sábado, 12 de abril de 2025

CARTAS COFRADES 2025-XII: Viernes de pasos

 


Las procesiones del Viernes de Dolores están fuera de programa, al menos de los que se reparten de mano, y eso que, aunque no todas por unos motivos o por otros, ya figuran en la nueva web de la Junta Coordinadora. Nos hemos quedado con ganas de hablar de ella; una web de lo más completa; consúltala. 

Será que, desde el punto de vista litúrgico, este día no forma parte oficialmente de la Semana Santa. Hasta la misa de la fiesta de la cofradía, décadas atrás, se celebraba a las 8,30 de la mañana, y aunque era a hora temprana, de ella se decía en la memoria de 1949   “La fiesta Principal de Viernes de Dolores ya no necesita comentario. Citarla es decir que se celebró con gran devoción, con gran asistencia de hermanos y con el más respetuoso entusiasmo. Es nuestra Fiesta y ha adquirido carta de naturaleza entre nosotros. Acudimos todos, y de faltar alguno creemos sería con causa justificada”. “Es una fiesta tan importante, tan grata a los ojos de la Virgen, que su celebración lleva en si el tinte de lo inmejorable. La comunión muy ordenada y fervorosa; la consagración de los nuevos hermanos, la entrega de las limosnas de la Virgen, colofón emocionante de la fiesta, le dan un carácter tan peculiar, que difícilmente podría superarse”, para continuar diciendo “todo  ello excelente preparación a disponer nuestro espíritu para las emotivas jornadas de la Semana Santa”. Lo de "la comunión muy ordenada" tiene su gracia. Incluso existía un cupón de asistencia para atestiguar que los cofrades cumplían con sus obligaciones con la Hermandad.

Y así lo vivíamos cuando uno aún era chaval. La misa seguía celebrándose “al punto mañana” y por la tarde había ensayo, que ni siquiera era el último.  Uno aún guarda en la memoria el imborrable momento del Viernes Santo de 1980, cuando se ganó el derecho a salir tocando. Morata le asignó el tambor nº 23 y le dio una bandolera de las nuevas. Llegas a casa y dices que ya no sales con los pajes y que necesitas un tercerol. ¡Como han cambiado las cosas! Salvo la bandolera, que a día de hoy sigue siendo la misma (con el nº 23, y el nº14 del año siguiente al cambiar de tambor), esperando de que en pos de la uniformidad no me la hagan cambiar por vieja y ajada.

Todo cambió en 1981. "Tradición y renovación". Así se titulaba el tradicional escrito del Decano en el programa de 1982. Entraba una nueva Junta con el deseo de abrir otra etapa dispuesta a adaptarse a una sociedad deseosa de cambios. Uno de ellos fue el de promocionar a los más jóvenes, sabiendo que haciéndolo se ayudaría a mantener con fuerza la vida de la cofradía. Y uno de esos primeros cambios fue trasladar la eucaristía de la Fiesta Principal a las 20,15 horas Los cambios sociales ya no primaban por ir a trabajar tras recibir la comunión. El cambio de hora se produjo buscando facilitar una mayor asistencia al acto. Y a fe que se consiguió.

Y que decir cuando en 1983 comienzan a procesionar desde la iglesia de Santiago hacia el barrio de la Magdalena, la cofradía de Jesús ante Caifás; ahí que nos íbamos. Cuando dejaron de salir años después, crearon un vacío cofrade pues nos habíamos acostumbrado a ir de procesiones en la noche del Viernes de Dolores.

Fuera de programa, y sin formar parte de la liturgia oficial de la Semana Santa, pero en la calle se ha decidido que ya lo era. Hasta 16 cofradías han tenido hoy actos litúrgicos programados y de estos, 5 han sido procesiones. Esto si que dejaría vacío el calendario del cofrade callejero si dejaran de celebrarse. Y es que, además, de entre estas cinco, algunas con pasos de los que merecen ser destacados, de los que brillan con propia y distinguen a nuestra Semana Santa (aunque no sea Semana Santa).

Los barrios se llenan de recogimiento cuando llega la noche. No hay multitudes como el Domingo de Ramos ni la grandiosidad de Jueves o Viernes Santo, pero hay algo más íntimo, más puro. El Vía Crucis de este día se reza con el alma en vilo, sabiendo que desde hoy, y si el tiempo no lo impide no hay vuelta atrás.

Y así por la parroquia del barrio de Montecanal, la Hermandad de Cristo despojado de sus vestiduras ha realizado por primera vez un viacrucis en esta noche y por esos lares.

Lo mismo podemos decir de la cofradía de la Crucifixión, que cambia la procesión del Domingo de Ramos por el viacrucis de hoy por el barrio de Torrero. Y aquí aparece uno de los pasos que han dado lustre a esta noche al hacerlo con el Cristo del Honor y del Servicio, una talla de finales del siglo XVII, que se encuentra al culto en la Real Parroquia Castrense de San Fernando.

Por el Portillo se ha podido acompañar a la cofradía de la Oración en el Huerto, con otra de las joyas escultóricas de la noche, la talla del busto del Ecce-Homo que durante todo el año recibe culto en la capilla de las confesiones de la Iglesia del Portillo, después de muchos años olvidada en un almacén de la parroquia. Precioso busto, que forma parte de nuestras procesiones desde 2014, obra de singular naturalismo espiritualizado, de escuela navarro-aragonesa, de principios del siglo XVII, y de la que siempre nos cuentan que fue premiada en la Exposición Hispano-Francesa de Zaragoza en 1908 pero nosotros nunca hemos sabido por qué.

Para estas “cartas”, mención especial al viacrucis por la parroquia del Corpus Christi por la Esclavitud de Jesús Nazareno, pues ha portado la imagen de Jesús Nazareno, conocida como de Mayordomía o de los mayordomos, obra de Tomás Llovet de 1825 y que es copia de su imagen titular, cuando tras la destrucción de su sede en el convento de Trinitarios Descalzos, se encontraba en la iglesia de San Cayetano, y Llovet era el escultor principal de la Sangre de Cristo

Al menos hoy, pues aún no tienen decidido si volverá a acontecer, nos regalan unas nuevas andas a la Semana Santa, recuperando la imagen de la tradicional Procesión de los Mayordomos, en la cual se trasladaba a este Jesús Nazareno hasta la residencia del Mayordomo entrante de cada año, y que el público en general conocimos con la celebración del 250ª Aniversario Esclavitud Jesus Nazareno de Zaragoza en 2009. Entrañable el cartel anunciando el viacrucis por el “barrio de sementales”. Hay que ser muy de Zaragoza y con cierta edad para situar el lugar… y aún así.

