Julian y Jeannie pescan erizos, un producto de lo más conocido y valorado en las mesas francesas pero que cada vez es más difícil capturar en sus costas debido a la sobreexplotación y a la normativa vigente. Por eso, de vacaciones por España, están encantados de lo que encuentran por Asturias, Cantabria o el País Vasco, donde perciben, en los últimos tiempos, que también comienzan a ser apreciados. Además de erizos siempre encuentran algún que otro pulpo o estrellas de mar entre las rocas.
No teníamos ni idea, pero nos cuentan que la carne de erizo cruda, recién sacada del mar, con unas gotas de limón y una cucharilla directamente de la cáscara es todo un manjar, al menos para ellos que vienen de la Provenza. En muchos de sus pueblos costeros en invierno celebran las llamadas "oursinades" (o algo parecido). Entre su meritorio castellano y nuestro deficiente francés creemos entenderle que es una especie de feria que se celebra en los muelles donde se instalan unas mesas para disfrutar de la ingesta de erizos directamente del barco al plato.
A pesar de lo bien que suena eso de las "oursinades" (o algo parecido), a ellos le encanta España. Y no solo por el sol y la playa. Dicen que el país de la "iguálate" y la "fraternite", cada vez está todo más "prohibite". Y que cuando las barbas de tu vecino veas pelar..., que se empieza poniendo rotondas con preferencia a la izquierda y te acaban diciendo todo lo que tienes que hacer.
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