Nos gusta comprar adornos en La
Colombe. Esa tienda de la calle Mendez Nuñez, siempre llena de objetos que
parecen salidos de un cuento donde Campanilla sería la protagonista.
El cartel vintage de Papá Noel nos
recibe como un viejo amigo que nos saluda cada año, recordando las visitas
anteriores. Un caballito de madera, elegante y alegre desde su pequeño pedestal
con ruedas nos invita a pasar. Uno de esos objetos que La Colombe siempre
coloca estratégicamente, sabiendo que los clientes y viandantes nos sentiremos atraídos por la
mezcla entre nostalgia y fantasía.
El brillo de un árbol
magníficamente decorado se refleja en los cristales como un espejismo dorado; figuras
delicadas y adornos de todos los colores. Nunca sabes exactamente qué buscas,
pero La Colombe siempre se las arregla para ofrecer algo que no sabías necesitar.
Tal vez este año será una figura de madera, un pequeño ángel, o una esfera
pintada que atrapará la luz del salón.

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