El palacio de Carlos V fue
mandado construir dentro de la Alhambra a partir de su boda con Isabel de
Portugal en 1526. Tras el enlace, la pareja estuvo viviendo varios meses en la
Alhambra, quedando profundamente impresionado por el palacio, dejando encargada
la construcción del nuevo palacio con la intención de establecer allí su
residencia.
El proyecto fue asignado a Pedro
Machuca. Que diseña una planta cuadrada con
un patio circular inscrito en su interior. Cuando uno estudió arte le contaron
que esta disposición, sin precedentes en el Renacimiento, sitúa la construcción
en la vanguardia artística del momento, que el patio muestra un claro
conocimiento de la arquitectura imperial romana, y que se encuadraría en el más
puro Renacimiento de no ser por su disposición curva. Más tarde, Miguel Ángel y
Palladio construirán edificios con soluciones análogas, bajo la etiqueta de
manierismo.
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