Ya hemos citado dos pasos con imágenes del XVII, una del XIX y vamos a por uno del XXI, el gran paso de misterio zaragozano, el de la Agrupación Parroquial del Santísimo Cristo del Amor y Buen Fin y María Santísima de la Esperanza Trinitaria, que, aunque no sean cofradía ni estén en “Coordinadora”, por su componente humano como si lo fueran. Ya sabes, obra de Navarro Arteaga, figura relevante de la imaginería contemporánea, un artista completo del que se dice que conjuga técnica, sensibilidad y fe. Un digno continuador del barroco sevillano, con voz propia en el siglo XXI, del que conocemos también en Zaragoza el gran paso de la Institución de la Sagrada Eucaristía.

Cinco cofradías en la calle, otras nueve con actos en sus sedes o iglesias. El Cristo de la Buena Muerte con el Descendimiento, el Cristo del Refugio con la Piedad en el Pilar, el viacrucis del Cristo Resucitado por el claustro de los Agustinos, el ancestral viacrucis de la Sangre de Cristo, el fin del septenario de la Congregación de Esclavas…. No es día de cupón de asistencia para atestiguar que los cofrades cumplen con sus obligaciones con la Hermandad. Hay personas que pertenecen a dos y hasta tres cofradías con actos hoy. De “faltar alguno creemos” habrá sido “con causa justificada”. O no.

 


 

 

lunes, 7 de abril de 2025

CARTAS COFRADES 2025-XI: El libro de los pregones

 

Entrando en la semana que nos conduce a la celebración del pregón, es un buen momento para poner fin a este serial bibliográfico con el que nos hemos entretenido este año.

La celebración del 75 aniversario de la Junta Coordinadora de Cofradías suponía una oportunidad para poder agrupar en una publicación todos los textos de los pregones de nuestra Semana Santa, un deseo perseguido desde hace tiempo.

No se trataba de realizar la historia de la procesión del Pregón en torno a sus itinerarios, lugares de celebración, características diferenciales de cada año, novedades o personalidad de cada uno de los pregoneros.  El reto queda ahí para quien lo quiera emprender

Contábamos con la referencia del artículo firmado por el recordado Manuel López Calvera para la Revista de la Junta Coordinadora de 2010 y con el tremendo trabajo realizado por David Beneded Blázquez en la web de las Siete Palabras. Ahí sí que se recoge la historia y puede ser un punto de partida para hacerla. Ambas fuentes nos situaban en 55 los pregones realizados.

Lo que recoge este libro no es la colección de los pregones en toda extensión, en todo su discurso, sino que de cada uno se presenta un resumen recogiendo su esencia, esencia que, en la mayoría de los casos viene dada por la personalidad intelectual o profesional del pregonero o por la coyuntura del momento que tocaba vivir.

En la presentación del libro, que aconteció el 29 de febrero en la sede de la Universidad San Jorge, se dieron tres motivos que condujeron a esto.

El primer motivo, la magnitud de la colección de pregones, que iba a condicionar el volumen del tomo y se disponía de un presupuesto ajustado. Contaron como anécdota que los 20 primeros “word” recopilados superaban los 160 folios, y se esperaba llegar a los 55 pregones. Esto llevaba a una proyección de cercana a los 500 folios.

500 folios a los que habría que añadir los textos de presentación, intervenciones de autoridades, y el breve encuadre teórico más la inclusión de la colección de carteles anunciadores de cada Semana Santa. Desde el principio se pensó en incluirlos por dos razones: Se hacía más amable el libro con las ilustraciones y por la ocasión que se ofrecía de poderlos recoger en una publicación, aprovechando la labor de  compilación que se hizo en su día desde la Cafetería La Pasión, junto al trabajo expositivo de la Asociación para el Estudio de la Semana Santa en 2021

El segundo motivo era un problema; existían lagunas para encontrar todos los años. El pregón se realiza ininterrumpidamente desde 1973, y hubo tres anteriores en 1957,1958 y 1959. Ni en el comentado artículo de Manuel López Calvera de 2010, ni en el trabajo de David Beneded para la web de las Siete Palabras aparecen el nombre de los pregoneros de los años 1978 y 1981. Y junto a estos faltaban los textos de los años 1958 y 1959 junto a los que van de 1973 a 1980, más 1982 y 1988. 12 en total

Estas lagunas se cubrieron recurriendo a la hemeroteca. Hasta la desaparición en 1977 de El Noticiero, periódico de línea editorial católica, todos los años había crónica del pregón, las cuales se han plasmado pudiendo recurrir a párrafos extensos o frases pronunciadas por el pregonero.

En el arduo trabajo desarrollado por Pedro Luis Ferrer y David Beneded para su libro 85 veces siete se encontró en El Amanecer un artículo referente al pregón de 1978, cuyo pregonero no fue otro que José María Zaldívar Arenzana, que ya lo había sido en otras cinco ocasiones anteriores, quedándonos de este modo en blanco los años 1979, 1980, 1981,  1982 y 1988.

El pregonero de 1981 seguía sin conocerse el día de la presentación, a pesar de recurrir a archivos de las cofradías, a programas de estas, a cofrades, a amigos cofrades periodistas del Heraldo que pudieran bucear más a fondo en su hemeroteca…. a la Hoja Parroquial… Y Convencidos de que alguien terminaría encontrándolo, fue el propio autor del libro quien lo consiguió en una publicación que veía todos los día en las baldas cofrades de su casa.

El tercer motivo; el contenido de los pregones. Como no puede ser de otra manera, el fondo, la esencia de cada pregón es la misma; esto hace que si te lees uno tras otro todos te estén diciendo lo mismo de manera reiterativa: Agradecimientos a las autoridades presentes, a la Junta Coordinadora y a la cofradía delegada, desde la humildad de quien considera un honor haber sido designado pregonero. Alabanzas al marco incomparable de la plaza del Pilar cuando se ha celebrado en esta, y en solo seis ocasiones se ha dejado de hacer, encontrándonos bajo la protección de la Virgen del Pilar, incluso del Ebro. Referencias a la antigüedad de nuestra Semana Santa, al Santo Entierro y a la Sangre de Cristo. Listado de las cofradías, referencias a los capirotes, a los terceroles, al color de las túnicas y a los distintos misterios y advocaciones que vamos a procesionar durante la semana. Referencias a la caridad y beneficencia en décadas pasadas o a la obra social de hermandades y cofradías que los son durante los 365 días del año. Y por supuesto al sonido de tambores, timbales, bombos, sin olvidarnos de las cornetas, heráldicas, las matracas, las carracas o las campanas…. Tal o cual referencia puede faltar, pero nombrar a los tambores es como una obligación para el pregonero.

