martes, 26 de marzo de 2024

CARTAS COFRADES 2024-XIII:Martes Santo


La lluvia que habían abrazado la ciudad durante todo el Lunes Santo se disipó como si nunca hubiera estado allí. Detrás de un Lunes Santo lluvioso llegó un Martes Santo totalmente luminoso. Entre el fragor ocasionado por el agua caída y el resplandor del día despejado, la Semana Santa se renovaba. ¡Cofrades a la calle!

Y así ha sido, todas las procesiones en la calle, con el añadido del traslado de la imagen de la Virgen de la Divina Gracia por la Hermandad de San Joaquín desde el Hospital Provincial hasta San Cayetano. Ocho procesiones para un Martes Santo.

Hace años, el bueno de Luis Segura usó el nombre de un popular videojuego de origen soviético para calificar su arduo trabajo la noche del Jueves al Viernes Santo en el interior de San Cayetano. El “Tetris” de San Cayetano es algo que encanta nombrar a los medios de comunicación. Sin ser un “Tetris”, esta noche se ha liado un pequeño rompecabezas al añadirse una pieza nueva al puzzle del Martes Santo. “La Dolorosa” solicitó permiso a Junta Coordinadora y Policía Local para realizar ese traslado y había que volver a medir tiempos al moverse por lugares concurridos esta noche por “la Piedad”, “la Verónica”, la Oración en el Huerto… y dirigirse a san Cayetano, donde iban a terminar todas las procesiones salvo la de “la Eucaristía” y “el Despojado”. Tal es así que a la espontanea del Martes Santo se le pide “prisa” y no se corta el tranvía.

Tres años tiene esta procesión el Recuerdo, y ninguna ha sido igual; apunta. En 2022 el trayecto es desde el colegio compañía de María hasta la iglesia del Hospital Provincial, en cuya puerta se hace presente la imagen de la Virgen. En 2023 se inicia en el colegio, se recoge a la Virgen, que estrena peana, y se traslada a San Cayetano. En este 2024, el traslado se hace directamente desde el Hospital. La peana estrena dos faroles y la procesión, salvo el estandarte, no muestra ningún otro atributo para darle celeridad al asunto. Sin privarnos de las pertinentes marchas “lentas”, eso si.

Apunta otra cosa; el paso de esta procesión por la calle del Temple. Es de esos momentos de atracción y afecto por las calles viejas y estrechas que tanto gustan.

Toma más apuntes si no lo conoces. Una vez despedido el viacrucis del “Despojado” y oyendo a lo lejos los tambores de la Piedad que ya  vienen avanzando por la calle Alfonso, es un buen momento para acudir al denominado “Stabat Mater” de la Crucifixión en la plaza de la Seo. Viniendo del barrio Jesús, y tras atravesar el puente de Piedra, se celebra este acto, en el cual la imagen de Nuestra Señora de los Ángeles en su Tristeza se acerca a la imagen del Cristo del Honor y del Servicio, mientras una soprano interpreta una pieza del Stabat Mater de Pergolesi.

Estaba la Madre dolorosa
llorando junto a la cruz
de la que pendía su Hijo.

Su alma quejumbrosa,
apesadumbrada y gimiente,
atravesada por una espada.

¡Qué triste y afligida
estaba la bendita Madre
del Hijo unigénito!”

Instantes de recogimiento y de lo más emocionante lo que nos ofrece “la Crucifixión”.

Como lo es también la Estación en el Vía Crucis de la cofradía de Cristo abrazado a la Cruz y la Verónica en el Noviciado con las Hermanas de la Caridad de Santa Ana. Segundo año la imagen fundacional de la cofradía es portada en la hermosa carroza cedida por la cofradía del Santísimo Cristo de la Paz y Santo Lignum Crucis de Calatayud. 

Casi da pena que se acabe este luminoso Martes Santo; ese que ilumina cada año las llamas de velas y faroles de la Eucaristía y que reflejan el blanco y amarillo de sus túnicas y capirotes; ese que iluminan las largas filas de hachas de la Piedad. O la inmaculada saya que este año mostraba el Cristo de la Oración, más sencillo que nunca, tan luminoso como siempre, en una noche que nos adentra en un nuevo Miércoles Santo teñida de blanco y morado con las jotas y redobles de despedida del Descendimiento y Lágrimas de Nuestra Señora.

 

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lunes, 25 de marzo de 2024

CARTAS COFRADES 2024-XII: Lunes Santo

 



Si hay que suspender por lluvia, que sea en días como hoy; de esos que ya unas jornadas antes todas las predicciones apuntan a que va a llover. No solo eso, sino que llegado el día amanece lloviendo y con ganas; insistente durante toda la jornada y sin atisbo de que dejara de hacerlo.

