sábado, 24 de septiembre de 2022
ITINERARIUM VIII: Ornamentos litúrgicos
viernes, 23 de septiembre de 2022
ITINERARIUM VII: El Libro de Cuentas de 1653 y sigue adelante
El libro más
antiguo de los que se conservan en el archivo de la Hermandad, y expuesto en la muestra, es un grueso tomo
de tapas apergaminadas y cierre de la época en cuya tapa queda titulado como Libro
de Relación de Cuentas Efpirituales que dan los Mayordomos de la Cofradía de
San Joachín. Año 1653 y sigue adelante. En él se se recogen
ininterrumpidamente desde 1653 a 1795 las cuentas resultantes del cobro de
miajas, de la recaudación de limosnas y de los gastos que, de manera anual,
debía presentar el mayordomo saliente a su sucesor en el cargo. Sirva de
ejemplo el siguiente párrafo:
“En 22 de octubre
de 1676 dio sus quentas el Sr. Matheo Pueyo de su Mayordomía con asistencia de
los SS.es nombrados abajo firmados aviendoles verificado se alló que el gasto
excedió en 24 libras 175 sueldos los cuales perdona el Sr. Mayordomo a la dicha
Cofradía por no tener que pagarlas y en su gratitud se admitió como cofrade de
la Cofradía a su hijo Joseph Pueyo sin obligaciones de pagar la entrada y por
la verdad lo firmamos en dicho día del mes de octubre” .
Tras las
firmas correspondientes quedan reflejados los nombres de los cofrades y sus
aportaciones, así como los gastos acometidos.
Es un libro
complejo y desordenado con diferentes tipos de caligrafía según va pasando el
tiempo y a la vez con diversas funciones. Las veintidós primeras hojas están
recortadas escalonadamente en su margen derecha para figuren las letras del
abecedario nada más abrir el volumen y así recoger los nombres de los cofrades
por orden alfabético según la inicial del nombre. En el reverso de la letra Z
figura el siguiente párrafo:
“Desde aquí en
adelante en este libro están asentados los nombres de los confrades y
confradesas de la cofradía del Glorioso Patriarca San Juachín. Están asentados
todos por su letra en el abecedario en su número por cuanto no se allaba libro
desto, con fundamento ni nombre de cofrade concertado ni reglado, sino en
diversas partes y así por queste fuesse libro para dicho asiento no tuviese el
trabajo que el secretario de la Cofradía tenía que sacar la cedula de todos los
cofrades mandó hacer Jussepe Vidaña secretario de dicha cofradía dicho libro en
el año + 1640”.
Así figuran
187 nombres junto a los que se marca el pago de la entrada en la Hermandad, que
oscila entre 8 y 24 libras, añadiéndosele a alguno el año de ingreso si fue con
posterioridad a 1640 y también el año en el que fallecieron. El tal Vidaña
intentó sistematizar un orden que facilitara las tareas de los secretarios,
pero no podemos concretar los años que abarca esta lista pues en algunas
páginas posteriores aparecen otras nuevas, figurando la primera en el año 1652.
A partir de aquí, el libro se dedica a recoger las cuentas anuales que
presentan los Mayordomos.
La Cofradía tenía unos
gastos fijos:
· Los correspondientes al Prior de Santo Domingo “por
la caridad de doce misas que se celebran los doce meses del año en el altar de nuestro
Santo y por la que se dice el día de la fiesta principal y aniversario general”
que ascendían a 5 libras durante
todo el siglo XVII
·
El salario del llamador o corredor de la
cofradía que en la segunda mitad del XVII era de 2 libras
·
El salario del secretario
·
La asignación al Mayordomo para atender gastos
de su cargo y que era de 15 libras.
·
Los ocasionados por la fiesta principal y por
los entierros (gasto en cera principalmente) que oscilaba entre 1 y 11 libras.
