miércoles, 29 de enero de 2025

SAN VALERO 2025


Cada 29 de enero, Zaragoza se despierta con el cierzo como protagonista y el espíritu festivo de San Valero, su patrón. “San Valero, rosconero y ventolero”, repetimos los zaragozanos, combinando el dulce sabor del día con el cierzo que raro es que falta a la cita en la ciudad.

La Plaza del Pilar se convierte en un festín donde espera un gigantesco roscón. Sus colores brillan bajo la luz de la mañana: la fruta escarchada como joyas, el azúcar como una nevada reciente, y su aroma envuelve a los vecinos que hace fila con abrigos y bufandas.

Y allí que van los gigantes y cabezudos, que despiertan de meses de letargo para recorrer las calles como si bailaran con el viento. Aparecerán los gigantes, con sus majestuosas figuras que se balancean al ritmo de los Gaiteros de Aragón. El Rey y la Reina avanzaban con elegancia, mientras el Chino y la Negra, el Duque, la Duquesa, Don Quijote, Dulcinea… con su imponente altura, arrancan aplausos y sonrisas. Y ahí que viene el Morico, el Berrugón, la Forana, el Azutero…, moviéndose rápido entre los niños que corren y gritan entre risas.

Los más devotos acuden a la Seo para rendir homenaje al santo, recordando la figura de Valero, obispo de Zaragoza y símbolo de resistencia y fe. Una buena ocasión para disfrutar de la catedral, abierta durante todo el día. Y si te quedas tras la misa de las 19,30, te llevas las explicaciones del canónigo Ignacio Ruiz sobre la Seo y su retablo. Para otros, el día es una oportunidad de disfrutar las actividades culturales y conciertos que llenan algunas plazas. Porque San Valero no son solo roscones y viento, es alegría compartida, el sabor del invierno tras la Navidad y el calor que surge cuando toda una ciudad celebra junta.


 

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