A nadie pilló por sorpresa que las procesiones de este Lunes Santo de 2024 fueran canceladas. La frustración fue menor y las decisiones asumidas. En medio de la desilusión, la lluvia creó una extraña sensación de tranquilidad, recordándonos la fragilidad de los planes humanos y la necesidad de aceptar lo que no está bajo control.

Tarde de planes alternativos; de ceremonias y actos en la quietud de las iglesias. No tener que esperar a última hora para tomar la decisión se agradece en la Parroquia de San Lamberto, donde la cofradía de las Negaciones tiene que montar, con varias horas de antelación, su paso en la calle. También en la parroquia de Nuestra Señora de Lourdes en Valdefierro, a donde tienen que desplazarse los de la Llegada al Calvario desde el barrio Oliver.

La lluvia nos ha privado de una de las estampas que generaban expectación e ilusión en esta Semana Santa. Ver al Cristo de la Exaltación erguido sobre la peana insignia de la cofradía. Imponente imagen, como recordamos al verla en la procesión extraordinaria del mes pasado. El único ejemplo de Cristo castellano de nuestra ciudad, algo que no debemos de olvidar (no solo nos nutrimos de neobarroco sevillano), portado en hombros al estilo zamorano. Lo dicho, una pena. Habrá que esperar al 2025 para acompañarlo, para acompañar a los cofrades de la Exaltación de la Santa Cruz en su llegada a la Real Maestranza de Caballería a la cofradía de la parroquia de Santa Gema.

Donde sí que acuden los cofrades, con sus hábitos y capirotes, es a Santa Engracia. La suspensión no se comunica hasta la hora de la procesión. Pero allí también acuden miembros de la Columna, pues por todos era aceptado que el acto de las Tres Caídas se tenía que celebrar en el interior de la basílica.

Y lo mismo ocurrió en San Miguel. Los Nazarenos, antes de iniciar el viacrucis hacia San Cayetano, realizan la imposición de cíngulos, y esperaban esperanzados durante la ceremonia aquello que no se cumplió.

Con la Dolorosa teníamos la procesión del Recuerdo en su tercera edición. Y aunque la suspensión estaba clara, quedaba por decidir donde se realizaba el acto de recogimiento y hermandad. Dado que la procesión se inicia en el Colegio Compañía de María para acudir a la iglesia del Hospital Provincial y recoger a la imagen de la Divina Gracia, dos templos optaban al ceremonial. Lógicamente, el lugar donde esperaba la Virgen fue el elegido; y allí se dirigieron los cofrades y miembros de la comunidad escolar para recordar a todos aquellos que nos dejaron. Habrá que esperar a las primeras horas del Sábado Santo, si el tiempo lo permite, para contemplar los dos nuevos faroles con los que se concluye la peana procesional estrenada en la procesión de 2023, viniendo a sustituir la utilizada desde 1987.

Y a nadie pilló por sorpresa, aunque las redes ajenas echen humo, la salida desde San Gil de la procesión de las Siete Palabras. Recorrido corto por Don Jaime, Espoz y Mina y Manifestación bajo una cortina de agua, y antes de las diez de la noche “el Cristo de la Peana”, “el Cristo de las Siete Palabras” llega a San Cayetano.

Ante quienes critican el riesgo al que se expone el patrimonio en noches como la de hoy, desde la cofradía alegarán que la madera recibe un tratamiento de encerado incoloro a base de cera natural de abeja y plantas como la carnauba, que otorga una superficie elástica microporosa que protege la madera contra los factores externos, repeliendo el polvo y haciéndola resistente ante la humedad.

Al año que viene cumplirá esta imagen los 25 años. Anda que no le ha llovido en este cuarto de siglo.

 

 

 

 

 

 

domingo, 24 de marzo de 2024

CARTAS COFRADES 2024-XII: Domingo de Ramos

 


Durante la retransmisión televisiva del “Pregón”, preguntaron a los comentaristas invitados por qué esta Semana Santa va a ser especial. Difícil encontrar respuesta a una pregunta tan general, difícil hacer una enmienda a la totalidad cuando abrimos una Semana Santa que esperamos con normalidad. Es más fácil encontrar “lo especial” a nivel personal cuando es la primera vez en algo, cuando te falta alguien, cuando “a toro pasao” a ocurrido algo que no esperabas.

