martes, 24 de junio de 2025

EL SANTO DEL DÍA: San Juan

Capilla de San Juan Bautista en la basílica del Pilar de Zaragoza


Si para San Lamberto cantamos una de Labordeta, para San Juan lo hacemos con La Bullonera.

                                           A las doce de la noche me han venido a reclamar

tunda la tunda la tunda en la Noche de San Juan

Me ha sacado de la cama sin tiempo a considerar

tunda la tunda la tunda en la Noche de San Juan

En la noche de las brujas, nochecica de San Juan,

cuando salen los mochuelos y vigila el gavilán.

 

Un ramico de tomillo hemos puesto en el zaguán

tunda la tunda la tunda en la Noche de San Juan

El que quiera beber vino ya conoce la señal

tunda la tunda la tunda en la Noche de San Juan

Dejaré la puerta abierta y el pestillo sin pasar

y una luz en la bodega a los que van ciegos ya.

 

Debajo la mangraneda con toda la oscuridad

tunda la tunda la tunda en la Noche de San Juan

está la "tía Cordetera" y el Abundio, el sacristán,

tunda la tunda la tunda en la Noche de San Juan

Él le saca la campana p’a enseñársela a tocar

y se pasan toda noche repicando sin parar.

 

A las tres de la mañana todos juntos a rondar

tunda la tunda la tunda en la Noche de San Juan

El alcalde, el señor cura se nos van a cabrear

tunda la tunda la tunda en la Noche de San Juan

A la luz de las hogueras nos vamos a disfrazar,

formaremos un tiberio que no se podrá aguantar.

 

Con los de La Bullonera y un poco antes de almorzar

tunda la tunda la tunda en la Noche de San Juan

bailarán "La Canastera" p’a acabar de rematar

tunda la tunda la tunda en la Noche de San Juan

Cuando salen los mochuelos y vigila el gavilán

volveremos a la cama en la Noche de San Juan.

En la noche de las brujas, dos guitarras y un cantar.

¡Y qué bien que se pasaba en la Noche de San Juan!

jueves, 19 de junio de 2025

POSTALES DESDE EL VERANO 2025: San Juan de Luz

 

Visitar San Juan de Luz es obligado si recorres la Costa Vasca francesa. Situada a orillas del Atlántico, muy cerca de la frontera con España, esta ciudad combina el sabor marinero con la elegancia de un destino vacacional histórico.

Calles peatonales con casas típicas de entramado de madera, plazas llenas de vida, de bares, restaurantes y tiendas con productos locales que invitan a detenerse y saborear el ambiente. Y aquí es donde hay que nombrar los macarons tradicionales de la Maison Adam. Según cuenta la historia, fueron servidos a Luis XIV durante su boda en 1660, y al rey le gustaron tanto que la fama de estos dulces se extendió por todo el reino. Hoy, más de tres siglos después, siguen elaborándose según la receta original en la misma confitería, que aún se encuentra frente a la plaza Louis XIV.

Y es que, el Rey Sol se casó con María Teresa de Austria en la Iglesia de San Juan Bautista, cuyo interior, con galerías de madera y un retablo impresionante, merece una visita pausada.

Y es que San Juan de Luz cuenta con un  patrimonio arquitectónico con muchas historias, como Le Maison Louis XIV, residencia del rey durante su estancia en 1660 y le Maison de l’Infante donde se alojó la infanta española antes del enlace. También el Ayuntamiento, donde se anunció oficialmente la unión real franco-española.

El puerto pesquero conserva su autenticidad y sigue siendo el corazón de la localidad. Muy cerca, la playa principal, protegida por un rompeolas, es perfecta para un baño tranquilo, para disfrutar del sol con vistas a la bahía, o pasear por el paseo marítimos.

Uno de los rincones más emblemático del paseo marítimo es La Pérgola, una estructura que combina lo arquitectónico con lo escénico. Su diseño art déco aporta un toque elegante que recuerda la época dorada del turismo que tuvo San Juan de Luz cuando la puso de moda como lugar de veraneo la emperatriz Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III. Al igual que sucedió con Biarritz, su presencia atrajo a la nobleza, artistas y figuras influyentes de la época, lo que consolidó la reputación del pueblo como destino elegante y refinado. Se construyeron entonces villas señoriales, balnearios y paseos marítimos que aún hoy reflejan ese esplendor de la Belle Époque, como el Gran Hotel, construido a principios del siglo XX, uno de los hoteles históricos de la ciudad. Se sitúa en pleno centro y conserva su elegancia clásica.

Desde allí, otro de los atractivos es el paseo hasta la Pointe Sainte-Barbe, desde donde se contempla todo el litoral y el atardecer.


POSTALES DESDE EL VERANO 2025: Un día en la plage Pavilion Royal de Bidart






































La playa del Pavillon Royal es la más larga de Bidart con más de un kilómetro de arena blanca a la que solo se puede acceder a pie, con la bruma levantándose despacio entre los acantilados verdes, para ofrecerte todo lo que le puedes pedir a una playa: naturaleza, baños, paseos, deporte, surf, relax….

Nada como empezar el día con los pies descalzos y la brisa del Atlántico acariciando la cara. Paseantes y los primeros surfistas aparecen antes de que el sol se asome a una playa aún tranquila, sin masificaciones. Unos hacen yoga, otros calientan antes de ponerse el neopreno y lanzarse a las olas.

A media mañana, la playa se llena de vida, de toallas, esterillas y sombrillas. Hay suficiente espacio para tumbarse con tranquilidad; incluso para hacer nudismo sin que nadie se sienta molesto. Familias, surfistas, parejas con sombrillas improvisadas, algún grupo de amigos con guitarras… todo fluía al ritmo lento que exige el verano.

Te bañas, tomas el sol, lees, o simplemente miras el infinito, entre caminatas hacia el sur en dirección a Guéthary o hacia el norte, con Biarritz al fondo y la silueta del Rocher de la Vierge.

Llega el atardecer; el sol, cada vez más bajo, empezó a teñirlo todo color rosado mientras se pone directamente sobre el mar. No es solo un momento del día, para algunos es una ceremonia. Nadie tiene prisa. Las conversaciones bajan el tono. Todo se ralentiza mientras el sol se funde con el mar.