Entrando en la semana que nos conduce a la celebración del pregón, es un buen momento para poner fin a este serial bibliográfico con el que nos hemos entretenido este año.
La celebración del 75 aniversario
de la Junta Coordinadora de Cofradías suponía una oportunidad para poder
agrupar en una publicación todos los textos de los pregones de nuestra Semana
Santa, un deseo perseguido desde hace tiempo.
No se trataba de realizar la
historia de la procesión del Pregón en torno a sus itinerarios, lugares de
celebración, características diferenciales de cada año, novedades o
personalidad de cada uno de los pregoneros.
El reto queda ahí para quien lo quiera emprender
Contábamos con la referencia del
artículo firmado por el recordado Manuel López Calvera para la Revista de la
Junta Coordinadora de 2010 y con el tremendo trabajo realizado por David
Beneded Blázquez en la web de las Siete Palabras. Ahí sí que se recoge la
historia y puede ser un punto de partida para hacerla. Ambas fuentes nos
situaban en 55 los pregones realizados.
Lo que recoge este libro no es la
colección de los pregones en toda extensión, en todo su discurso, sino que de
cada uno se presenta un resumen recogiendo su esencia, esencia que, en la
mayoría de los casos viene dada por la personalidad intelectual o profesional
del pregonero o por la coyuntura del momento que tocaba vivir.
En la presentación del libro, que
aconteció el 29 de febrero en la sede de la Universidad San Jorge, se dieron
tres motivos que condujeron a esto.
El primer motivo, la magnitud de
la colección de pregones, que iba a condicionar el volumen del tomo y se disponía
de un presupuesto ajustado. Contaron como anécdota que los 20 primeros “word” recopilados
superaban los 160 folios, y se esperaba llegar a los 55 pregones. Esto llevaba
a una proyección de cercana a los 500 folios.
500 folios a los que habría que
añadir los textos de presentación, intervenciones de autoridades, y el breve
encuadre teórico más la inclusión de la colección de carteles anunciadores de
cada Semana Santa. Desde el principio se pensó en incluirlos por dos razones: Se
hacía más amable el libro con las ilustraciones y por la ocasión que se ofrecía
de poderlos recoger en una publicación, aprovechando la labor de compilación que se hizo en su día desde la
Cafetería La Pasión, junto al trabajo expositivo de la Asociación para el
Estudio de la Semana Santa en 2021
El segundo motivo era un
problema; existían lagunas para encontrar todos los años. El pregón se realiza
ininterrumpidamente desde 1973, y hubo tres anteriores en 1957,1958 y 1959. Ni
en el comentado artículo de Manuel López Calvera de 2010, ni en el trabajo de
David Beneded para la web de las Siete Palabras aparecen el nombre de los
pregoneros de los años 1978 y 1981. Y junto a estos faltaban los textos de los
años 1958 y 1959 junto a los que van de 1973 a 1980, más 1982 y 1988. 12 en
total
Estas lagunas se cubrieron
recurriendo a la hemeroteca. Hasta la desaparición en 1977 de El Noticiero,
periódico de línea editorial católica, todos los años había crónica del pregón,
las cuales se han plasmado pudiendo recurrir a párrafos extensos o frases
pronunciadas por el pregonero.
En el arduo trabajo desarrollado
por Pedro Luis Ferrer y David Beneded para su libro 85 veces siete se
encontró en El Amanecer un artículo referente al pregón de 1978, cuyo
pregonero no fue otro que José María Zaldívar Arenzana, que ya lo había
sido en otras cinco ocasiones anteriores, quedándonos de este modo en blanco
los años 1979, 1980, 1981, 1982 y 1988.
El pregonero de 1981 seguía sin
conocerse el día de la presentación, a pesar de recurrir a archivos de las
cofradías, a programas de estas, a cofrades, a amigos cofrades periodistas del
Heraldo que pudieran bucear más a fondo en su hemeroteca…. a la Hoja
Parroquial… Y Convencidos de que alguien terminaría encontrándolo, fue el
propio autor del libro quien lo consiguió en una publicación que veía todos los
día en las baldas cofrades de su casa.
El tercer motivo; el contenido de
los pregones. Como no puede ser de otra manera, el fondo, la esencia de cada
pregón es la misma; esto hace que si te lees uno tras otro todos te estén
diciendo lo mismo de manera reiterativa: Agradecimientos a las autoridades
presentes, a la Junta Coordinadora y a la cofradía delegada, desde la humildad
de quien considera un honor haber sido designado pregonero. Alabanzas al marco
incomparable de la plaza del Pilar cuando se ha celebrado en esta, y en solo seis
ocasiones se ha dejado de hacer, encontrándonos bajo la protección de la Virgen
del Pilar, incluso del Ebro. Referencias a la antigüedad de nuestra Semana
Santa, al Santo Entierro y a la Sangre de Cristo. Listado de las cofradías,
referencias a los capirotes, a los terceroles, al color de las túnicas y a los
distintos misterios y advocaciones que vamos a procesionar durante la semana. Referencias
a la caridad y beneficencia en décadas pasadas o a la obra social de
hermandades y cofradías que los son durante los 365 días del año. Y por
supuesto al sonido de tambores, timbales, bombos, sin olvidarnos de las
cornetas, heráldicas, las matracas, las carracas o las campanas…. Tal o cual
referencia puede faltar, pero nombrar a los tambores es como una obligación
para el pregonero.
Por último, también nos contaron como
es recurrente, sobre todo cuando la persona que realiza el pregón es
zaragozana, justificar, que no tenemos Salzillos ni Gregorio Fernandez, ni Juan
de Mesa entre nuestros pasos, y aludir a los Sitios de Zaragoza y la
destrucción del Convento de San Francisco y recurrir al salvamento del Cristo
de la Cama.
Apuntaba el compilador de la
publicación en su presentación que uno de los pregoneros, el Cardenal Amigo
(2012), en un acto de la Asociación para el Estudio de la Semana Santa (2014)
dijo algo así como que la mejor Semana Santa era la suya, la de su pueblo, la
de cada uno de los pueblos y ciudades de las que somos cada uno. A los de
Zaragoza nos va más el justificar porque no tenemos la mejor Semana Santa.
Cardenales, obispos, sacerdotes,
religiosos, teólogos, exministros, alcaldes, políticos, médicos, abogados,
periodistas, locutores, historiadores, escritores, militares, músicos,
profesores universitarios… hasta cofrades forman el amplio elenco de pregoneros
y pregoneras de lujo que ha tenido nuestra ciudad.
Cada uno de ellos supo dar a ese
contenido su impronta y el carácter de su labor o profesión. Y así nos
encontramos con pregones con una gran carga teológica, o simplemente pastoral.
Incluso los de 1983 y 1984 fueron la homilía de la eucaristía celebrada en el
Pilar por don Elías.
Lecciones de historia, o de arte,
crónicas periodísticas o radiofónicas de aquello que ya pasó o que estamos
dispuestos a celebrar, divulgación de las bondades turísticas de nuestra
ciudad, poesía, música o relatos novelados (Ángeles Irisarri, 2015, posiblemente
el más distinto y original). Y sentimiento cofrade con muchas vivencias en
aquellos que lo eran.
Todos esto nos vamos a encontrar
acercándonos a Pregones de pasión, un legado de la Semana Santa zaragozana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario