Tardamos un año en enterarnos de que el 11 de septiembre de 2022 nos tomamos el último en el Filipinas. El Filipinas era parte del alma en el mismo corazón de Comillas, referencia ineludible de nuestras estancias en la villa. Más de 20 años desayunando todos los días de la primera quincena de septiembre, con más de alguna cena.
El Filipinas ha cerrado. Los grandes ventanales, con vistas al palacio Ocejo, a la plaza de la Fuente de los Tres Caños, o al Covirán, así permanecen desde enero. Titi falleció y Nando necesita descansar. Sin los gemelos tampoco sería lo mismo, como cuando falleció el gran Eusebio. Con ellos se va un bar de los de toda la vida, de larga barra, oferta amplia y unos camareros que solo con verte entrar ya estaban poniéndote un café con leche con dos de azúcar y un croissant a la plancha con la mantequilla blanda y mermelada.
El mejor local de todo el pueblo, en el mismo corazón de Comillas, merecería un futuro acorde de lo que fue. Ojala, pero será difícil. Ya ha sido imposible encontrar este año un lugar donde desayunar antes de las 8,30 horas y a un precio normal.
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