"... que se dobla pero siempre sigue en pie". A principio de mes dijimos que éramos más de "saber que se puede, querer que se pueda", y que Pedro Sánchez, Illa y Fernándo Simón nos dejaban y alentaban. Conforme está avanzando el veraneo todo apunta a que igual tenemos que volver al "Resistiré". No nos va a quedar otra que ser como los juncos. Y mantenernos en pie como el puente romano de Hontoria del Pinar, el puente Campanario. Es verdad que se apoya sobre una enorme roca, pero otros puentes más importantes no han resistido al paso de los siglos.
Y una vez aquí, 25 kilómetros por delante de Cañón de Río Lobos. Resistiremos.
Y ya que hablamos de juncos. Si hace unos años la sensación editorial fue La España vacía de Sergio del Molino, este año lo está siendo El infinito en un junco de la zaragozana Irene Vallejo. Que desde Zaragoza y encima dos ensayos sean los libros más vendidos en su momento tiene su mérito. Esos libros, soporte literario que tanto nos gusta y que tuvieron su origen en los rollos de papiro
que se extraía de los juncos del Nilo. Los libros también resisten al paso del tiempo.
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