Estos gastos se sufragaban
con unos ingresos provenientes del pago por la entrada de nuevos cofrades, por
el cobro de miajas en el día del Capítulo, del cobro del alquiler dde una casa
que tenía la Hermandad arrendada entre la calle Añon y viejos (4 a 5 libras) y
del arriendo de un campo de cultivo. A esto se sumaba lo obtenido en un
“calderon” que acostumbraban a dar los Mayordomos, lo que aumentaba el
prestigio de la persona, prestigio necesario per se para acceder al cargo.
A lo largo del S.XVIII la
Hermandad de San Joaquín manifiesta un gran esplendor, y este queda reflejado
en este tomo que estamos explicando. La documentación disponible de esta época
es muy abundante y concisa, así como las referencias a las actividades
desarrolladas y a la adquisición de objetos litúrgicos.
En una nota fechada el 23 de
febrero de 1712 queda constancia de que el Mayordomo Ximeno pagó al contado
1600 libras a los oficiales que trabajaron en el retablo, que en 1736 se realizó
un relicario, obra de José Aladrén y que costó 23 libras y 16 sueldos y en 1761
“se pagó una libra jaquesa al pintor Juan
Andrés Meklein por dos diseños que dibujó del santo en su capilla y verdadero
retrato”. En 1778 se adquirió un portapaz por 31 libras y 8 sueldos.
Se deja de escribir en este
libro con la apertura de El Libro 1º del cobro de miajas y entradas de
cofrades en la Cofradía del Señor San Joaquín de mercaderes comerciantes.
Empieza el año 1795 y del Libro de Actas, legalizado con
el sello de la Corona por 40 maravedies el cual se inicia con el Capítulo
General celebrado el 20 de julio de 1796. Este libro concluirá en 1949,
enlazando con los actuales libros de actas.
jueves, 22 de septiembre de 2022
ITINERARIUM VI: El comercio bajo la protección de San Joaquín. 1762
En la exposición las referencias
al origen gremial no pueden faltar. Entre la mucha documentación que atesoran
diferentes archivos de la ciudad destaca la que se promulga en 1762, una “Real
Cédula de aprobación de Ordenanzas para el establecimiento, régimen, y gobierno
de un Cuerpo General de comercio en Zaragoza baxo la Protección del Señor S.
Joachin” donde se decreta que para
facilitar el fomento del comercio en la ciudad de Zaragoza se establece un
Cuerpo General de Comercio al que deben adscribirse todos los comerciantes que
residan en la misma, además de que “teniendo presente la distinción que goza la
Cofradía de Mercaderes, llamada de San Joachin, por su antigüedad, y
circunstancias de los que la componen; (......) mando, que todos los demás
Comerciantes, y Mercaderes sueltos, y sin agregación, que se admitieran al
Cuerpo General, deban unirse, e incorporarse a ella, gozando a un mismo tiempo
del beneficio espiritual, que prescriben las antiguas Ordenanzas”.
Tuvieron largo recorrido pues son varias las ediciones en diferentes años que se conservan.
http://www.bivizar.es/es/consulta/registro.do?control=BDZ20140003495
miércoles, 21 de septiembre de 2022
ITINERARIUM VI: Un protocolo de 1711
El documento que presentamos se encuentra
en posesión de la Hermandad desde hace 311 años, aunque no siempre conservado
con mimo. De ahí su deterioro. Sin embargo, es uno de los más valiosos por
todas las referencias que aporta.
Fechado el 6 de octubre de 1711
es una escritura con las “Asignaciones y
cesión de la Capilla del Glorioso Patriarca San Joaquín y demás anexos otorgada
por los muy reverendos Padre Prior y Religiosos del Convento de Santo Domingo”.
En estas escrituras, el Prior
hace elogios del fervor y celo que la Cofradía presenta, asó como de los
beneficios que aportan al Convento. Es por esto que, cuando se proyecta la
reforma de la iglesia, el Prior otorga a la hermandad el derecho a elegir el
lugar donde quererla erigir:
Además se le concedió el privilegio de enterrar en la capilla a los cofrades difuntos, así como un espacio para que “pueda hacer su sacristía donde tener custodiados los ornamentos y los cálices propios de ella, y un armario que sirva de archivo para custodiar sus papeles”.
