Vivir confinado perimetralmente te hace añorar lo lejano y valorar lo cercano. Incluso descubrirlo. Nos ha pasado con el azud de Urdán, en el rio Gállego. Con un caudal bravo gracias a las nevadas y las lluvias de los últimos días aparece espectacular.
Laura nos dice que somos unos ilegales, que ese territorio pertenece a Villanueva de Gállego. Yo le digo que hemos dejado el coche en San Juan de Mozarrifar, barrio rural de Zaragoza y que hemos llegado andando sin que nadie nos dijera nada. Que al otro lado del rio está la Cartuja Aula Dei y que Peñaflor también es barrio rural. Nos insiste, ella bien relacionada con altas instancias villanovenses, que no estamos en Zaragoza. Google Maps, al poner la ubicación de esta entrada le da la razón.
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