miércoles, 10 de diciembre de 2025

CALENDARIO DE ADVIENTO: Al calor del café


Hay lugares que no necesitan del Adviento para brillar más. El Café de Levante es uno de ellos, y en los veladores de la calle, a pesar de la fría noche que envolvía a Zaragoza, aún quedaba una persona sentada, resguardada entre sus ropas de abrigo plantando cara al cierzo de la calle Almagro. La vidriera del Café brillaba como un refugio cálido con sus detalles y curvas modernistas y un suave resplandor que invita a entrar y dejar el frio fuera.

Veía cómo servían vasos blancos y humeantes, cómo llegaban raciones de tortilla jugosa, cómo se repartían las tapas clásicas del "Café", granizados, churros y torrijas, en un ambiente que se acoplaba al invierno. Cada vez que se abre la puerta escucha el rumor acogedor de cucharillas, el murmullo de conversaciones y el olor a bebidas calientes y a leche merengada.

Solo tenía que entrar y disfrutar. Pero el Adviento es tiempo de espera; y en su calendario hoy tocaba seguir esperando. No sabemos si aguardaba a alguien o a algo. Tranquila, inmóvil, abrigada contra el cierzo, tenía la esencia misma del Adviento: esperar con calma, con esperanza. Quizá esperaba a un amigo que llegaba tarde, quizá un encuentro que llevaba tiempo deseando, quizá una noticia.; O nada; simplemente esperaba que llegara un momento especial, ese que a veces solo ocurre cuando uno se detiene, esperando una llamada, una compañía, una respuesta, o un cambio que sabemos que llegará, aunque no sepamos cuándo.




 

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