domingo, 23 de febrero de 2020

CARTAS COFRADES 2020-II: .....el San Cayetano que conocimos (II)


Inusual repercusión la provocada por una epístola del serial pasado bajo el mismo título. Entre las filias y fobias originadas, un ínclito e influyente (también "influencer") miembro de entre "los cincuenta" llegó a señalarnos que las cosas iban a funcionar con más decoro y respeto a nivel litúrgico, a lo cual respondimos que nos alegrábamos y que ojala fuera así. No dolieron prendas en reconocer, y lo volvemos a reiterar, que San Cayetano tuvo una gran organización, con mejoras incluidas, durante la Semana Santa de 2019.

Nos acercamos a otra, ya estamos en puertas de la Cuarema. Se oyen cosas, y cuando preguntas que soluciones se van a ofrecer en el funcionamiento de San Cayetano nadie aporta respuestas (al menos a los cofrades de número). Se escucha que la Diputación Provincial, propietaria del templo, va  a sacar a concurso la gestión del mismo. Que mal suena ¿verdad? lo de sacar a concurso y el verbo "gestionar" para un recinto todavía sagrado para muchos y que aúna un sin fin de pasiones.

Es lo que hay, y lógicamente una institución aconfesional como la Diputación tiene la obligación de velar por el patrimonio de todos. Si se ha llegado a esta situación es porque la Iglesia (como institución) cada vez tiene menos capacidad humana para ocuparse de todos sus frentes; y San Cayetano dejo de ser uno de estos una vez los Teatinos abandonaran el mantenimiento del culto en la Real Capilla y falleciera el Padre Barceló.

Dicen que hay un funcionario (lo conocimos ya el año pasado) que, cuando se precisa, acude encantado con las llaves, atiende las necesidades solicitadas y hasta pone la calefacción. Algo falló en este proceso el día de Santa Agueda cuando la feligresía se encontró con la puerta cerrada. Unos dicen que, habiendo culto en el Portillo, DPZ, y Arzobispado conjuntamente decidieron no abrir la iglesia. Otros que la asociación que alienta la devoción el 5 de febrero no solicitó en tiempo y forma su apertura..... el caso es que .... adiós al San Cayetano que conocimos para el día de Santa Agueda.


Este sábado 22 de febrero los cofrades tuvimos la celebración de envío. Se nos convocaba por la  Junta Coordinadora en la iglesia de San Felipe  para recordarnos que cada uno de nosotros debe creerse el ser enviados para comunicar y expresar cuál es el sentir y vivir cofrade de la Cuaresma y la Semana Santa. Posiblemente la comodidad de los sacerdotes y de los organizadores hacía conveniente el que discurriera en San Felipe, pero ¿ves?.... otro paso atrás de San Cayetano, la que siempre hemos considerado casa de todos. 170 metros separan una iglesia de la otra.
  
La comodidad. Ya hay cofradías que, dejémoslo por comodidad, ya no se acercan por San Cayetano en procesión. Hubo un tiempo en que esta iglesia era inhóspita entre obras, andamios, perros.... y sin embargo las cofradías no renegaban de celebrar sus actos y festividades en ella. Vivimos y recordamos  como se hacían las misas cofrades allá por 1987 y 1988 entre andamios (también Santa Agueda), o en 1989 ya sin estos, pero sin suelo se seguía trayendo la megafonía alquilada para celebrarlas. Es cierto que en 1990 y 1991 se optó por San Felipe, los recuerdos ni las fuentes consultadas aluden los motivos, pero el viacrucis del Viernes de Dolores de la Sangre de Cristo si que tuvo lugar en ambos años.

Sabiendo que, incluso dentro de casa hay quien (por comodidad litúrgica, volvamos a dejarlo ahí), estaría encantado de abandonar San Cayetano, los que no pensamos lo mismo hagamos lo posible por facilitar las soluciones.