En este blog cargado de romántica nostalgia, teníamos que hacer un hueco a la noticia del derribo de la antigua Universidad Laboral.
Al poco de terminar nuestro periplo de cuatro años en ella comenzaron a emitir la serie de televisión "Aquellos maravillosos años". Ojala pudiera trasladar tal título a nuestro paso por el Centro de Enseñanzas Integradas durante los años del BUP y el COU, pero no fue así porque no los disfrutamos; y ahora nos da pena. De hecho, y mira que es raro en nuestra biografía, no tenemos foto alguna de recuerdo de nuestro paso por ahí y escasamente un par de contactos. Y todo porque uno donde quería ir era al Instituto de la Magdalena, con los del colegio, donde no hubieramos sido mediopensionista.
Coger la Ruta 2 camino de Malpica la convertiamos en un trayecto al purgatorio, deseando cada día que el conductor siguiera camino a Barcelona en vez de parar frente a la valla de entrada donde figuraba un "vitor", que aquí tenía el doble sentido de universitario y franquista. Entre la barrera que se alzaba al paso del autocar y el monograma uno se hacia la idea aún más de que lo encerraban. Y este pensamiento no era nada justo. Ni por las compañeras, ni por los profesores, ni por las magnificas instalaciones y recursos que se ponían a nuestra disposición.
Una pena no haber disfrutado de unas instalaciones desaprovechadas en las últimas décadas por quienes no instalando allí algo; porque lo de la aluminosis no puede ser la única razón para echarlas a perder. Residencia para más de mil internas, cafetería, dos enormes comedores, aulas que iban de la A a la H en primero de BUP pero que aún mantenián 6 líneas en COU. Un cine-salón de actos de los de verdad, una enorme biblioteca, dos polideportivos, piscina cubierta, solarium, un campo de futbol de hierba con pista de atletismo alrededor, dos pistas de tenis, de baloncesto, laboratorios de química y de idiomas (donde te grababas lo ejercicios para posteriormente oirte), y que se yo la cantidad de cosas que el paso del tiempo ha podido olvidar.
Ah, y cuarenta años antes de tener estas ministras tan molonas que tenemos ahora, los profesores se dirijian a nosotros como "vosotras"; y los baños eran unisex. Eran unisex porque en los pabellones de las clases solo había baños para alumnas.
