
Un anuncio nos dice “no soy lo que tengo, es lo que soy”. Pues bien, gran parte de lo que soy y lo que tengo se lo debo a los años que pasé en el Campamento Virgen Blanca, en el Valle de Gistaín, tanto como niño acampado como monitor (instructor, que decíamos entonces).
El programa de la Televisión Aragonesa, La Vida sigue Igual, le dedicó hace una semana un poco de su tiempo, y esto es algo que hace justicia, pues a lo largo de más de 50 años en ese Campamento de verano, creado en 1952 para los Aspirantes a Jóvenes de Acción Católica, se propusieron educar y ayudar a crecer a niños y jóvenes en valores positivos y humanos, también cristianos, adaptándose a los distintos momentos que le tocó vivir. En Monlora, Aragües, Rioseta, Pineta y desde 1967 en Gistaín.
En Virgen Blanca se educaba en valores de esfuerzo, compañerismo, amor, respeto por la naturaleza, utopía, crítica, servicio, fe..... pero no a base de adoctrinamiento, sino viviendo, compartiendo y experimentando durante 20 días en una pradera, a 1500 metros de altura alrededor de unas tiendas de campaña.
Subí por primera vez en agosto de 1978, la verdad que no muy convencido (es más, me pegué llorando la mitad de los días). Acababa de morir Juan Pablo I por lo que las banderas de España, de la Acción Católica y de Aragón se izaban en el mástil a media asta, en torno al que nos reuníamos a primera hora de la mañana y a última de la tarde para, entre otras cosas, cantar el himno (Tu pecho fuerte entona una juvenil canción....... es un himno de victoria...... es el triunfo del amor.....).
Quien lea esto y no lo conozca pensara.....uyyyy ......esto suena a Frente Juventudes, a fachas..... a la OJE..... a curas....... nada más lejos de la realidad. De repente empecé a conocer cosas totalmente ajenas para un chaval del Arrabal que nunca las había oído en casa o en el colegio, y a cantar canciones de la Bullonera, de Labordeta, de Carbonell, de Victor Jara, de Mercedes Sosa, Silvio Rodríguez, Pablo Milanes, Serrat, Paco Ibañez.........y a entenderlas.............y a formarme unos presupuestos mentales, empezando a hablar y conocer, con mucha mayor libertad que en el colegio de temas de política, de coeducación, de sexualidad, de afectos, de la iglesia, de la otra iglesia (la de la liberación, la de Oscar Romero....), de la educación en valores, de la pedagogía de la fe............todo esto acompañados de educadores jóvenes, a los que dábamos más crédito que a nuestros padres o profesores.
Ser de Virgen Blanca (es algo más que haber ido a...) imprimía carácter, y a mí y a muchos a lo largo de todos esos años nos educó en todos los aspectos de la vida, desde el familiar hasta el laboral, pasando por lo ideológico, lo religioso, los gustos musicales o las aficiones (amor a la montaña, a las costumbres, a lo aragonés......)
El ser humano es sociable por naturaleza y la sociabilidad se manifiesta por la integración en un grupo. Esto lo posibilitaba Virgen Blanca. Te posibilitaba el deseo de hacerlo y las aptitudes para vivir con otros. En unos momentos claves en la vida de una persona como es la pre y la posterior adolescencia. Y en unos años de profundos cambios en la sociedad española. A estas edades uno necesita más que nunca identidad e identificarse, sentirse parte de algo para significar y significarse. Todo esto te lo proporcionaba el proyecto educativo del Campamento, impregnado en unos valores que nos han ayudado a crecer como personas.
Significativo es que, yo que trabajo con adolescentes (tres de los 5 jefes que he tenido en mi vida han sido de Virgen Blanca), allí donde me toca acudir siempre aparece alguien vinculado al campamento (directores, orientadores, profesores en Institutos y colegios o Centros Sociolaborales, médicos y psiquiatras en Centros de Salud y hospitales, miembros de asociaciones, parroquias y ONG,s...............a día de hoy dos Directores Generales del Gobierno de Aragón y dos concejales del Ayuntamiento de Zaragoza ,uno del PSOE y otro del PP).
Dejé de formar parte de su estructura en 1991. Pero no ha pasado un agosto desde 1978 que no pase algún día a la sombra del Posets, el Montó, el Bachimala, los Batouas, y suba hasta Viados a sentarme ante el atardecer más bonito de todo el Pirineo.
Para mis hijas querría un campamento como este. Pero, al margen de que la coyuntura no sea la misma............... hoy en día ya no se llevan esos campamentos.
Las instalaciones siguen existiendo................. siguen acogiendo otros grupos, otros campamentos............ pero es que el campamento no es algo............. éramos nosotros.
“Acampados siempre alegres....................... Siempre Unidos”.
Jorge Gracia Pastor