Por último, también nos contaron como es recurrente, sobre todo cuando la persona que realiza el pregón es zaragozana, justificar, que no tenemos Salzillos ni Gregorio Fernandez, ni Juan de Mesa entre nuestros pasos, y aludir a los Sitios de Zaragoza y la destrucción del Convento de San Francisco y recurrir al salvamento del Cristo de la Cama.

Apuntaba el compilador de la publicación en su presentación que uno de los pregoneros, el Cardenal Amigo (2012), en un acto de la Asociación para el Estudio de la Semana Santa (2014) dijo algo así como que la mejor Semana Santa era la suya, la de su pueblo, la de cada uno de los pueblos y ciudades de las que somos cada uno. A los de Zaragoza nos va más el justificar porque no tenemos la mejor Semana Santa.

Cardenales, obispos, sacerdotes, religiosos, teólogos, exministros, alcaldes, políticos, médicos, abogados, periodistas, locutores, historiadores, escritores, militares, músicos, profesores universitarios… hasta cofrades forman el amplio elenco de pregoneros y pregoneras de lujo que ha tenido nuestra ciudad.

Cada uno de ellos supo dar a ese contenido su impronta y el carácter de su labor o profesión. Y así nos encontramos con pregones con una gran carga teológica, o simplemente pastoral. Incluso los de 1983 y 1984 fueron la homilía de la eucaristía celebrada en el Pilar por don Elías.

Lecciones de historia, o de arte, crónicas periodísticas o radiofónicas de aquello que ya pasó o que estamos dispuestos a celebrar, divulgación de las bondades turísticas de nuestra ciudad, poesía, música o relatos novelados (Ángeles Irisarri, 2015, posiblemente el más distinto y original). Y sentimiento cofrade con muchas vivencias en aquellos que lo eran.

Todos esto nos vamos a encontrar acercándonos a Pregones de pasión, un legado de la Semana Santa zaragozana.

jueves, 3 de abril de 2025

CARTAS COFRADES 2025-X: Cofradía con iglesia

 

Hoy queremos destacar el gran logro y osado paso dado por una cofradía zaragozana; pero vamos a dejarlo para el final de la carta.

Entre los fines de todas las cofradías y hermandades, junto al fomento de la piedad, la caridad y la espiritualidad de los hermanos, figura el culto y la devoción a sus advocaciones, siendo éste, en muchas ocasiones, su fin principal.

En Zaragoza, las actuales cofradías penitenciales no siempre han tenido fácil el cumplimiento de este fin, quedándose durante décadas reducido al culto público mediante las procesiones de Semana Santa. Es lo que tenía el hecho de la conformación de las cofradías en torno a los pasos de misterio de la Hermandad de la Sangre de Cristo para participar en el Santo Entierro. La Piedad o la Dolorosa, con imágenes exentas que ya disponían de altar en San Cayetano lo tuvieron fácil, pero para el resto, de Pascuas a Ramos, los pasos en su totalidad quedaban guardados en el almacén de la Hermandad.

La evolución de nuestras cofradías a lo largo del tiempo ha facilitado subsanar este vacío. Al conseguir tener imágenes propias, o ampliando el conjunto devocional, las cofradías han podido disponer de figuras devocionales a las que poder entronizar en sus sedes canónicas o en otras iglesias para dedicarle culto religioso y recibir la devoción de hermanos y los fieles. En esto, la cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén muestra una singularidad que la entronca con el nacimiento de las cofradías en los años 30 del siglo XX: Un solo “misterio”, una sola procesión más el Santo Entierro y un único paso concebido para su veneración pública el Domingo de Ramos. En situación parecida se encuentran la Congregación de Esclavas, con su “dolorosa” del siglo XIX concebida para las procesiones.

Y así, salvo esta peculiaridad de “la Entrada”, el resto ha conseguido consagrar al menos alguna de sus advocaciones en lugar sagrado y público, aunque no todas al mismo nivel ni con facilidad de accesibilidad. Curioso que los que más difícil lo tienen son cofrades con sus imágenes devocionales en San Cayetano, solo abierto cuando hay un acto programado.

Las demás cofradías nacidas en torno a un misterio de la Pasión, o han dispuesto al Cristo protagonista del paso en un altar (Eucaristía, Humildad, Negaciones, Columna, Despojado, Exaltación) y/o disponen de otras figuras, especialmente de María para conseguir este fin (Huerto, Prendimiento, de nuevo la Humildad o la Columna, Calvario, La Llegada, las Siete Palabras, la Crucifixión, el Descendimiento y la Resurrección)

Hay imágenes unidas inequívocamente a la iglesia que les cobija. Parroquia y devoción que se retroalimentan más allá de la cofradía. No entenderíamos una sin la otra, como el Nazareno en San Miguel, El Cristo del Silencio y la Virgen Blanca en San Pablo o el Ecce Homo de San Felipe bajo el baldaquino que se encargó a Llovet para ensalzar su culto. Una iglesia de San Felipe que además nos ofrece las advocaciones de “la Humillación” y el busto coronado de “la Coronación”.

Y otras que adquieren protagonismo por su ubicación, consiguiendo que nunca pasen inadvertidas en dos de las iglesias más concurridas en sus eucaristías a lo largo de todo el año; y ahí tenemos a dos de los pasos de Jesús camino del Calvario en la basílica de Santa Engracia, o parte del paso de Jesús abrazado a la cruz y de la Verónica en la parroquia del Carmen. Esto también lo consigue la Santa Cena a lo largo de la Cuaresma en la parroquia del Perpetuo Socorro; impresionante este 2025 el montaje del apostolado en torno a la mesa del Señor

Otras imágenes han conseguido un hito que les confiere un enorme valor, devocional y artístico, así como a la titularidad de la cofradía propietaria. Podemos nombrar la entronización del Cristo de la Expiración en una capilla de la basílica del Pilar, pero que decir del Cristo de la Exaltación sobre el presbiterio de la parroquia de Santa Gema, o el Cristo condenado a los azotes de “la Columna” en el retablo el Altar mayor de la iglesia de Santiago.