En 1815, tras el fallecimiento de don Diego Pargada, secretario de la Hermandad de desde 1794, al ir a recoger los libros y otros enseres de la Hermandad a su casa, se nos relata en un acta que aparecieron “dos escrituras comidas por los ratones por los cantos, con las Asignaciones y Cesión de la Capilla….” Así es como las vemos en la exposición
En otro legajo fechado en 1712 sabemos que la capilla terminó instalándose “en la nave de la mano derecha entrando por la puerta principal de la iglesia y está la segunda (…) y por la espalda a la llamada calle de Predicadores” para concluir diciendo el Padre Prior que
“Manifiesto que llamado,
convocado, congregado y apuntado el Capítulo de los Muy Reberendos Padres Prior
y Religiosos del Real Convento del Patriarca Santo Domingo Guzmán llamado de
Predicadores de la Ciudad de Zaragoza (…) atendiendo y considerando los
Mayordomos Cofrades y Capítulo de la Cofradía del Patriarca San Joaquín fundada
en la iglesia de nuestro Convento ha sido erigido y colocado para mayor
devoción y veneración de dicho Santo un retablo,
y dorado este, con el esplendor y magnificiencia que se demuestra, en que ha
empleado muchos caudales".
Por los libros de cuentas de la Cofradía sabemos que con fecha de 23 de febrero de 1712 “Andres Ximeno Mayordomo de la Cofradía de San Joaquín importa mil setecientos once libras a los oficiales que trabajaron en el retablo al contado…” El escultor se llamaba Pedro Escolano y el pintor Capazes.
martes, 20 de septiembre de 2022
ITINERARIUM V: Santa Ana y San José
A poco que conozcas el patrimonio de esta Hermandad de San Joaquín son las piezas más sorprendentes de la exposición. Incluso para aquellos que se precien conocerla a fondo. Su presencia obliga a acercarse a leer los carteles explicativos para ver que son y de donde se han sacado.
San José y Santa Ana, junto a San Joaquín, eran las esculturas protagonistas del último retablo que tuvo la Hermandad en la iglesia del Convento de Santo Domingo, de las cuales solamente se tenían referencias de su devenir y posible ubicación y que gracias a este V centenario han podido ser rescatadas del olvido y hacerse visibles.
Cuando hablamos del libro conventual de Santo Domingo ya mencionamos como este Lumen Domus se ve aumentado en 1713 por el Padre José Lamana, quien nos describe la capilla, y estas figuras aparecen allí mencionadas, como lo hacen en dos escrituras de las que ya haremos repaso en su momento, al estar también expuestas, donde en 1711 y 1712 el Padre Prior da buena cuenta de la capilla y del retablo.
Tras los Sitios de Zaragoza a principios del siglo XIX sabemos la suerte que corrió el convento, como se explicó al describir la escultura de San Joaquín en anteriores visitas virtuales, y como se intentó a lo largo de ese siglo reubicar el retablo sin éxito alguno.
Se puede decir que desde entonces hasta esta exposición los cofrades de San Joaquín dejan de tener una relación directa con el culto a estas dos imágenes devocionales. Pero las referencias escritas de su existencia son continuas a lo largo de estos 125 últimos años y están ahí. Solo hacía falta que alguien se decidiera a llamar al convento de las Madres Capuchinas y preguntar por ellas.
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Convento de las MM Capuchinas entre la calle Asalto y la calle Manuela Sancho entre 1877 y 1973. |
En las actas de 1897, como ya hicimos referencia al hablar de San Joaquín, se da referencia de haberse encontrado las imágenes en el convento de las MM. Capuchinas en la calle Manuela Sancho. En espera de disponer de altar en San Cayetano, iglesia que el Arzobispado designó como nueva sede canónica, se firmó un acta para dejar las imágenes en depósito en este convento. Y el 27 de octubre de 1899 se recoge en acta que, una vez acondicionada una capilla en San Cayetano, se visite al Arzobispo y recaben de su autoridad permiso para trasladar la imagen de San Joaquín que se encontraba en el altar mayor de las MM. Capuchinas. Se envió un informe al Arzobispo en el que le “suplican se digne conceder su superior permiso para que las Religiosas entreguen y los cofrades trasladen al menos la efigie de su titular San Joaquín, quedándose el retablo y las dos imágenes restantes mientras que la cofradía no haga uso de ellas mayor necesidad”.
