viernes, 2 de mayo de 2025

POR ESPAÑA: Ojo de Guareña




























Continuando el periplo por las Merindades, llegamos a uno de esos rincones que mezclan historia, espiritualidad y naturaleza de forma asombrosa: la ermita de San Bernabé, encajada en la boca de una enorme cavidad conocida como el Ojo de Guareña.

Este lugar impresiona desde el primer momento. La ermita está literalmente excavada en la roca, fundiéndose con el entorno como si siempre hubiera estado allí. Forma parte de un complejo kárstico gigantesco, uno de los más extensos de Europa, con más de 100 km de galerías subterráneas.

La ermita es la entrada principal del complejo de Ojo Guareña y es parte de las cuevas. Se desconoce la fecha de su construcción, unos la sitúan en los siglos VIII-IX, pero se cree que es del siglo XIII. Comenzó estando dedicada a San Tirso y en el siglo XVIII reúne a las dos advocaciones, prevaleciendo el nombre de Bernabé pues su fiesta se celebra en junio mientras que la de Tirso sería en enero. Las reformas de acondicionamiento comienzan a mediados del siglo XVII. En el interior, los frescos que decoran las paredes de la ermita, algunas deterioradas por las filtraciones del agua de las corrientes de la gran cueva, narran milagros y leyendas, y aunque el paso del tiempo los ha desgastado, conservan una fuerza expresiva dignas de admirar. Lo mismo que, una vez afuera, la vista del desfiladero y del entorno natural facilitan imaginar por qué este fue un lugar de culto desde la antigüedad.


 

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