Así tenemos iglesias y parroquias con cofradías. Y en estas iglesias, algunas tienen pedestales, otras altares, camarines e incluso capillas. Hasta una "sala capitular". También tenemos a la Virgen de las Lágrimas, una de las protagonistas de este 2025, a la que costó colocar en un oratorio en el Colegio de El Salvador. Lo que nunca habíamos tenido es cofradía con iglesia. Y esto si que es un hito de nuestra historia cofrade, un logro valiente conseguido por la cofradía Jesús de la Humildad Entregado por el Sanedrín y de María Santísima del Dulce Nombre, que seguro que saben aprovechar tras el cierre del convento de Santa Mónica tras casi 400 años de presencia en Zaragoza.

Te pones a pensar y solo se ven ventajas a nivel organizativo, patrimonial y espiritual que equilibran los miedos que seguro supuso aceptar el ofrecimiento del usufructo, con todos los gastos añadido que conlleva. La cofradía no dependerá de los horarios o limitaciones de una iglesia y puede organizar sus cultos, reuniones y actos sin necesidad de coordinar con otras celebraciones o grupos parroquiales

Puede conservar y exponer sus imágenes, pasos procesionales y enseres sin depender de terceros. Tener una iglesia propia refuerza la identidad de la cofradía y su importancia dentro de la comunidad. Le otorga relevancia social y prestigio. Y si quisiera podría generar ingresos, organizando actividades culturales o alquilando espacios para eventos religiosos o sociales.

No vamos a tener esta Cuaresma Sanedrín. Tras la comida nos faltará la tertulia sobre el museo. La implantación tan arraigada de muchas de las imágenes en las iglesias dificultará enriquecer el cuerpo expositivo. Por otro lado, puede suponer recuperar de “Pascuas a Ramos” esos pasos de misterio guardados en el almacén. En cuanto al resto de elementos que podrían formar parte, esperemos que no cueste tanto ponerse de acuerdo como realizar una colección de cromos.



lunes, 31 de marzo de 2025

CARTAS COFRADES 2025-IX: Ochenta y cinco veces siete

 

Repasando la ya extensa bibliografía cofrade zaragozana, encontramos todo tipo de contenidos. Desde libros dedicados a toda la Semana Santa y sus cofradías en general, a monográficos de casi todas ellas, desarrollando su historia, analizando sus actos y su patrimonio. Estudios de pasos o de actos, análisis de imágenes, ensayos sobre música, tambores, libros de fotografías… hasta tenemos tres dedicados a cofrades con nombre y apellidos.

Lo que no teníamos era un autentico “anuario”, que es lo que es Ochenta y cinco veces siete; ya lo dice el subtítulo: Todas las procesiones de la cofradía de las Siete Palabras y de san Juan Evangelista. 1940-2024.

Pedro Luis Ferrer y David Beneded nos ofrecen todo lo significativo de todas las procesiones de “las Siete Palabras” de cada año desde su fundación. Año a año hasta 85 veces. Cada uno de los capítulos sigue el mismo esquema, encabezado por una cita significativa de una voz autorizada, mayoritariamente de cofrades.

Le sigue la composición de la junta de gobierno con el nombre de cada uno de los cargos, junto al número de hermanos y los movimientos de ingresos y bajas que presentan. Continúan con las incidencias de cada procesión, las distintas que han tenido a lo largo de los años, dedicándose con profundidad a la predicación de las Siete Palabras en la mañana del Viernes Santo. Ya lo escribe Pedro Luis en el primer párrafo del prólogo:

“En Zaragoza existe desde el quince de febrero de 1940 una cofradía penitencial que, contra lluvia y granizo, incluso durante una pandemia como la del COVID 19, no ha dejado de cumplir un solo año con su fin fundacional: predicar públicamente la mañana del Viernes Santo las Siete Palabras que Cristo pronunció en la Cruz”.

El trabajo es tremendo, ímprobo si esta empresa fuera iniciativa de otra cofradía, pero a su favor ha jugado que desde 1940 la combinación de los primeros tambores zaragozanos, junto al empuje de la Acción Católica, presentara una “singularidad inconfundible que  la convirtió en la más popular y numerosa y la más esperada y seguida en toda la ciudad”, haciendo que existan todos los años crónicas periodísticas relatando con detalle las procesiones de las Siete Palabras.

Y así, de cada procesión nos detalla el tiempo climatológico disfrutados o sufridos, no marca el recorrido, los nombres de los predicadores de cada palabra y la asistencia de hermanos, distinguiendo los que portaban instrumentos. Y lo mismo con el Santo Entierro.

Las novedades presentadas en cada Semana Santa o las noticias especiales son notificadas. Desde el primer toque de tambores propio de la cofradía en 1943, a los distintos estrenos de atributos o  la creación de nuevas procesiones. Se citan los nombres de los responsables de la sección de tambores, para terminar con un resumen de la memoria anual con lo más destacado de cada año, más allá de las procesiones.

Y todo ilustrado con decenas y decenas de evocadoras fotografías, documentos, carteles, artículos de prensa o programas de todos los tiempos y momentos. De ahí, la larga lista de fotógrafos o de archivos que aparece en las primeras páginas.

La presentación fue de categoría en el Salón de la Corona del Edificio Pignatelli, con la presencia de las máximas autoridades; y así el libro esta firmado en sus prólogos por el presidente de Aragón, Excmo. Sr. D. Jorge Azcón, por el arzobispo de Zaragoza y por el presidente de la Junta Coordinadora, además del actual hermano mayor.

Mención especial merece el primer capítulo dedicado a Mosén Francisco Izquierdo Molins, fundador de la cofradía y de tantas iniciativas zaragozanas, y el dedicado a la fundación de la cofradía, con la elección de los elementos identitarios, el cuidado del carisma propio de la Acción Católica, y la búsqueda del factor diferencial.

A partir de aquí ochenta y cinco “semanasantas”, con muchos datos compartidos con otras procesiones, con otras cofradías. Y en este mundo que las cosas buenas de una las queremos reproducir las demás; ojala tengamos replicas de “tantas veces como haga falta” de procesiones de otras cofradías.

sábado, 29 de marzo de 2025

CARTAS COFRADES 2025-VIII: 75 años de Lágrimas


Como siempre se escribe en estas cartas, hacemos bien en celebrar todo aniversario. Raro es el año que no nos ofrezca más de uno el calendario, como ocurre en este 2025. Jubileo de plata con la peana de “las Siete Palabras”, de oro con la incorporación de la mujer en “el Silencio”, y de diamante para la fundación de la cofradía de la Coronación de Espinas y también para el paso de la Virgen de las Lágrimas en “el Descendimiento”.