Estas referencias aparecen también en la Revista Dolorosa nº 15 de julio de 1997, en el libro de la exposición del Centenario del Restablecimiento de la Hermandad celebrada hace 25 años en la Sala Hermanos Bayeu del Edificio Pignatelli del Gobierno de Aragón, o en el capítulo 1 del libro dedicado a los 75 años de la creación de la Sección de la Virgen de los Dolores. Constancia había pues para las actuales generaciones cofrades. Y alguna monja también tenía la referencia de cuando la Hermandad acudió a finales de los años 60 del siglo XX para recuperar el lienzo de la Sagrada Familia.
Lo dicho, solo había que llamar a la puerta del convento y preguntar, algo que con motivo de la preparación de este V Centenario hizo el cofrade Ricardo Navarro, en un momento nada fácil por las restricciones de la pandemia.
lunes, 19 de septiembre de 2022
ITINERARIUM IV: Patrocinio del Glorioso Patriarca el Señor San Joaquín (1712)
En los últimos 125 años, todas
las generaciones de cofrades de la Hermandad de San Joaquín, gracias a un recurrente y hasta manido párrafo de este libro que presentamos, sienten con orgullo la pertenencia a una
institución con tantos siglos de antigüedad. Y es que, desde 1897, las
publicaciones de ordenanzas, reglamentos y estatutos se iniciaban con un
preámbulo con el famoso texto que el Padre Fray Juan Bautista Joaquín de Murcia
incluyera en su libro Patrocinio del Glorioso Patriarca el Señor San Joaquín,
impreso en Valencia en 1712.
Y ese texto decía, en el punto 6
del capítulo II, eso tan repetido por todos de que reunidos los habitantes de
la calle Cedacería, acudieron a la oración haciendo voto de dedicar al Glorioso
San Joaquín una capilla en acción de gracias si el Señor, por sus méritos, les
libraba de la peste, que por sus pecados afligía a la ciudad de Zaragoza el año
1522. Habiéndose visto libres auxiliaron a los enfermos de otras calles sin
daño ni perjuicio y agradecidos a tan singular beneficio se presentaron al
Prior de Santo Domingo, suplicándole cediera lugar para construir una capilla
al Santo y fundar una cofradía.
Hoy sabemos que la fuente en las
que bebió el fraile murciano se encuentra en el libro conventual de Santo
Domingo que ya mostramos días atrás; y que este religioso escribió otros
dedicados a San Joaquín para varias localidades españolas.
El libro lo conocíamos algunos por la consulta virtual que se puede realizar a través del siguiente enlace http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000038966&page=1 , que nos lleva a los fondos de la Biblioteca Nacional de España. Gracias a la reciente donación de una familia cofrade podemos disponer de un ejemplar en la exposición. Sorprende su pequeño tamaño para los que nunca habíamos visto un ejemplar, al que imaginábamos enormes en proporción al orgullo cofrade que nos legó.
En la librería anticuaria Luces de Bohemia de Zaragoza, puedes hacerte con otro ejemplar, este impreso en Zaragoza por Francisco Revilla en 1721. Y tiene que haber más libros y más ediciones por encontrar, pues sabemos que en 1734 la cofradía encargó una nueva edición que vendían al precio de 3 libras.
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Foto de una web de cempra-venta |
domingo, 18 de septiembre de 2022
ITINERARIUM III: El lienzo de la Sagrada Familia
sábado, 17 de septiembre de 2022
ITINERARIUM II: La escultura de San Joaquín (s.XVI)
Decíamos en la anterior visita a
la exposición que la talla de San Joaquín es la pieza más antigua de las que se
muestran.
Dejamos su análisis artístico para aquellos que algún día se quieran enfrentar a su estudio para pasar a desglosar un devenir histórico, cargado de anécdotas, en su relación con los cofrades de la Hermandad.
