miércoles, 12 de marzo de 2025

CARTAS COFRADES 2025-I: Como siempre


Como siempre queremos empezar a franquear estas "cartas" una vez presentado el cartel de la Semana Santa, y en este 2025 se nos ha hecho larga la espera, como nos ha pasado con la llegada de la Cuaresma, que se hizo de rogar. Algunos años es ver la espalda del rey Baltasar y ya distinguimos en el calendario el Miércoles de Ceniza; cosas del primer plenilunio de primavera que en esta ocasión nos dejará en puertas de San Jorge.

Larga espera con extensa "precuaresma" preñada de preparativos, actos, conciertos, cultos, triduos, quinarios y presentaciones de libros, de revistas. Hasta hemos celebrado ya el primer viernes de marzo. Se nos iban acumulando temas para estas cartas. Tanta demora que a  uno le dio por imaginar como sería el cartel. No como lo haría él, porque no tiene ni idea, sino como lo harían otros. Era fácil acertar el protagonista, como no podía ser de otra forma, dado los cánones establecidos en los últimos tiempos. Se podría haber centrado, o haber hecho compartir protagonismo con otros referentes o símbolos de la Hermandad de la Sangre de Cristo, pero la imagen de la Cama, por todo lo que significa para nuestra Semana Santa, siempre aparecía en la fantasía imaginativa. 

Descartábamos la aparición de instrumentos, algo que a algunos alegrará, y también la presencia de hermanos, en esta cofradía demasiado fáciles de identificar.

En cuanto al monumento que iba a servir de telón de fondo, El elegido, su encuadre y enfoque, supera nuestras limitadas expectativas, que lo situaban en San Cayetano (lo que hubiera supuesto repetir con el de 2024), o en todo caso bajo su "monumento" en los días santos.

La fotografía captura el relieve de Pablo Serrano de la fachada de la basílica del Pilar, otorgando también protagonismo a la devoción zaragozana por excelencia, uniéndola a la del Cristo transportado en su carroza durante el Santo Entierro. Como nos dicen desde la Junta Coordinadora "un fuerte contraste entre la escena de la Pasión y el simbolismo de la vida eterna". Tradición y modernidad; solemnidad, devoción y una Zaragoza de siempre; esto nos transmite el buen cartel de Jorge Sesé. Si la fotografía es buena, y siempre lo es, el cartel también, pero sin más trascendencia que el año que le toca anunciar; atemporal en el tiempo pues no representa ningún estilo pictórico o corriente de diseño. Atemporal al menos a partir de 1968, fecha de la obra de Pablo Serrano, y acotando los años de actividad del fotógrafo con el paso del Santo Entierro por la bandeja de la plaza del Pilar en la dirección que muestra la Cama.

Los carteles de nuestra ciudad no corren el riesgo que ofrecen los de otros lugares donde terminan adquiriendo un protagonismo que desvía la atención sobre lo que se anuncia. Carteles que se convierten en tema de conversación y fenómeno viral en redes con sus correspondientes memes. Tensión entre tradición y modernidad, entre los que consideran que debe reflejar el carácter religioso de lo que celebramos y no solo su valor cultural o turístico.

Los carteles que apuestan por un enfoque contemporáneo, abstracto o minimalista generan críticas entre quienes prefieren representaciones más clásicas y devocionales, interpretándose como faltas de respeto el uso de colores llamativos, formas geométricas o símbolos no tradicionales, especialmente cuando se prioriza la estética sobre la simbología cristiana. Por contra, alguno de ellos terminarán trascendiendo a la historia de la cartelería, bien por la calidad del diseño, por la firma de su autor, o por todo el debate que generó.



 

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