Y este último hay para celebrarlo. De los señeros en la historia cofrade zaragozana porque la Virgen en “el Descendimiento” marca hitos que trascienden a la historia moderna de nuestra Semana Santa. Y lo hace desde su fundación en 1940, aunque el paso tardara en llegar una década, pues es la primera de las actuales cofradías que añade en su título la advocación de la Virgen María junto al “misterio” del paso que procesiona.

Un proceso lógico cuando la devoción mariana ha trazado la historia espiritual de esta ciudad, pero también la del "Descendimiento", como han explicado estos días en las jornadas culturales de la Junta Coordinadora y en los artículos de la revista de esta, por no hablar de las publicaciones de García de Paso o de Federico Pradas. La cofradía del Descendimiento, al nacer del impulso espiritual de la Real Congregación de la Anunciación y San Luis Gonzaga, recoge de esta institución la devoción mariana. De ahí su anagrama, que representa el lema “a Jesús por medio de María”. Y por eso se eligió el paso del Descendimiento para participar como cofradía en el Santo Entierro, porque era el único que quedaba con la presencia de María.

Como una imagen vale más que mil palabras, en el Centro Pignatelli está instalada la exposición 75 años de Fe, donde nos ofrecen un recorrido fotográfico desde la donación del rostro de la Dolorosa a finales de los años 40, el origen de la procesión de “las Lágrimas” en 1950, la evolución del paso (este año de estreno), a los cambios de coronas, las diferentes túnicas, o el manto.

Hazte con la revista de la Junta Coordinadora, con unos excelentes e ilustrativos artículos sobre el aniversario, y visualiza en canal de las jornadas culturales la mesa redonda dedicada al acontecimiento, porque siempre merecen la pena.

La historia de los pasos de Virgen en nuestra ciudad nos ofrece su historia particular en relación con el Santo Entierro, y la aparición de la Virgen de las Lágrimas tiene su protagonismo, más allá de ser la primera que se procesiona bajo palio por las calles de Zaragoza.

En la primera procesión de la Lágrimas, el Martes Santo de 1950, tras introducir el paso del Descendimiento en San Cayetano, no se permitió la entrada del paso de la Virgen. La Hermandad de la Sangre de Cristo adujo que sólo podía procesionar un paso de la Virgen en el Santo Entierro y que por lo tanto no tenía cabida otra Virgen en San Cayetano. Otra razón que se dio era que sólo podían desfilar en el Santo Entierro los pasos propiedad de la organizadora. Esto provocó que muchos hermanos del Descendimiento no quisieran salir en la procesión, o que durante la misma los cofrades apagaran sus velas al paso por la Diputación Provincial (Federico Pradas Ibañez, A Cristo por María; 2014). Aquel día inspiró a un cofrade una poesía con estrofas como

 Veinte siglos después, la tropelía

que el sanedrín no osó, hoy la sufriste,

y separada de Jesús, en triste

cárcel quedabas, mientras Él moría.

 Pero no sufras más, de esa manera,

que si te dio prisión un fariseo,

está contigo Zaragoza entera.

Hasta 1962 la Sangre de Cristo no permitiría su participación en el Santo Entierro, aunque desde diez años antes lo venía haciendo la Dolorosa de la cofradía del Prendimiento del Señor. También se había incorporado en 1957 la Dolorosa de la Congregación de Esclavas. Hasta 1968 no lo haría la Virgen Blanca de la cofradía del Silencio cuando ya la procesionaba en su procesión del Jueves Santo desde 1953.

Celebrar conlleva recordar para transmitir y reivindicar. Reivindicar porque las cosas no siempre han sido como las conocemos, y mucho menos la historia empieza cuando llega uno.


miércoles, 26 de marzo de 2025

CARTAS COFRADES 2025-VII: El libro del Señor atado a la Columna


Una nueva carta bibliográfica; y en esta ocasión sobre el libro causante de tanta misiva sobre publicaciones en esta cuaresma de 2025. Si porque, lo que en otros años hubiera sido una para todas, el libro sobre el paso titular de “la Columna” no podía ser menos que el resto de pasos de esta cofradía, que tuvieron sus correspondientes cartas. Desde este blog también queremos la colección completa de cartas de los cinco volúmenes monográficos de los pasos de la cofradía de la Columna.

Pero no solo por eso; siendo justos, el esfuerzo y la dedicación de la cofradía, la figura del escultor José Bueno, y la impresionante escultura a la que se le dedica el libro, merece el reconocimiento y la difusión.

El primer volumen de esta serie se dedicó en 2019 al paso de "Jesús es condenado a los azotes", con motivo de su bendición y primera salida procesional. 

Para el segundo número un buen motivo fue cumplir en 2022 los veinticinco años de la primera salida procesional del paso de la flagelación, el realizado por el imaginero murciano José Antonio Hernández Navarro.

Llega ahora el dedicado al paso titular. Sin duda la gran obra de arte del siglo XX en nuestra Semana Santa , libro que debe formar  parte, no solo de la bibliografía de Semana Santa, sino también de la historia del arte aragonés, como sucede para el siglo XIX con las obras de Llovet o Antonio Palao (quien tras el trabajo de Wifredo Rincón, del que hablamos cartas atrás, puede gozar de mayor reconocimiento aún).

Así, con el título El paso del Señor atado a la Columna nos llega el tercer número de esta colección, que fue presentado en la iglesia de Santiago el 20 de noviembre.

Cuenta con una presencia esplendida, con un papel de calidad, llamativas fotografía antiguas y actuales, y una documentación extensa con bocetos de Bueno, de Borobio para el paso, o de los Albareda para el altar, ilustrando la lectura y permitiéndonos a los lectores visualizar directamente lo que estás describiendo en el texto, haciéndolo aún más atractivo.

Jesús Cortes firma varios artículos, y en el prólogo valora y reseña lo que nos encontraremos entre sus 154 páginas: un reconocimiento a la importancia de esta imagen. Un reconocimiento por la importancia del artista y el valor de la obra de arte, por todo lo que ha supuesto para la cofradía como símbolo identitario y eje de veneración y devoción.

El trabajo es coral, con las firmas habituales de la colección. Así el propio Jesús Cortés nos introduce en los antecedentes al paso y en los primeros movimientos dados hasta que Bueno inicia la obra, dando pie al capítulo sobre la gestación de la escultura desarrollado por el sobrino nieto del escultor.

José Ramón Morón Bueno, profesor de arte y la persona que más sabe sobre el artista. Y así, dice de esta talla que “podemos considerarla como  una reinvención de una iconografía con particular presencia en el arte religiosos español (…) La escultura representa el clímax de una acción, un instante preciso (…) Se trata de una disposición formal inédita , que no sigue ningún modelo histórico”.

