sábado, 6 de marzo de 2021

CARTAS COFRADES 2020-VI: El escaparate

Ya queda menos para que dejen de ser noticia los cierres de tiendas con encanto, esos comercios con historia de arraigo en una calle, en una ciudad. En las más comerciales del casco histórico de Zaragoza pocas quedan por liquidar y las franquicias ocupan su lugar. Establecimientos que igual te encuentras en una calle de Pamplona, de Sevilla, de Santander, de Albacete, de Madrid o en "una calle de París" que "me recuerdan todo aquello que ya vi".

En cuestión de escaparates todas las ciudades tienden a igualarse. Una pena porque un negocio integrado en el devenir del tiempo de una calle, capaz de tomarle el pulso a la ciudad y latir al compás que marcan las celebraciones y festividades de esta se une a ellas desde su escaparate formando parte de lo que se celebra. De esto, las pastelerías saben mucho; y tal vez lo tengan más fácil, pero los buenos comercios saben del papel de sus vitrinas para distinguirse de los demás y crear una capacidad de seducir a la clientela. 

No podemos decir que Semana Santa, en cuestión de escaparates, sea como Navidad en nuestra ciudad, que estos sirvan de reclamo  y creen fascinación para los transeúntes ante los días que se aproximan. En otros momentos hemos tenido una calle Alfonso cuyos mostradores  servían de exposición de enseres, carteles o adornos de cofradías, entre otras cosas, porque sus dueños eran cofrades, o porque se lo pedían clientes y amigos cofrades a modo de favor. Pasabas por la guantería de Mendez Nuñez y recordabas que este año tocaba comprar guantes, o por la Cordonería de la calle Contamina, que luego pasó a Espoz y Mina, y no se te podía olvidar renovar una vez más el cordón de la medalla. Tiendas que ya no están y que, como tantas otras, han supuesto algo en tu devenir cofrade, bien porque te vendían algo, bien porque al otro lado del mostrador había un cofrade: El Faro, Gómez y Sancho, Libros, Almacenes Moncayo, el Paro, Vifer, el Número 1, Pomar, Biu..... Esos comercios a los que les dabas una distinción cofrade han ido desapareciendo.

Si fuera hermana de mantilla al menos me quedaría la Parisien para comprarme algún complemento. Tampoco se si las hermanas de mantilla se sirven en esta tienda, pero su escaparate a mi me invitaría a entrar y ver su colección de peinetas o mantillas. Y si llevara cucurucho seguramente hubiera tenido a Gorras Gabardós, en la Plaza Santa Marta, como proveedor. Desapareció "La Pasión cofrade", pero "Juancho" te sigue tentando a comprar figuras de cofrades de terracota. Si no los compras tú, ya me dirás que turista entra a día de hoy en una tienda de souvenir. Esos muñecos de terracota con los que los saneamientos de la calle Azoque monta una procesión de la Piedad. Quien no recuerda la maqueta de la Columna en una zapatería de la plaza Salamero, y ya no digamos la colección de pasos en Pelegrín y Tardío. Estas son las mías, las que construyeron mi imaginario de compras cofrades, las que te ponían un reclamo emocional por lo que sientes "pasión ". Y como ves la mayoría han desaparecido. Tú tendrás otras y seguro que hay escaparates por tu zona o barrio que desconozco.

Este año por desaparecer no tenemos siquiera los maniquíes del Pequeño Catalán que desde las alturas del escaparate, apenas inaugurado un nuevo año, te animaban a comprarte un hábito, o a cambiarte el tuyo. Solo hay tres motivos por los que comprar un hábito: Hacerte de una cofradía, que el tuyo ya no te valga (por talla, por las polillas o por el incensario), o por hacerte de otra cofradía (y de otra y de otra, y de otra). Con el Pequeño Catalán "el pret a porter" llegó a nuestra moda. No están los tiempos ahora para encargar un nuevo hábito; y los maniquíes el año pasado se mantuvieron en posición y formación de revista hasta bien entrado mayo. Su exposición de cara al público quedó amortizada y ahorraron el poner trajes de comunión e incluso de peñista. Pero el Pequeño Catalán no olvida el negocio ni a su potencial clientela y ha montado al menos un pequeño escaparate con fotos de la Virgen del Pilar con los mantos de las cofradías, así como un tambor y un par de capirotes.

No puedo decirte nada de ZaraSanta. Su nueva ubicación me pilla hoy a desmano, y su escaparate me evoca, más que a los anteriormente nombrados, al de Belloso, donde también he llegado a comprar esas bombillas de nuestras hachas tan zaragozanas. 

Pero nos sigue quedando el escaparate de San Cayetano 3. Presencia de Semana Santa los 365 días del año. Y Semana Santa de la nuestra en el mejor emplazamiento posible. Quien no pasa por la Plaza del Justicia y no le viene un recuerdo, un momento, un sonido, un olor, una imagen, una inspiración de su cofradía o de otras, de su procesión o de otras, de Semana Santa, de nuestra Semana Santa, al mirar la fachada de San Cayetano, al ver el monumento al cofrade. Algunos les basta con ver el cartel del Picadillo. Ahí, junto a esa fachada, la de la iglesia me refiero, está a día de hoy el escaparate más cofrade que podamos encontrar, cualquier día que pases, a cualquier hora, donde das forma material a esos recuerdos revividos. Y ya si entras....

Si entras, cualquier cosa de las nombradas anteriormente en otras tiendas estarán a tu disposición. Como nunca he necesitado la peineta de la Parisien desconozco si tienen, pero no dudes que si la necesitas te la conseguirán. Mira que el local es pequeño; pero tiene  de todo; es como el cuarto de los menesteres de Hogwarts. Piensa en algo y allí estará. Y sabiendo lo que necesitas, porque quien te atiende es un cofrade como tú. Mira que me gustaba comprar en Guantes Sancho, pero veía que la señora no entendía de entrada lo que le pedía.

A estas alturas de Cuaresma ya habríamos acudido a San Cayetano 3 a por varios juegos de baquetas, unos cuantos parches y seguramente a por otro par de guantes. Malos tiempos para cambiarse el hábito o de hábito, para comprarse un cíngulo nuevo, el cordón de la medalla, y mucho menos un bombo. Tipos de baquetas hay casi tantos como espacialitos y exquisitos dándole al redoble, pero ellos te encuentran la tuya como Ollivander seleccionaría tu varita. Sin embargo sus anaqueles se han quedado vacíos para atender otro tipo de peticiones y poder llevarte un trocito de recuerdo de tu Semana Santa con forma de cofrade, replica de pasos, olores de incienso y luz de velas.

Seguro que más tarde o más temprano te vas a acercar estos días por San Cayetano, las más de las veces cerrado. Al menos tenemos el escaparate. El escaparate de una tienda con encanto que muchas cosas de las que venden y con las que te sientes identificado solo encontrarás aquí.








 


1 comentario:

Anónimo dijo...

Fantástico artículo. 😍😍😍 totalmente de acuerdo.