El Louvre es inabarcable. Por eso en los viajes express, la excusa de buscar la pieza estrella es del todo valida. Y en el Louvre hay muchas. Tantas que en este caso algunos arboles te impiden ver el bosque y tienes que seleccionar la pieza a cazar. el museo lo pone fácil porque te va marcando las pistas a seguir.
La Gioconda se ve mejor en los libros y en las recreaciones virtuales. Con la Venus de Milo, la Victoria de Samotracia, el código de Hamurabi o cuadros como la "Coronación de Napoleón" o la "Libertad guiando al pueblo" no se puede decir lo mismo. Hay que contemplarlos in situ.
El Louvre fue el primer museo como los concebimos ahora, fruto de la Revolución que acercó el acceso a la cultura a todos los ciudadanos. Solo por esto, visitarlo es una muestra de agradecimiento.
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