Las procesiones del Viernes de Dolores están fuera de programa, al menos de los que se reparten de mano, y eso que, aunque no todas por unos motivos o por otros, ya figuran en la nueva web de la Junta Coordinadora. Nos hemos quedado con ganas de hablar de ella; una web de lo más completa; consúltala.
Será que, desde el punto de vista
litúrgico, este día no forma parte oficialmente de la Semana Santa. Hasta la misa
de la fiesta de la cofradía, décadas atrás, se celebraba a las 8,30 de la
mañana, y aunque era a hora temprana, de ella se decía en la memoria de
1949 “La fiesta Principal de Viernes de Dolores
ya no necesita comentario. Citarla es decir que se celebró con gran devoción,
con gran asistencia de hermanos y con el más respetuoso entusiasmo. Es nuestra
Fiesta y ha adquirido carta de naturaleza entre nosotros. Acudimos todos, y de
faltar alguno creemos sería con causa justificada”. “Es una fiesta tan
importante, tan grata a los ojos de la Virgen, que su celebración lleva en si
el tinte de lo inmejorable. La comunión muy ordenada y fervorosa; la consagración
de los nuevos hermanos, la entrega de las limosnas de la Virgen, colofón
emocionante de la fiesta, le dan un carácter tan peculiar, que difícilmente
podría superarse”, para continuar diciendo “todo ello excelente preparación a disponer nuestro
espíritu para las emotivas jornadas de la Semana Santa”. Lo de "la comunión muy ordenada" tiene su gracia. Incluso existía un
cupón de asistencia para atestiguar que los cofrades cumplían con sus
obligaciones con la Hermandad.
Y así lo vivíamos cuando uno aún era chaval. La misa seguía celebrándose “al punto mañana” y por la tarde había ensayo, que ni siquiera era el último. Uno aún guarda en la memoria el imborrable momento del Viernes Santo de 1980, cuando se ganó el derecho a salir tocando. Morata le asignó el tambor nº 23 y le dio una bandolera de las nuevas. Llegas a casa y dices que ya no sales con los pajes y que necesitas un tercerol. ¡Como han cambiado las cosas! Salvo la bandolera, que a día de hoy sigue siendo la misma (con el nº 23, y el nº14 del año siguiente al cambiar de tambor), esperando de que en pos de la uniformidad no me la hagan cambiar por vieja y ajada.
Todo cambió en 1981. "Tradición y renovación".
Así se titulaba el tradicional escrito del Decano en el programa de 1982.
Entraba una nueva Junta con el deseo de abrir otra etapa dispuesta a adaptarse
a una sociedad deseosa de cambios. Uno de ellos fue el de promocionar a los más
jóvenes, sabiendo que haciéndolo se ayudaría a mantener con fuerza la vida de
la cofradía. Y uno de esos primeros cambios fue trasladar la eucaristía de la
Fiesta Principal a las 20,15 horas Los cambios sociales ya no
primaban por ir a trabajar tras recibir la comunión. El cambio de hora se
produjo buscando facilitar una mayor asistencia al acto. Y a fe que se
consiguió.
Y que decir cuando en 1983 comienzan a procesionar
desde la iglesia de Santiago hacia el barrio de la Magdalena, la cofradía de
Jesús ante Caifás; ahí que nos íbamos. Cuando dejaron de salir años después, crearon
un vacío cofrade pues nos habíamos acostumbrado a ir de procesiones en la noche del Viernes de
Dolores.
Fuera de programa, y sin formar parte de la liturgia oficial
de la Semana Santa, pero en la calle se ha decidido que ya lo era. Hasta 16 cofradías han
tenido hoy actos litúrgicos programados y de estos, 5 han sido procesiones.
Esto si que dejaría vacío el calendario del cofrade callejero si dejaran de
celebrarse. Y es que, además, de entre estas cinco, algunas con pasos de los
que merecen ser destacados, de los que brillan con propia y distinguen a
nuestra Semana Santa (aunque no sea Semana Santa).
