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Durante la estancia de Bécquer en el Monasterio de Veruela, allá por 1863, escribió el cuento "La corza blanca", leyenda que sitúa "en un pequeño lugar de Aragón y allá por los años de mil trescientos y pico" y en la que el caballero don Dionís, acompañado de su hija Constanza, sale un día cazar se encuentra con un pastor que le dice que ha visto una corza blanca al frente de un rebaño, que en vez de berrear, ríen.
Estos días ha sido noticia por estos lares al otro lado del Moncayo el avistamiento de una corza blanca. No hemos tenido la suerte de verla, pero corzos, lo que se dice corzos, a cientos. Cada año más. Antes salíamos a buscarlos en nuestros paseos en coche por las pistas del Pinar Grande, o por los campos de trigo de Cabrejas, Abejar, Vadillo.... Era un divertimento cuando no teníamos algo mejor que hacer, o simplemente los veíamos al volver de excursión. Ahora te salen al encuentro en cualquier momento.
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