miércoles, 23 de abril de 2025

POR ARAGÓN: La ermita de San Jorge de Huesca















A las afueras de Huesca, en lo alto de una suave colina, escenario de leyendas, batallas y celebraciones populares, se alza la Ermita de San Jorge. Se construyó para conmemorar la Batalla de Alcoraz, librada en 1096 cerca de Huesca. Esta batalla fue clave para las tropas cristianas, dirigidas por el rey Pedro I de Aragón al recuperar la ciudad de Huesca del dominio musulmán, y la leyenda cuenta que en esa batalla San Jorge se apareció en el campo de combate para ayudar a los cristianos. Por eso, desde entonces, se le venera como patrón de Aragón. Y a pesar de esto, la ermita sorprende su sencillez. Por estas tierras somos así. El actual edificio fue construido en el siglo XVII.

En los alrededores hay zonas con merenderos y pinares, muy frecuentadas por familias y grupos de amigos durante todo el año. Pero cada 23 de abril, como hoy, en el día de San Jorge, el cerro cobra vida. Desde primera hora de la mañana, cientos de oscenses suben caminando hasta la ermita para celebrar su patrón. Se oficia misa, hay música, actividades para niños y no falta la comida campestre entre amigos y familiares bajo los pinares cercanos.

Estando solo a 4 kilómetros del centro de Huesca, puedes ir andando o en bici. Y desde allí, y más si subes al campanario, las vistas del perfil de la ciudad, los campos cercanos, el prepirineo y más allá el Pirineo en el horizonte.


 

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