Postales atrás proclamé a la furgoneta de los López como símbolo del verano. El tobogán también lo es. Bueno, y también las paellas de Pepe,..... y las barbacoas (cuando las hacíamos),..... y el Tour......y la contraportada del AS, y los desayunos en la Lobita, los cafes del Pinocopa, las cenas en el Maño o el Hachero....
La piscina y el verano no sería lo mismo sin el tobogán, y así lo sentimos la primera semana cuando estuvo estropeado. O aquel verano de hace unos cuantos años cuando se rompió por exceso de peso. Si cuentas cuantos dicen que estuvieron en el tapón que lo provocó llenaríamos el Camp Nou, mitad de aforo que llenas con los habitantes de la provincia de Soria. Vamos.... como las lignum crucis que hay por el mundo.
Si en la furgoneta de los López siempre cabe uno más, lo mismo podemos decir del tobogán. No conocemos sus límites, que vienen marcados por la paciencia del socorrista de turno.
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