Sintra, una pequeña localidad,
declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se sitúa a unos 30
kilómetros de Lisboa y muy cerca de Cascais; una excursión imprescindible para
quienes visitan la región.
Enclavada en medio de colinas
verdes cubiertas de bosques, con palacios y castillos que asoman entre la
vegetación, ofrece un ambiente romántico y misterioso. Calles empedradas con
tiendas de artesanía, pastelerías y pequeños cafés con encanto se suman a ese
efecto romántico.
Uno de los grandes protagonistas
es el Palácio da Pena, situado en lo alto de la colina. Este palacio de colores
vivos y arquitectura mezcla de estilos gótico, manuelino, árabe y renacentista
es uno de los símbolos de Portugal.
Otro lugar impresionante es la
Quinta da Regaleira, una finca rodeada de jardines enigmáticos, túneles, grutas
y el famoso Pozo Iniciático.
En la cima de otra de sus colinas
también se divisa el Castelo dos Mouros, una fortaleza medieval construida por
los musulmanes en el siglo IX, y en el corazón de la villa se encuentra el Palacio
Nacional de Sintra, reconocible por sus dos grandes chimeneas cónicas.
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