También las Semana Santas pueden ser especiales cuando celebras un aniversario. Este año tenemos los 75 años de las imágenes titulares de la Columna o la Dolorosa, o los 25 años el paso a costal de la Virgen del Dulce Nombre en la Humildad. Y seguirá siendo especial para la cofradía de Jesús abrazado a la Cruz y la Verónica, que volverá a estrenar figuras en su paso. Para todas ellas, y la que estrenen otro tipo de complementos procesionales será una Semana Santa especial, como para todos los que las podamos vivir.

 Pero de momento queremos una semana normal, como lo ha sido este Domingo de Ramos, con todas las procesiones en la calle y recibiendo de cada una de ellas aquello que esperas, aquello que buscas.

Recibiendo a la Entrada con ramos y palmas, que si no las llevas te las facilitan en la plaza de San Cayetano, para acompañarla, por segundo año consecutivo por las estrechas calles de la Seo para, en la plaza escuchar la predicación y pasadas las 15,30 horas despedir una entrada triunfal en Jerusalén al son conjunto de sus carracas y tambores en una ”calandina” llevada al extremo en sonoridad, velocidad y emoción perfectamente ejecutada. Una suerte pertenecer a la cofradía de la Entrada; todo aquello que se haga con respeto, pega, encaja en una día alegre y brillante con una mañana como la de hoy.

También con normalidad, con mucha más que la del año pasado tras lo que se sufrió en el pregón de 2023, ha discurrido la procesión de la Crucifixión, que hace especial el Domingo de Ramos en el barrio de Torrero y en sus franciscanas parroquias, aunque con salida en la iglesia castrense de San Fernando. Y allí procesionó la Virgen de los Ángeles estrenando un nuevo terno bordado en Sevilla

Y es lo normal, pero tan especial como la que más es la procesión de la Coronación de Espinas en viacrucis con su Cristo Coronado de Espinas por el barrio de San Gregorio y su paso por el recinto del Hospital Royo Villanova. Nunca dejará de ser especial el rezo de esas dos estaciones en la puerta y la ofrendad flores dedicada a enfermos y personal sanitario. Como dicen desde la cofradía; una manera de acercar la Semana Santa a quien no puede hacerlo por enfermedad o trabajo.

Y que decir de lo especial que tiene la Estación de Penitencia de la Cofradía de Jesús de la Humildad, tan única, tan distinta a cualquier otra de las que acompañamos hoy y estos días. Y si el año pasado estrenaba túnica Cristo, este año le toca a la Virgen hacerlo con una espectacular saya en tono rosa y unos complementos dorados y en relieve. Y un nuevo banderín con motivo del patronazgo de estas advocaciones de los donantes de órganos de Aragón. Túnica, saya, banderín, todo bajo diseño de Víctor Carazo, el artista de moda de estos años, y las manos del grupo de costura de la Hermandad. Tiene mérito y hay que reconocerlo.

La primera “levantá” dedicada al 110 aniversario de la Banda de Ejea, la protagonizada por Emilio Sánchez, “la petalá” a mitad de calle Doctor Palomar, el recibimiento en San Nicolás, el cirio de “Lágrimas de Vida”, el elegante exorno floral, el recibimiento del Arzobispo y la alcaldesa en la plaza de la Seo, la última “chicotá” con los costaleros del Dulce Nombre  entonando “Encarnación coronada”… todo es tan especial.

Pero volvamos a la Seo, en esa hora mágica pasadas las 20,30 horas. Como decimos todos los años, en un reducido espacio se unen formas tan distintas de formular una procesión; la del bullicio que acompaña a la Humildad con sus bandas y “costalerías” que contagian de fervor y entusiasmo al público asistente, al estruendo de los tambres que llegan con la Humillación avanzando por la plaza del Pilar, y la sobriedad del Ecce Homo que invita al recogimiento y silencio al toque de sus matracas.

La Humillación tendrá su año especial cuando incorpore a su enorme paso una serie de figuras que compondrán la sentencia de Pilatos. En algún sitio se ha leído que la escena incorporará a Barrabás. Ojala, es de los escasos personajes que faltan en nuestro evangelio público.

¿Seguimos con cosas especiales?. Lo ha sido la saeta que ha recibido Jesús de la Humillación a su paso por la calle Fuenclara desde el balcón de la Casa de la Marimorena cargo de Fran Ropero. Y también lo ha sido el rezo de las catorce estaciones con el texto inspirador del entonces Cardenal Ratzinger para el Viacrucis den el Coliseo Romano el Viernes Santo de 2005.

