Ya está aquí el Domingo de Ramos con ese ambiente tan especial de primavera recien estrenada (y el que no estrena no tiene manos) que días como el de hoy nos obligan a repetirnos en epítetos tópicos intentando describir lo que todos sabemos y disfrutamos.
Cita obligada a las 12 en San Cayetano para el que quiere vivir la Semana santa zaragozana desde el capítulo I. La Entrade de Jesús en Jerusalen en la calle y junto a ella toda (la que quiere) la ciudad pues sin duda es una de las más zaragozanas procesiones que podemos ver estos días (luego cuento por qué). Sin competencia alguna de otras procesiones, su recorrido se encuentra completamente acompañado por filas de espectadores y seguidores en las aceras. Y como no hay que ir a "buscar" a otras, puedes seguir a la Entrada a lo largo de todo su recorrido de pasillos de palmas, sonidos de carracas y alegres toques de tambor. como alegre es su triunfal entrada en la plaza de San Bruno, sintiendote rodeado por los tambores accediendo por tres calles diferentes, donde oiremos la predicación de tal importante acontecimiento.
¿Por qué digo que es de las más zaragozanas?. Porque a lo largo de los años ha sabido guardar su esencia sin añadidos. Pocos a lo largo de los años, siendo ttal vez el más significativo el paso de tercerol a capirote en los 60 y la llegada del tambor. Un solo paso y de artistas zaragozanos, una sola procesión al compás de la liturgia, una sola banda de tambores, bombos y timbales; cornetas para toques de atención..... hasta su calandina final es un toque de los primeros tiempos en que las marchas se importaban del Bajo Aragón. Y un solo nombre que se identifica con el momento que celebramos. Fuera de este día sería incongruente verlos desfilar. Y aún así no creo que sea fácil no caer en emular al resto de cofradias en las que todas se contagian de todas.
Quien tuviera una escalera no. quien tuviera 17 años y una vespa para poder subir al Barrio Oliver y luego a San Gregorio y hacer pleno viendo a la Llegada y a la Coronación. Pero queda la tarde.
Comida familiar y cofrade. Cafes cofrades en muchos bares y restaurantes y a la calle, que a primeras horas todo confluye para que el gentío y la expectación se congreguen en las viejas calles del arrabal de la Magdalena. El crisol cofrade zaragozano nos muestra el polo opuesto a la mañana. Y la ciudad lo sabe reconocer. Y cada año le gusta más. Vaya tarde la que habeis tenido, costaleros de Jesús de la Humildad y Mará del Dulce Nombre. Solo os han faltado los naranjos que no pueblan nuestras calles.
La calle Doctor Palomar "abarrotá" y vuestros aragoneses tambores abriendoos camino con la nueva marcha de la "Magdalena". Os lo habeis tomado concalma, como tiene que ser, para que correr. Todo un año esperando esta tarde en la que las horas pasan volando. Para que correr si la Seo no se va a mover y la tarde tiene la costumbre de convertirse en noche y la noche dar paso a un nuevo día que ya no será de Ramos.
Dice Sergio Navarro que vende su alma por vestir una noche de blanco y azul cobalto. Pues yo no. Si no es Miércoles Santo yo necesito ser cofrade en camisa, vaqueros y castellanos. Vendo mis alma por más horas o porque se pare el tiempo y poder estar a la vez en varios sitios. A las 20 horas en san Miguel viendo salir a los Nazarenos y en la Seo viendo pasar a la Humillación por una abarrotada plaza de la Seo que tendrá que esperar 45 minutos más para que llegue la Humillación con la costalería cantando la Salve Marinera.
De allí a Santiago. como me gusta ver llegar la procesión del traslado, esa sencilla parihuela portando a su histórica talla del Señor atado a la columna, joya de la ciudad y de la Semana santa zaragozana, de las que dan caché al catálogo de nuestra imaginería cofrade. Mientras, la Humillación ya está en San Gil. Os pega más esta calle, la esencia en frasco pequeño. Y el Tubo siempre ha sido para vosotros habitat natural.
Y detrás ya llega el Prendimiento, lleno de novedades, de nuevos adornos e incensarios, pero sobre todo de nuevo recorrido y de nuevo final. Lallegada a vuestro colegio es emotiva, sin duda. Pero Llegar a San Cayetano es especial. Y como tal os lo habeis tomado. Lo dicho anteriormente. Para que correr. Disfrutemos de una abarrotada plaza y de un final en el que nunca llega el final. De una despedida con paradinha. Se cierran las puertas para volverse a brir y seguir despidiendonos con el septimo dolor. El Domingo se acaba. Alarguemoslo.
Pero como esto no puede ser, volvamos donde comenzamos. A la calle Doctor Palomar robandole minutos al Lunes Santo. Despidamonos del último parrafo del primer capítulo, mezclandonos con los costaleros ya relajados y rodeados de los íntimos. Caras cansadas pero satisfechas, con ganas de pedirte fotos para no olvidar esos momentos. Al son de la alegre "Esperanza Macarena",(creo que es esa, voy a ser tan osado al decirlo como los amigos de la prensa, a sabiendas de correr el riesgo de equivocarme) que huele a despedida. Y luego de "Reina de Triana" que relaja esa despedida antes del la Marcha Real que desatará pasiones y buenos deseos para un año que vuelve a descontar días.
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