Tenemos que suponer que en la descripción que el Padre Lamana realiza en 1713, el Santo que se menciona y ocupaba el centro del retablo de la capilla de la Hermandad era esta. Del mismo modo, vemos como es la figura que inspira a los diferentes grabados de los que la Hermandad se sirve para ilustrar documentos y fomentar la devoción con estampitas.
La Guerra de la Independencia y la ocupación francesa de Zaragoza provoca una crisis en la actividad de la Cofradía. Cuando el 6 de junio de 1814 se celebra el primer capítulo tras la guerra se da cuenta del estado en el que se encontraba la capilla después de haber sido utilizada por las tropas francesas para depósito de pertrechos de guerra, acordando el capítulo que se cobraran las seis anualidades que se habían dejado de percibir para habilitar de nuevo la capilla, como así se hizo. Pero la Cofradía fue perdiendo vitalidad y desde 1819 los ingresos comienzan a disminuir.
En 1834 se hizo notar las dificultades que se presentaban para designar anualmente un mayordomo (último año con reflejo en acta). Una esquela fechada el 17 de febrero de 1837 decía: “Los Mayordomos de la Cofradía de San Joaquín avisan a V. a Junta General de la Cofradía para tratar de colocar el santo y el altar en la Parroquia de San Pablo, a quien han pedido y han conseguido el permiso necesario, pues de no colocarse se perderá un valioso altar que costó muchos miles a nuestros antepasados. Y suplican su asistencia a junta el domingo 18 de los corrientes a las 10 de la mañana en las Escuelas Pias. Sin excusa.”
Otra esquela fechada el 4 de octubre de 1851 y firmada por los Mayordomos convocaba a nueva junta para “tratar de colocar las imágenes del Santo, el San José y Santa Ana y retablo de su capilla adonde más convenga, a fin de tratar de organizar la cofradía y que cesen los muchos años que quedan suspendida”. Junto a esa esquela aparece la lista de miembros de la Hermandad a fecha de 1851: 40 hermanos y 4 cofrades espirituales; y entre los primeros aparece el nombre de don Manuel Dronda Azcárraga, del que estaremos obligados a dedicar una de las visitas virtuales a esta exposiciónDesde 1851 se deja de tener constancia escrita de actividad alguna por parte de los cofrades. Y esto queda reflejado en el libro de actas, en la página siguiente a la de 1834 cuando se refiere que todo lo que se sabe de la cofradía desde esa fecha es por las referencias verbales de don Manuel Dronda Azcárraga, “único cofrade superviviente, y a cuya iniciativa se debió en 1897 el restablecimiento de la Cofradía, con el título de Hermandad de Comerciantes, bajo el Patronato de San Joaquín”.
El 23 de noviembre de 1897 se
crea una comisión “para localizar el altar, las imágenes y otros efectos
pertenecientes a la Antigua Hermandad, comisión que debe encargarse también de
recabar para la Hermandad la devolución de lo que se encuentre sin apelar a
medios violentos ni costosos”. Sabiendo que las Capuchinas se instalan en
la iglesia de Predicadores en 1859, resultó fácil encontrar las imágenes en el
convento de Manuela Sancho. En espera de disponer de altar en San Cayetano,
iglesia que el Arzobispado designó como nueva sede canónica, se firmó un acta
para dejar las imágenes en depósito en el Convento.
El 27 de octubre de 1899 se recoge en acta que, una vez acondicionada una capilla en San Cayetano (la actual de San José junto a la sacristía), se visite al Arzobispo y recaben de su autoridad permiso para trasladar la imagen de San Joaquín que se encontraba en el altar mayor de las MM. Capuchinas. Se envió un informe al Arzobispo en el que le “suplican se digne conceder su superior permiso para que las Religiosas entreguen y los cofrades trasladen al menos la efigie de su titular San Joaquín, quedándose el retablo y las dos imágenes restantes mientras que la cofradía no haga uso de ellas mayor necesidad”
En la última junta del siglo XIX celebrada el 5 de diciembre de 1899 figura que el Arzobispado ha tenido a bien devolver a San Joaquín a sus legítimos propietarios. La imagen se encuentra deteriorada y se encarga su restauración.
