POSTALES DESDE EL VERANO 2012: La punta del pajarito.

Decía Cuchi el otro día que, si no fuera por el tiempo, no hay color entre el Cantábrico y el Mediterraneo. Las mareas aportan su plus a favor del norte. En la playa de Comillas, ese colmillo que ejerce de las profundidades submarinas, ilustra el sube y baja marítimo haciendo que cada momento sea distinto. Parece mentira como desaparece con la pleamar sin riesgo a chocarte con ella durante el baño.

 

POSTALES DESDE EL VERANO 2012: La ermita de Santa Justa

Engastada en las rocas de la tranquila playa de Ubiarco, rodeada de un verde esplendido, pastos, olas y vacas, y construida en el hueco de un pliegue de la ensenada. Cantabria infinita.

 

POSTALES DESDE EL VERANO 2012: Nos visita el Purito.

Ya pasó por la puerta de casa camino de las Lagunas de Neila en agosto y hoy lo vuelve a hacer, aterrizando su helicóptero al lado de otro sitio donde nos sentimos como en casa, después de consolidar el maillot rojo en la cima del Cuitu Negru. Pero cuida; no te fies de Valverde ni de Contador.

POSTALES DESDE EL VERANO 2012: Atardecer en Gerra

Hay lugares que hacen del atardecer un espectáculo. Lo prometo, la gente tarde tras tarde se junta para verlo y termina aplaudiendo. La foto (mis fotos) no está a la altura del momento y se desmerece a sí misma. El cabo de Gerra es uno de ellos, con los Picos de Europa al fondo sobre la enorme playa del Merón de San Vicente y el sol descendiendo sobre el Cantábrico hasta que desaparece siendo antes un simple punto de luz (el rayo verde de aquel tostón de película nunca lo he visto).

Pero lo mejor de todo es que, y a pesar de todo lo que cuentan en los telediarios, “todos los días sale el sol chipirón”.

POSTALES DESDE EL VERANO 2012:Comillas

El último puerto del verano