Pero el Ecce Homo nos lleva al puente de Piedra, acompañados por su homóloga soriana, que devuelven la visita hecha por la zaragozana a la procesión de las palmas de la ciudad castellana. Que mejor escenografía para una procesión zaragozana, cruzando el Ebro, con el Pilar de fondo camino de Altabás.

Toda procesión en San Pablo tiene un poso especial, como lo es el tradicional viacrucis del Silencio y “las Esclavas”. De las saetas escuchadas en la Humildad y la Humillación, nos vamos a las jotas con las que es recibido Nuestro Padre Jesús de la Agonía, que tras la restauración de 2023 sabemos que no es obra de Jerónimo Nogueras. Nos da igual… ni la devoción ni el apego por la talla será cambiado.

Acompañar a Jesús Nazareno supone hacerlo a una procesión con más de 250 años de antigüedad en la tarde del Domingo de Ramos. El Nazareno lucía una antigua corona de madera, en conmemoración de los 80 años en la parroquia de San Miguel, y en este 2024 con tal presencia de cofrades, que hace pensar a la Esclavitud si es la procesión con mayor presencia en su larga historia. Las voces joteras de María Pilar Visiedo y Miguel José Serrano también pusieron la nota de emoción aragonesa. 

Y se acerca el Prendimiento rezando los Siete Dolores en larga procesión desde el colegio Pompiliano. Enorme la participación de la cofradía escolapia, acompañando al paso de la Dolorosa y a la peana del Cristo de Daroca.

Al año que viene, esta procesión de “El Dolor de la Madre de Dios” cumplirá 15 años. Surge  en 2011 cuando el paso de la Virgen recupera el palio que le imposibilita la salida del colegio Calasancio, que es donde iniciaban la procesión del Jueves Santo. Por esto surge esta nueva procesión, al que le dan el sentido del rezo de los Dolores y seguir manteniendo vinculación con los colegios escolapios.

Siendo un largo y a veces poco amable recorrido, han sabido encontrar momentos especiales y de gran significado para la lectura de los Dolores. Así el IV, María encuentra a su Hijo camino del Calvario, se realiza en Santa engracia con la presencia de la cofradía de Jesús Camino del Calvario. El V Dolor, Jesús muere en la Cruz, es en San Gil con la presencia del guion y de la peana de las Siete Palabras. Y el VII, sepultura, que mejor lugar que al termino de la procesión en San Cayetano, con una oración ante el Cristo de la Cama.

Un domingo de Ramos de lo más normal… de lo más especial.

sábado, 23 de marzo de 2024

CARTAS COFRADES 2024-XI: Sábado de Pasión


Y tras el preámbulo de "las extraordinarias" y "las del Viernes de Dolores", llega "el Pregón". Con sus más de 50 años de celebración, varias generaciones lo han vivido, lo han presenciado o han participado en él. Y que no por vivirlo año tras año, no debemos dejar de sentirla como una procesión cargada de simbolismo que arropa la lectura del Pregón y que contribuye a crear un clima de convivencia, cohesión y sentido de pertenencia entre los cofrades. Es más, algunos hasta se sienten de "la cofradía del pregón".

Un pregón que no discurría con la normalidad del de hoy desde 2019. El del año pasado se interrumpió bajo la lluvia; en el del de 2022 hasta las bocas de las cornetas llevaban mascarillas... los dos anteriores, aunque no los olvidamos preferimos no recordarlos.

¡Bienvenido Pregón 2024!. Y que vamos a contar desde estas cartas de una procesión dominada por terceroles y hábitos negros, iniciada marcando el paso al son de la lenta, con intercambio de redobles entre el grupo principal y el piquete, y que concluye de nuevo con la lenta en transición a “Zaragoza” con todos los instrumentos al unísono.

Cada cofradía organizadora tiene la potestad de dotar a la comitiva de su impronta; y el Pregón por una tarde la hace de todos. Porque el Pregón es unidad, es comunión entre todas las cofradías; especialmente desde que en 1993 la Exaltación regalara “Zaragoza” y las marchas del Pregón; las cuales se han ido ampliando con “Pregonera” allá por el 2009 cuando le tocó a la Coronación, o con “50 aniversario”, compuesta por el grupo de instrumentos que colabora con la Comisión de Instrumentos de Coordinadora que, básicamente, son todos de Coronación (todo hay que decirlo).

Ya que nos hemos animado con los toques, seguimos con estos. En 2012, con los Nazarenos llegó “Plaza del Pilar”; y con esta seguimos con ese carácter de unidad que caracteriza al pregón. Se compone para aunar en su toque a tambores, bombos y timbales, con matracas y carracas. Solo se toca en la plaza del Pilar, mientras se realiza la Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar. Nada hay peor en una procesión, que un “impasse” de espera sin saber que ocurre. Regalos que nos otorga el pregón.