Es Ángel Nápoles quien nos habla del paso, recreando su historia y trufándola de anécdotas del momento, como la que cuenta (sin confirmar), que hubo que desmontar el pie izquierdo de la talla para su traslado desde Madrid  a Zaragoza porque no cabía en el camión. Nos habla de su presentación en la Lonja, de las cuerdas procedentes de las campanas de San Gil, del chasis del vehículo militar, o de cuando se tuvo que recortar la columna para que pudiera entrar en la iglesia de la Magdalena. Pero sobre todo valorar como este conjunto reúne insignes firmas del arte zaragozano del momento como el arquitecto Regino Borobio, el pintor Baqué Ximénez, la forja de Pablo Remacha y el escultor Bueno. A estos artistas dedicará un capítulo Miguel Ángel Arruego, que también desgrana en otro el altar donde tienen la suerte de poder venerar en la iglesia de Santiago.

Armando Cester relata la relación entrañable y agradecida de la cofradía con el autor, además de la evolución y modificaciones que ha tenido el paso a lo largo de las décadas. En el último capítulo Nápoles hace un resumen sobre las referencias del paso en medios de comunicación.

Con esta publicación se cierra el amplio año de actividades del 75 aniversario de la primera salida procesional de esta escultura. Que tuviéramos un libro por motivo del  aniversario, sería una gran noticia. No sería algo novedoso, pero no dejaría de ser una gran noticia. Pero valoramos que sea algo más que un libro conmemorativo; algo frecuente en toda la cofradía. No es un libro aislado, es el tercero de una colección dedicada a todos los pasos de la Cofradía, por lo cual, y esto vuelve a ser una buena noticia, es que aún quedarán dos más por llegar.

La perspectiva de sumar más números a la bibliografía cofrade zaragozana siempre será bien recibida; si además suponen completar una serie, crear una colección sobre una temática concreta, aún adquiere más valor. Como lo tienen las publicaciones de la Asociación para el Estudio de la Semana Santa; como lo tuvo en su momento Redobles.

Como se dijo en la presentación, a la Columna hay que agradecerle muchas cosas en la Semana Anta de Zaragoza; una de ellas es esta colección. Su vocación divulgadora, que no deja de ser una vocación formadora y catequista. Nos ayuda a comprender mejor este misterio y la vida de una cofradía siempre dispuesta a crecer internamente y proyectarse al exterior.

 

domingo, 23 de marzo de 2025

CARTAS COFRADES 2025-VI: Para pegar y coleccionar

 


Uno, que desde la infancia es recolector de todo aquello que huele a Semana Santa, recibió con entusiasmo la noticia de que la nuestra iba a tener su colección de cromos. Y como uno es muy simple, solo se quedó con eso, sin mirar más allá, sin pararse a pensar en derechos de imagen, negocios en busca de beneficios, dimes, diretes y asuntos de tal índole. Como parece ser que han surgido diversos contratiempos, de momento los niños de la Coronación van a ser los únicos que entre ellos pueden decir “lo ten” “lo ten” “lo ten”… “me falta”

La cofradía de la Coronación de Espinas celebra el 75 aniversario de su fundación bajo el lema “Unidos por Tú Corona”. Abrieron las jornadas culturales de la Junta Coordinadora, donde les oímos desgranar, al igual que en el programa de Pasión en Zaragoza, un estupendo programa de actos y actividades, que ellos se empeñen en destacar, como siempre hacen, desde la humildad que les caracteriza,  con un halo de sencillez y poco menos que “para consumo interno”

Para nada. Y el álbum de cromos es un ejemplo. Proyecto ambicioso, currado, trabajado y con sentido de proyección. Javier Clemente contaba que el sentido del mismo era que los niños, a los que en un principio solo va dirigido, tuvieran algo especial y único para ellos en este aniversario, que se sientan protagonistas de la celebración en una faceta particular. Hasta que no se acabe de publicar la colección, nadie más podrá disfrutar del álbum. Con los cromos quieren reunir a los más pequeños, y que entiendan la cofradía más allá de lo que ven.

Con un toque de inspiración “manga”, estilo “anime” a partir de fotografías de Jorge Sesé, que es el creador de los cromos, el álbum tiene un desarrollo que recorre todo lo relacionado con la procesión, centrándose en los espacios donde los niños son protagonistas, para pasar posteriormente a las diferentes secciones y atributos de las procesiones, para que vean, se centren y conozcan otros elementos que puedan parecer más lejanos a sus intereses, hasta llegar al último cromo, el del manto misionero que ha sido confeccionado con la tela del guion fundacional.

El 7 de enero se comenzó a repartir y en cada ensayo se reparten los cromos entre los niños. Ya tengo ganas de que los niños de la “Coronación” completen la colección para poder tener nuestro mi álbum.

La experiencia de otras ciudades muestra como, lo que nació en Sevilla como una forma para ambientar a los niños en el mundo cofrade tras dos años sin procesiones por la pandemia, es hoy un éxito que cautiva también a padres y abuelos, creando una sinergia entre toda la familia alrededor de los cromos cofrades y que se ha exportado a otras capitales andaluzas.

Y como en el mundo cofrade no pasa como con los de “Panini”, no hay “fichajes” de nueva temporada, y “los titulares son siempre los mismos”, cada año aparecen nuevos álbumes dedicados a temáticas concretas. He leído que el álbum de Sevilla de 2025 tiene previsto alcanzar una tirada de veinticinco mil ejemplares. En el primer año, diez mil álbumes se agotaron en diez días. Y las “quedadas” para intercambiar los “repes” movilizaron más treinta mil personas, ampliando cada año los puntos de distribución de los cromos, pudiendo solicitarlos en quioscos de todo el país.

viernes, 21 de marzo de 2025

CARTAS COFRADES 2025-V: Cofradías de Gloria

 


No es un libro de Semana Santa, pero merece una carta porque trata de cofradías, y tres de ellas tienen su faceta penitencial. Y además, porque, lo ha escrito “uno de los nuestros”, gran conocedor de la realidad cofrade

Francisco Sangorrín Perdices, Paco Sángorrín, publica tras años de estudio y dedicación Religiosidad popular en Zaragoza. Las asociaciones de fieles devocionales, un vasto trabajo de más de 400 páginas, que reúne un resumen histórico y artístico de las 27 cofradías devocionales que a día de hoy existen en nuestra ciudad, manteniendo al menos un culto a lo largo del año.