Volverá a tener protagonismo esta imagen cuando el 6 de abril de 1905, el director eclesiástico don Joaquín González Marco proponga “renovar en cuanto fuera posible la imagen de San Joaquín sustituyéndola por otra escultura mejor y más notable que diera honor a la Asociación y más gloria y encendido fervor hacia su titular, mayor brillantez a su culto y a sus fiestas y con todo ello el ingreso de nuevos hermanos y fomento y prosperidad de esta Hermandad.”
Se le encargará al escultor Francisco de Borja una nueva imagen, de la que ya hablaremos, y la del siglo XVI pasará a ser custodiada en el domicilio particular del presidente, don Antonio Gómez Arroyo. Que listo.
Será en 1972 cuando don Luis Gómez Laguna devuelva al lugar de donde nunca debió salir nuestra escultura protagonista del día de hoy, dotándole de un nuevo altar y espacio en San Cayetano, tal y como hoy lo conocemos. Como recogen las crónicas del suceso, Gómez Laguna se mostraba satisfecho de esto a la par que triste porque se iba de casa el compañero de juegos de su infancia.
viernes, 16 de septiembre de 2022
ITINERARIUM I: El Lumen Domus (1639)
Tradicionalmente, la Hermandad ha
contextualizado su origen en otro libro del que también hablaremos, el que
escribiera en 1712 el Padre Fray Juan Bautista de Murcia, donde se relataba lo
acontecido en 1522 cuando los habitantes de la calle Cedacería, acudieron a la
oración haciendo voto de dedicar al Glorioso San Joaquín una capilla en acción
de gracias si el Señor, por sus méritos, les libraba de la peste, que por sus
pecados afligía a la ciudad de Zaragoza el año 1522.
A raíz de la preparación del V
Centenario, queda claro que la fuente en la que se documentó Fray Juan Bautista
de Murcia fue este Lumen Domus del año 1639, donde se nos cuenta en una
exquisita caligrafía que “en el año 1522 castigando la majestad de Dios
los pecados de ésta ciudad con peste por
la que se enfermaron muchas personas de ella, muchos de los mercaderes,
drogueros y otros habitantes (…) los habitantes de la calle Cedacería viéndose
en tamaño peligro y por su trato impedidos de irse a otras partes (…) dieron en
un saludable consejo que fue aplacar la ira de Dios y tomo para esto la
intervención de los santos y amigos de su acertadísimo medio (…). Tomaron por su patrón y abnegado al glorioso
patriarca San Joaquín pareciéndoles con su intersección tendrían propicios a la
Virgen, su hija y a Cristo Sr. Nuestro, su nieto. (…) Para obligarle más se
presentaron e hicieron voto que siendo Dios permiso de librarles de peste le
edificarían capilla y celebrarían, de allí en adelante su fiesta en hacimiento
de gracias. (…)
Se cree con extraño milagro,
que ninguno de los que tal voto hicieron fue herido de peste; antes bien
estando entre los nuestros y castigados de éste mal, en medio de tamaño
peligro, animados con merced que Dios les hacía pudieron comunicar, cuidar y
favorecer a los enfermos sin lesión ni daño alguno. (…) En agradecimiento a
esta merced pidieron al Convento, se les concediese en su iglesia lugar para
edificar capilla al santo donde cumpliendo con su obligación y devoción
celebrando y festejando su fiesta sea el 9 de Julio.
Este Lumen Domus se ve aumentado en 1713 por el Padre José Lamana, quien nos describe la capilla, el retablo y los pormenores de las grandes fiestas que se celebraban
(…) Condescendió el Convento a
tan piadosa petición y asignoles todo el espacio que hay entre la capilla mayor
y la capilla de nuestro padre Santo Domingo y entre ambas capillas asentaron el
retablo (…). En medio está la imagen del santo con la Virgen en los brazos. Al
lado derecho el glorioso San Josef y al izquierdo Santa Ana; en lo alto un
crucifijo y abajo, en medio del altar la descensión de la Cruz y a los lados
los cuatro evangelistas. Todo esto en cultos dorados como también Io está la
armadura y columnas del retablo.
