Recorrer las murallas de Cáceres
es sumergirse en la historia de una ciudad que ha sido testigo de siglos de
transformaciones. Las murallas, que datan de los siglos XII y XIII, han sido el
guardián de la ciudad desde la Edad Media, y hoy ofrecen uno de los paseos más
evocadores de Cáceres.
Las murallas de Cáceres son una
joya histórica que envuelve la ciudad monumental, transportándote a épocas de
conquistas y defensas. Sus lienzos de piedra, en algunos tramos perfectamente
conservados, se elevan como testigos del pasado árabe y cristiano.
Por la torre Bujaco se accede a
alguno de sus tramos. Desde su altura, el viajero se sumerge en siglos de
historia. Cáceres parece una postal viva: las calles empedradas, las torres
medievales y la campiña extremeña se extienden a tu curiosidad.
Emblema de Cáceres y construcción
más llamativa en la plaza Mayor, la torre de Bujaco se encuentra protegiendo el
flanco noroeste de la ciudad monumental cacereña. El actual nombre de la torre
es una denominación moderna, proveniente quizás del califa Abu Ya'qub (Abu
Jacob), constructor de la torre. De ahí se considera que le viene el nombre,
aunque otros autores consideran otros orígenes.
Es una edificación genuinamente
árabe de planta cuadrada erigida sobre sillares romanos reutilizados y con
remodelaciones a lo largo del tiempo. Entre 1672 y 1791 albergaba el reloj del
ayuntamiento, y por esta razón también fue conocida como la torre del Reloj. En
1820 se construiría un pequeño templete en el almenar de la torre albergando el
Genio Andrógino de la ciudad. Por eso hay quien considera la palabra buhaco,
muñeco de paja y trapo de la zona, que se empleaba para referirse a la estatua
del Genio Andrógino. En 1963 se iniciaría el desmoche del templete y su
traslado a su ubicación actual en el foro de los Balbos (la estatua original
reside en el museo de las Veletas
En el siglo XXI, la torre se ha
recuperado para su uso público y está abierta al turismo. Actualmente alberga
un centro de interpretación, de obligada visita para el turista, y se permite
la contemplación de buena parte de la ciudad monumental desde lo alto del
almenar.
La muralla de Cáceres es una
cerca militar de origen romano, ampliamente reconstruida durante la
Reconquista, que se ubica en el casco antiguo de la ciudad española de Cáceres.
La muralla, que se conserva construida en casi todo su trazado, es conocida por
marcar el límite exterior de la ciudad vieja de Cáceres, declarada Patrimonio
de la Humanidad junto con la propia cerca en 1986, y separarla del circundante
barrio de Extramuros.
La muralla fue construida
inicialmente para proteger la colonia romana de Norba Caesarina, pero se
conservan pocos restos de aquella época. La mayor parte de la actual muralla
fue construida por los almohades a finales del siglo XII y principios del siglo
XIII.
La pared está construida
principalmente con mampostería y tapial. La anchura media del muro es de tres
metros y en algunos tramos llega a superar una altura de diez metros. De época romana todavía conserva la puerta
sur o del Rio, conocida actualmente como Arco del Cristo. De las otras tres
entradas romanas de este extenso perímetro, dos desaparecieron, la Puerta de
Coria y Puerta de Mérida. La otra se transformó en el Arco de la Estrella. al
mismo tiempos se fueron abriendo otros accesos como el Póstigo de Santa Ana.
La muralla cacereña está declarada Bien de Interés Cultural desde 1930, siendo uno de los primeros monumentos nacionales declarados en Extremadura y dando origen a la declaración de Conjunto Histórico de gran parte del casco antiguo de la ciudad en 1949.
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