martes, 7 de diciembre de 2021

CRÓNICAS ROMANAS: El Coliseo

 






















Las obra de una tercera línea de metro llevan años en acción, y en la actualidad se encuentran en los subsuelos de los foros y el Coliseo. Por ello, la perspectiva que ofrecía la Avenida de los Foros Imperiales desde la plaza Venecia pierde su encanto al quedar la enorme silueta del anfiteatro medio tapada entre gruas y vallas. Pero bueno, peor ha sido estos años viajar a Londres y ver andamios donde debería figurar el Big Ben.

El Coliseo, el monumento que mejor transmite la inmensidad del Imperio Romano. Un majestuoso anfiteatro construido en el año 72 d.C. por Vespasiano, con una capacidad para 50.000 espectadores a los que se les ofrecía sus espectáculos preferidos: luchas, gladiadores, ejecuciones, circos de animales, recreaciones de batallas...Permaneció en activo durante más de 500 años. 

Con la caida del Imperio Romano sufrió saqueos de piedras, también terremotos o bombardeos en las diferentes guerras, pero siempre acogiendo usos diversos entre sus muros, bajo sus arcadas como almacén, iglesia, cementerio...

 Es, junto con el Vaticano, el mayor atractivo de Roma, y en 2007 fue declarado por la UNESCO como una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno.

Anfiteatro. Esto es un anfiteatro y no lo que normalmente se suele denominar, incluso por las autoridades. En Zaragoza era famoso lo que denominaban "anfiteatro del Rincon de Goya", cuando eso era un teatro al más puro estilo griego, apoyado en las laderas del parque. Anfiteatro; más que un teatro.

 

 



CRÓNICAS ROMANAS: Los Foros Imperiales

 










































Los impresionantes restos arqueológicos de los Foros son toda una evidencia de lo que fue la grandeza de esta ciudad hace más de 2000 años. Diferentes emperadores erigieron sus propios foros, ampliando los anteriorrs hasta formar un vasto complejo en el centro de Roma durante el final de la Republicana y el principio de la época imperial. El Foro de César, el de Augusto, Nerva y Trajano, cumplían con las necesidades administrativas y políticas que el imperio iba necesitando, tanto para el estado como para la ciudad. También por deseo de contar con centros  de poder que mostraran la grandeza y la solemnidad que el imperio exigía.

Veinte siglos después, y a pesar de que solo sean restos, sigue impresionando. En especial cuando recorriendolos aparece al fonso la silueta del Coliseo.

Fue en 1924 cuando Mussolini decidió construir la actual Avenida de los Foros Imperiales, sacando a la luz aquello que se vislumbraba oculto entre casas del medievo y el renacimiento.

La grandeza de esta ciudad, al margen del Coliseo del que ya hablaremos en la siguiente crónica, queda patente en el Foro de Trajano, del que nos hemos hecho muy "fans" con las novelas de Santiago Posteguillo. Basilica, biblioteca, un enorme mercado a modo de centro comercial de la época. Y en medio la famosa Columna de Trajana.