belém, los de bacalao o el sabor de la Ginjinha, el licor de cereza típico.








No hay comentarios:
Publicar un comentario