Y llegó el momento de don Armando Serrano Martínez. Menudo curriculum el suyo; como el de todo aquel que ha sido protagonista a lo largo de los años desde esa tarima delante del retablo de Pablo Serrano. No debe de ser fácil encontrar pregonero. Cuando se plantea cambiar el modelo de esta tarde, hay quien apunta que su elección debería ser por parte de la Junta Coordinadora. Si ya a una cofradía le puede costar la designación, cuando es algo que acontece cada 25 años, e involucra a personas distintas a moverse en estos menesteres, que no supondrá para una Coordinadora más limitada en número de miembros y hacerlo año tras año.

Ser pregonero tampoco es tarea sencilla; tener que transmitir lo mismo que ya han contado los que te precedieron, pero de manera distinta. Hoy tocaba hacerlo desde el punto de vista del historiador, como en su momento lo ha sido desde el punto de vista del periodista, del religioso, del músico o del artista. Y así, año tras año agrupamos la visión particular de esta Semana Santa nuestra, bajo el manto protector de la Virgen del Pilar, que no tiene “Salzillos” pero si Santo Entierro y mucha historia, que se viste con diferentes colores y se cubre con capirotes y terceroles, con bonetes, velos y capuchas franciscanas. Y sobre todo que tiene tambores, timbales, bombos, matracas, carracas… sin olvidarnos de las cornetas y las heráldicas.

“Por eso, en esta noche que abre los días Santos, quiero proclamar aquí que esta ciudad camina con vosotros, se ilumina con vuestros faroles, se emociona con vuestros tambores y reza con vosotros. Por lo tanto, yo os convoco, cofrades de esta inmortal ciudad, a romper el silencio de la noche e iniciar vuestro caminar por las calles llenándolas de fe y esperanza en la Resurrección. Y así, de nuevo, vuestros tambores marcarán el sentimiento y los latidos del corazón de toda la ciudad en esta Semana Santa de 2024, como lo habéis hecho durante siglos, como lo haréis siempre” (Don Armando Serrano Martínez)

 

 

 

 

viernes, 22 de marzo de 2024

CARTAS COFRADES 2024-X: Viernes de Dolores


Ha llegado, para muchos, el viernes más esperado del calendario. 

El Viernes Santo es el más importante, sin duda, para la Iglesia en general y para cofrades en particular. Pero el Viernes de Dolores es como el gozo de cualquier víspera, cargado de rituales y tradición cofrade. Y, como casi todo debe de estar preparado para lo que tenemos en puertas, raro es que haya ensayos o reuniones. Todo son actos, rituales y liturgias. Gestos de devociones que transcienden generaciones. 

Y procesiones. Puerta abierta a la Semana Santa que se adelanta al pregón de mañana. Noche de viacrucis y oración. De 14 estaciones y “siete dolores”. Redobles e incienso en calles, iglesias, colegios... Toques de instrumentos en el Colegio del Salvador o en los Agustinos, y "salve" a la Virgen de los Dolores en San Cayetano, en Santo Tomás, en San Pablo... Desde las céntricas iglesias de secular historia y arraigo cofrade a las de barrio que se incorporan al rito. Desde la misma basílica del Pilar, San Felipe o el Portillo, a la parroquia del Corpus Christie o a la de San Valero.

Con pequeñas andas, con peanas o con el mayor paso a costal que recorre nuestras calles. Con sección de tambores o banda de cornetas contratadas en Valladolid para colaborar con la Pro-Hermandad del Santísimo Cristo del Amor y Buen Fin y de María Santísima de la Esperanza.

Una las primeras noticias que aparecieron este año en la prensa llevaba el titular “una nueva cofradía en ciernes”. Ojalá fuera verdad y se integren en la Junta Coordinadora. Lo de ver su "misterio" en el Santo Entierro es otro cantar; ya sabemos que la procesión general y el paso a costal no maridan como nos gustaría.

Pero volvamos al inicio de la carta. Iniciamos una pausa en el ritmo de la vida cotidiana. Es un día de recuerdos, de ausencias, de atardeceres donde el aire se llena de incienso y melancolía. Cofradías que celebran sus misas de difuntos, que graban los nombres de los que nos dejaron en los "mementos". Entre el aroma de flores e incienso y el eco de rezos y plegarias, el Viernes de Dolores se convierte en un recordatorio, una fecha de luto, pero también de esperanza y fe renovada tras superar la Cuaresma camino de la Pascua.