viernes, 16 de septiembre de 2022

ITINERARIUM I: El Lumen Domus (1639)

 


La pieza más antigua que figura en la exposición Itinerarium es la escultura de San Joaquín, de la que ya hablaremos en la siguiente entrada de este recorrido virtual. Pero para enmarcar tanto a esta imagen como el origen de la Hermandad de San Joaquín hace 500 años hay que hacer referencia  al documento Historia de la Fundación y sucesos más nobles del Convento de Predicadores de Zaragoza (…) escribió el Lumen Domus el Mº Fr. Raimundo Saenz año 1639.



Tradicionalmente, la Hermandad ha contextualizado su origen en otro libro del que también hablaremos, el que escribiera en 1712 el Padre Fray Juan Bautista de Murcia, donde se relataba lo acontecido en 1522 cuando los habitantes de la calle Cedacería, acudieron a la oración haciendo voto de dedicar al Glorioso San Joaquín una capilla en acción de gracias si el Señor, por sus méritos, les libraba de la peste, que por sus pecados afligía a la ciudad de Zaragoza el año 1522.

A raíz de la preparación del V Centenario, queda claro que la fuente en la que se documentó Fray Juan Bautista de Murcia fue este Lumen Domus del año 1639, donde se nos cuenta en una exquisita caligrafía que “en el año 1522 castigando la majestad de Dios los  pecados de ésta ciudad con peste por la que se enfermaron muchas personas de ella, muchos de los mercaderes, drogueros y otros habitantes (…) los habitantes de la calle Cedacería viéndose en tamaño peligro y por su trato impedidos de irse a otras partes (…) dieron en un saludable consejo que fue aplacar la ira de Dios y tomo para esto la intervención de los santos y amigos de su acertadísimo medio (…).  Tomaron por su patrón y abnegado al glorioso patriarca San Joaquín pareciéndoles con su intersección tendrían propicios a la Virgen, su hija y a Cristo Sr. Nuestro, su nieto. (…) Para obligarle más se presentaron e hicieron voto que siendo Dios permiso de librarles de peste le edificarían capilla y celebrarían, de allí en adelante su fiesta en hacimiento de gracias. (…)

Se cree con extraño milagro, que ninguno de los que tal voto hicieron fue herido de peste; antes bien estando entre los nuestros y castigados de éste mal, en medio de tamaño peligro, animados con merced que Dios les hacía pudieron comunicar, cuidar y favorecer a los enfermos sin lesión ni daño alguno. (…) En agradecimiento a esta merced pidieron al Convento, se les concediese en su iglesia lugar para edificar capilla al santo donde cumpliendo con su obligación y devoción celebrando y festejando su fiesta sea el 9 de Julio.

Este Lumen Domus se ve aumentado en 1713 por el Padre José Lamana, quien nos describe la capilla, el retablo y los pormenores de las grandes fiestas que se celebraban



(…) Condescendió el Convento a tan piadosa petición y asignoles todo el espacio que hay entre la capilla mayor y la capilla de nuestro padre Santo Domingo y entre ambas capillas asentaron el retablo (…). En medio está la imagen del santo con la Virgen en los brazos. Al lado derecho el glorioso San Josef y al izquierdo Santa Ana; en lo alto un crucifijo y abajo, en medio del altar la descensión de la Cruz y a los lados los cuatro evangelistas. Todo esto en cultos dorados como también Io está la armadura y columnas del retablo.

Al pie del altar hay doce sepulturas para los cofrades.

 (…) La fiesta del santo celebran con grandísima solemnidad. Guardan la fiesta desde la víspera en la cual ponen luminarias e ingenios de fuego en la Cedacería. Vienen  con trompetas y atabales y unos andadores con largas verdes y gorras de terciopelo. Delante traen música.

Ei día del santo, a la tarde, suelen colgar gansos para los descabezar corriendo a caballo. Corren toros, estos ensogados. Asi celebran la fiesta siendo de las más regocijadas que hay en la ciudad.

(…) Desde que se hizo la iglesia nueva tienen retablo sencillo y magnifico en la capilla que antes era de las once mil vírgenes.

En la exposición, este libro que está cedido por el Archivo Diocesano, se muestra abierto por la página donde cuenta la historia de la Hermandad. Una pena no poder contemplar sus tapa, de exquisita factura.


Panel explicativo en las antiguas cillas y reflectorio de los restos que se conservan del Convento de Santo Domingo.








2 comentarios:

Conchita dijo...

Muchas gracias Jorge por tu trabajo, me interesa la historia de nuestra hermandad y es un disfrute llegar a ella a través de tus artículos,
enhorabuena.

Roberto Caudevilla dijo...

Muy interesante
Muchas gracias Jorge !!