Como señala en el prólogo Antonio Olmo, (otro de los nuestros), en Zaragoza, como en el resto de España, “estas cofradías no han sido objeto de una atención historiográfica que merecen de acuerdo con la importancia que tuvieron en el pasado”, todo lo contrario que las penitenciales, especialmente si tienen su actividad en los días de Semana Santa.

Estas cofradías “de gloria” sufren unas consecuencias que a las que se sobrepusieron las de Semana Santa, saliendo fortalecidas por diferentes razones que ahora no vienen al caso. Y así “los profundos cambios sociales y culturales que experimentó España durante la segunda mitad del siglo XX, la pérdida de interés hacia lo religioso y, en el caso de la Iglesia posconciliar, un cierto desdén y una frecuente incomprensión hacia las manifestaciones de la religiosidad popular” han llevado a la decadencia y a la desaparición de muchas de estas asociaciones devocionales “que fueron esenciales durante las Edades Moderna y Contemporánea, pues vertebraban la sociedad, constituían la expresión de las creencias más profundas de las personas, contribuían a realzar las fiestas y ritos anuales de la ciudad y, a través de los encargos de sus capillas, imágenes y otros atributos procesionales”, enriquecieron el patrimonio religioso

El libro no solo viene a llenar un vacío existente en la historia de la religiosidad zaragozana, sino que además dignifica el patrimonio material e inmaterial de algunas de estas cofradías que languidecen encaminadas a desaparecer.

La Cofradía de Nuestra Señora de la Asunción y Llegada de Jesús al Calvario, la Cofradía de Jesús de la Soledad ante las Negaciones de San Pedro, y de San Lamberto y la Hermandad de San Joaquín y de la Virgen de los Dolores son las tres cofradías de Semana Santa referidas al principio, y que forman parte del corpus del trabajo. Viene bien la aparición de “las Negaciones” en este libro, pues al ser la última en incorporarse en la Junta Coordinadora de Cofradías de la Semana Santa de Zaragoza, en 2017, evidentemente no aparece en la bibliografía cofrade “clásica”, pudiendo de este modo tener un lugar al que recurrir para conoce su historia y evolución, patrimonio, cultos, devociones y festividades. 

No podemos olvidar tampoco de la mención a la Sección de Jóvenes de la Cofradía del Santísimo Rosario de Nuestra Señora del Pilar que desde 1983 organizaban un vía crucis penitencial n la tarde del Domingo de Ramos, y que en 1989 recibida la oportuna aprobación de la Hermandad de la Sangre de Cristo, se integraban dentro de la Junta Coordinadora para participar por primera vez en la procesión del Santo Entierro. Sin embargo, estas reformas y cada una de las actividades que se incluían en los nuevos estatutos diferentes a la organización del Rosario de Cristal quedaron anuladas por el cabildo metropolitano en abril de 1991 al no concordar con los fines e ideales con los que se había fundado originalmente la cofradía. Esto impulsó a gran parte de esos hermanos a fundar una nueva cofradía penitencial fundando el 28 de abril de 1991 la Cofradía de Jesús de la Humillación, María Santísima de la Amargura, San Felipe y Santiago el Menor.

El libro ha sido publicado por la Institución Fernando el Católico y presentado el 4 de diciembre en el  Antiguo Salón de Plenos de la Diputación de Zaragoza , con el lujo de contar entre los que interviniendo en el acto  con Carlos Forcadell, director de la IFC y con Jesús Colás Tenas, Secretario General de la Diputación de Zaragoza; y  por supuesto el autor del libro, Francisco de Asís Sangorrín Perdices, uno de los más importantes divulgadores que ha tenido la Semana Santa zaragozana.




miércoles, 19 de marzo de 2025

CARTAS COFRADES 2025-IV: Al encuentro de la gente


Decía Guillermo Carreras en la presentación del número 2 de la revista Ziudad Cofrade lo que había aprendido y disfrutado realizando la entrevista a Fernando Aquilué.

Muchos lectores podemos decir lo mismo al leerlo, y algunos hasta nos sentiremos reflejados al compartir opinión. Y casi firmaríamos cuando dice que "a nuestra Semana Santa le quitaría un poco de ortopedia". A veces parecemos juguetes de cuerda con capirote ensartados en una barra de futbolín. Giros extraños, curvas donde la fila exterior intenta dar zancadas que ni las de Ana Peleteiro, o primeras filas que llegan hasta una pared y ahí se quedan, cara a la pared. 

Para Aquilué "en Zaragoza hay muy poca improvisación, demasiada rigidez" o "que se desprecia un poco al público, (...), como tenemos que formar así o asá, en esta calle no se puede poner nadie". Y así nos recuerda que esto es un sinsentido porque el objetivo de las cofradías al salir a la calle es hacer pública la penitencia. 

"Si la haces en la calle la haces para el público, no tiene sentido apartar a un público que en mi opinión, no te da problemas. En esta ciudad la gente en general no se va a poner delante de los tambores ni va a entorpecer el paso de la procesión. Hay demasiadas vallas, demasiadas limitaciones y prohibiciones, y creo que esto le quita un poco de encanto a nuestra Semana santa. Para mi, la procesión son los cofrades y el público, ellos son una parte fundamental, separarles demasiado es un error, y si no, que la gente vea las procesiones por la tele ¿no?, pero eso ya no nos gustaría tanto". Pero cierto es, en según que sitios, donde mejor se ve la procesión es por la televisión.

Una inmensa mayoría de cofrades zaragozanos somo además público, personas que acompañamos en las procesiones a otras cofradías. Como cofrades entendemos muchas limitaciones que sufrimos como público; pero no todas; especialmente cuando en mismas situaciones unas veces unos dejan y otros no.

Puedes llevar rato viendo pasar procesiones apostado en una esquina, pero llega un cetro y decide que no quiere ver a nadie ahí. Lógicamente uno se va. Al rato también desaparece el cetro; tiene que seguir liberando esquinas. En cuanto se va, "la esquina liberada" vuelve a estar ocupada por otros y tú te has quedado sin el sitio.

La calle del Buen Pastor tiene su aquel en la misma tarde. Calle que se utiliza para organizar formaciones, con algunas cofradía puedes quedarte tras la última fila y avanzar con ellos para situarte bien colocado en la plaza de San Cayetano. Intentas hacer lo mismo con la siguiente y una valla te deja en los porches del Mercado. Y sobre la calle Dormer ni te cuento. Ves pasar procesiones encogido en el umbral del Archivo Provincial o en las pequeñas puertas de la Maestranza, hasta que llega una comitiva que desaloja por completo el tramo entre la plaza Santa Marta y la de la Maestranza. 