Los barrios se llenan de recogimiento cuando llega la noche. No hay multitudes como el Domingo de Ramos ni la grandiosidad de Jueves o Viernes Santo, pero hay algo más íntimo, más puro. El Vía Crucis de este día se reza con el alma en vilo, sabiendo que desde hoy, y si el tiempo no lo impide no hay vuelta atrás.
Y así por la parroquia del barrio
de Montecanal, la Hermandad de Cristo despojado de sus vestiduras ha realizado
por primera vez un viacrucis en esta noche y por esos lares.
Lo mismo podemos decir de la
cofradía de la Crucifixión, que cambia la procesión del Domingo de Ramos por el
viacrucis de hoy por el barrio de Torrero. Y aquí aparece uno de los pasos que han dado lustre a esta noche al hacerlo con el Cristo del Honor y del Servicio, una talla de finales del
siglo XVII, que se encuentra al culto en la Real Parroquia Castrense de San
Fernando.
Por el Portillo se ha podido acompañar a la cofradía de la Oración en el Huerto, con otra de las joyas
escultóricas de la noche, la talla del busto del Ecce-Homo que durante todo el
año recibe culto en la capilla de las confesiones de la Iglesia del Portillo, después
de muchos años olvidada en un almacén de la parroquia. Precioso busto, que
forma parte de nuestras procesiones desde 2014, obra de singular naturalismo
espiritualizado, de escuela navarro-aragonesa, de principios del siglo XVII, y de
la que siempre nos cuentan que fue premiada en la Exposición Hispano-Francesa
de Zaragoza en 1908 pero nosotros nunca hemos sabido por qué.
Para estas “cartas”, mención
especial al viacrucis por la parroquia del Corpus Christi por la Esclavitud de
Jesús Nazareno, pues ha portado la imagen de Jesús Nazareno, conocida como de
Mayordomía o de los mayordomos, obra de Tomás Llovet de 1825 y que es copia de su
imagen titular, cuando tras la destrucción de su sede en el convento de
Trinitarios Descalzos, se encontraba en la iglesia de San Cayetano, y Llovet
era el escultor principal de la Sangre de Cristo
Al menos hoy, pues aún no tienen decidido si volverá a acontecer, nos regalan unas nuevas andas a la Semana Santa, recuperando la imagen de la tradicional Procesión de los Mayordomos, en la cual se trasladaba a este Jesús Nazareno hasta la residencia del Mayordomo entrante de cada año, y que el público en general conocimos con la celebración del 250ª Aniversario Esclavitud Jesus Nazareno de Zaragoza en 2009. Entrañable el cartel anunciando el viacrucis por el “barrio de sementales”. Hay que ser muy de Zaragoza y con cierta edad para situar el lugar… y aún así.
Ya hemos citado dos pasos
con imágenes del XVII, una del XIX y vamos a por uno del XXI, el gran paso de
misterio zaragozano, el de la Agrupación Parroquial del Santísimo Cristo del
Amor y Buen Fin y María Santísima de la Esperanza Trinitaria, que, aunque no sean
cofradía ni estén en “Coordinadora”, por su componente humano como si lo
fueran. Ya sabes, obra de Navarro Arteaga, figura relevante de la imaginería contemporánea,
un artista completo del que se dice que conjuga técnica, sensibilidad y fe. Un
digno continuador del barroco sevillano, con voz propia en el siglo XXI, del
que conocemos también en Zaragoza el gran paso de la Institución de la Sagrada
Eucaristía.
Cinco cofradías en la calle, otras nueve con actos en sus sedes o iglesias. El Cristo de la Buena Muerte con el Descendimiento, el Cristo del Refugio con la Piedad en el Pilar, el viacrucis del Cristo Resucitado por el claustro de los Agustinos, el ancestral viacrucis de la Sangre de Cristo, el fin del septenario de la Congregación de Esclavas…. No es día de cupón de asistencia para atestiguar que los cofrades cumplen con sus obligaciones con la Hermandad. Hay personas que pertenecen a dos y hasta tres cofradías con actos hoy. De “faltar alguno creemos” habrá sido “con causa justificada”. O no.