Como ocurriera con la Hoz de Orillares, de La Cuenca tenemos referencia a partir de "Sorianitelaimaginas", cuando está a poco más de 30 kilómetros de nuestros cuarteles de veraneo. Cerca de todo, pero aislado. Un pueblo rodeado de sabinas, encinas, enebros y tierras de labor, al que accedimos por una pista de tierra, el Camino del Viso, desde la carretera que arranca de Abejar hacia Aldehuela de Calatañazor. Tiene otra carretera que le une a la Nacional entre Soria y el Burgo de Osma. Lo dicho, está cerca de todo, pero a La Cuenca hay que ir de propio al no estar en ninguna ruta. Pero merece la pena salirse de ellas.
Sus casas son típicas de la arquitectura serrana, con sus paredes de adobe, sillares y cañas y la característica chimenea cónica de los pinares. Merece la pena pasear por esas calles que han mantenido casi intacto su caserío integro desde el siglo XVIII.
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