Al pie del altar hay doce
sepulturas para los cofrades.
Ei día del santo, a la tarde,
suelen colgar gansos para los descabezar corriendo a caballo. Corren toros,
estos ensogados. Asi celebran la fiesta siendo de las más regocijadas que hay
en la ciudad.
(…) Desde que se hizo la
iglesia nueva tienen retablo sencillo y magnifico en la capilla que antes era
de las once mil vírgenes.
En la exposición, este libro que
está cedido por el Archivo Diocesano, se muestra abierto por la página donde
cuenta la historia de la Hermandad. Una pena no poder contemplar sus tapa, de
exquisita factura.
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Panel explicativo en las antiguas cillas y reflectorio de los restos que se conservan del Convento de Santo Domingo.![]() |
jueves, 15 de septiembre de 2022
CARTAS COFRADES: la Fe de los Mercaderes
No es periodo para las Cartas Cofrades de este blog, pero la ocasión y el vínculo, cual cordón umbilical que nos une a la Hermandad, nos obliga y la merece.
Pocas instituciones
zaragozanas, muy pocas pueden presumir de una historia varias veces centenaria. Sin duda una de ellas
es la Hermandad de San Joaquín, que a lo largo de todo el 2022 ha estado dispuesta
a celebrar como merece su V centenario. El culmen llega hoy con la inauguración
de una magna exposición sobre su historia, la de sus cofrades y su patrimonio.
Una exposición que aúna todos los deseos que justifican el jubileo. Una
conmemoración para celebrar con Zaragoza, pues ciudad y hermandad se encuentran
unidas en su devenir histórico. Para celebrar con la sociedad en general, y
comerciantes e industriales en particular, protagonistas en su origen y a lo
largo de los siglos. Y por supuesto, con las cofradías de Semana Santa, de cuya
familia forma parte en los últimos 80 años, configurando junto a ellas sus
actuales señas de identidad y la mayor parte de su actividad.
La exposición, que lleva
por título ITINERARIVM, La historia de un sueño, la Fe de los Mercaderes.
tiene lugar en el Centro de Exposiciones y Congresos Patio de la Infanta de
Ibercaja de Zaragoza, desde el 15 de septiembre al 23 de octubre, de lunes a
sábados de 9 a 14 horas y de 17 a 20 horas y domingos y festivos de 11 a 14
horas. El comisario de la misma es Don Domingo Buesa Conde, Doctor en Historia
y Presidente de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis, y con el
han participado un significativo grupo de cofrades.
Esculturas, imágenes,
retablos, ornamentos litúrgicos, personalidades, adornos, documentos…El
contenido es variado y diverso, reflejo de esos 500 años de vida. Tan rico que
incluso los propios cofrades de esta Hermandad verán por primera vez algunas
piezas jamás expuestas o desconocidas para la mayoría.
Desde este blog haremos a
lo largo de estas semanas nuestra propia exposición virtual para ir desentrañando
el contenido de esta y acercarlo a aquellas personas interesadas pero que no
puedan asistir a la misma.
miércoles, 14 de septiembre de 2022
MEXICRÁNEOS
Como ni somos muy viajados ni muy
ilustrados, ni tampoco hemos mostrado mucho entusiasmo por la obra de Frida Kahlo
nuestro único acercamiento al Día de los Muertos de México es por la película “Coco”.
Al menos gracias a Disney hemos podido identificar la estética con la que se
adorna estos días el paseo Independencia.
La exposición llega a Zaragoza de la mano del festival Vive Latino para mostrar la versión actualizada de los rituales prehistóricos, que consistían en adornar cráneos para enseñarlos para los rituales funerarios, haciendo de las calaveras un símbolo espiritual.
19 grandes figuras de cráneos, creadas por artistas mexicanos para mostrar la tradición y el folclore mejicano, una pequeña muestra de la colección Mexicráneos, la exposición de arte urbano más grande de México. Con dos meses de antelación, nos ambientamos en la tradición del Día de Muertos.
Y de paso nos hacemos una foto
con la novia cadáver.