Cuando realizamos el proyecto para que la Dolorosa volviera a discurrir por la calle Dormer, allá por 1997, indicábamos, dada la estrechez de la calle, que no se fuera estricto con la formación ni con el público asistente, sugiriendo la posibilidad de permitir incluso que se entremezclara por las filas. Nunca ha sido así. Y seguramente por lo que refería Aquilué sobre el comportamiento del público.

La fisonomía actual de la plaza del Pilar se inaugura en mayo de 1991. Unas semana antes se había celebrado "el Encuentro", pudiendo considerarse como el primer acto público celebrado en el llamado desde entonces "salón de la ciudad" ( el pregón se había realizado en Santa Engracia). Serían las ganas que tenían los zaragozanos de disfrutar de semejante espacio (recordamos que la anterior bandeja estaba delimitada por escaleras y parterres), el caso es que cuando llegaron "la Dolorosa" y "el Calvario" estas tuvieron que abrirse camino entre el gentío que esperaba el acto. Han pasado 35 años (con cinco suspensiones) en esa fría plaza, y algunos recordamos ese 1991 como el más cálido, acogedor y popular de los celebrados. Pero, en 1992 se pusieron las vallas y desde 1993 los jóvenes scouts de Santa Engracia limitan el recorrido dentro de la bandeja del Pilar.

Esta carta más "entrecomillada" que nunca, hace gala del espíritu del blog. Las comilla aparecen para contar lo que potros hacen mejor que tú, siendo de generaciones colindantes pero coetáneas, y de dos cofradías muy distintas en el concepto del desfile por lo que celebran.

Y ahora es cuando el amigo cetro viene y te dice: "chavalote, aquí tienes el cetro, organizas y luego me cuentas" .






EL SANTO DEL DÍA: San José


 Una de las historias más bonitas que se cuentan sobre San José es la del "milagro de los lirios". Se dice que cuando llegó el momento de elegir un esposo para la Virgen María, varios hombres presentaron sus varas ante el sumo sacerdote en el templo. La señal para el elegido sería que la vara floreciera milagrosamente. Entre los pretendientes estaba José, un humilde carpintero de Nazaret. Al colocar su vara junto a los demás, sucedió el milagro: de su vara brotó un lirio blanco, símbolo de pureza y elección divina. Por eso, en muchas imágenes de San José, como la que vemos de la iglesia de San Cayetano de Zaragoza, se le representa con una vara florida.

lunes, 17 de marzo de 2025

CARTAS COFRADES 2025-III: El libro del escultor Palao


 

Las reseñas bibliográficas van a ser constantes en las “cartas” de esta Cuaresma, pues llevamos unos meses prolíficos en presentaciones de libros, y eso es algo que merece celebrarse y compartir, pues nos enriquece a todos. Nuestra Semana Santa sigue generando temas sobre los que tratar, ámbitos sobre los que escribir, historias por conocer.

Hay que valorar todo el esfuerzo que hay tras cada publicación y la generosidad por querer compartir el conocimiento, abrir puertas a nuevas ideas y de crear espacios donde el diálogo y el aprendizaje generarán nuevos proyectos. Cada presentación ha sido una oportunidad para descubrir algo nuevo y, sobre todo, para disfrutar de los presentadores y de los autores. Cada presentación nos ofrece un pequeño esbozo de esto; a veces resultado de un trabajo individual, las más de las veces, de un trabajo colectivo

En septiembre de 2024 Wifredo Rincón no presentaba un libro más, no. Presentaba la obra a la que ha dedicado parte de su vida intelectual e investigadora y que lleva por título El escultor Antonio Palao. 1824-1886. Un soberbio colofón en el bicentenario del nacimiento del artista de Yecla, al que ya en 1984 dedicó un primer estudio, con el mismo título, editado en formato bolsillo. Cuarenta años después, presenta un cuidado volumen de gran formato, con fotografías a color y amplia documentación a lo largo de 317 páginas.

En el apasionante mundo de la escultura, hay nombres que merecen ser preservados para que no caigan en el olvido, y Antonio Palao es, sin duda, uno de ellos, especialmente entre los apasionados del arte cofrade zaragozano. Seguramente, si tú eres hermano de la Piedad, o conocedor del patrimonio artístico de la Hermandad de la Sangre de Cristo, sobran estas palabras, pero no está de más seguir divulgando autores tan nuestros, aunque sea murciano, cuya obra merece ser recordada.

Gracias a la labor minuciosa del investigador, académico y cofrade Wifredo Rincón, hoy podemos acercarnos a la vida y obra de este extraordinario artista a través de una obra que promete convertirse en referencia para los amantes del arte del siglo XIX, especialmente en la ciudad de Zaragoza, y más si eres cofrade.

Antonio Palao dejó un legado que abarca desde piezas religiosas, las cuales encontramos en el Pilar, en San Cayetano… hasta trabajos civiles (el monumento a Pignatelli, la fosa común...)  y ornamentación monumental (relieves desaparecidos en la fachada de la Diputación, o la Casa de la Misericordia), con una habilidad y sensibilidad artística que trasciende su época con un dominio de la técnica y una expresión profunda cargada de espiritualidad. Fue el gran escultor de la Sangre de Cristo en la segunda mitad del siglo XIX; y solo la fatalidad, junto a los deseos de alguna cofradía por tener su propia imagen, le impiden ser en la actualidad el principal escultor del Santo Entierro zaragozano, en disputa con Llovet, si contáramos con el paso de la Entrada de Jesús en Jerusalén, desaparecido tras un incendio o la Virgen Dolorosa (increíble y misteriosa talla) junto a la Piedad y la greca de la Cama de Cristo.

El libro de Wifredo Rincón también nos sumerge en el contexto histórico y artístico en el que desarrolló su labor. Cada página es el resultado de una investigación rigurosa y apasionada, que nos invita a descubrir los detalles de las esculturas, los encargos y las historias en torno al escultor.

El volumen presenta dos partes. La primera contiene la trayectoria vital y artística de Palao desde su nacimiento hasta su llegada a Zaragoza en 1851. La segunda su vida y su obra en nuestra ciudad, donde dejó un importante legado escultórico, hasta su fallecimiento en 1886. Se completa con un catálogo abreviado y la bibliografía utilizada para el estudio.

Y una curiosidad. En Zaragoza, el libro se presenta, con una clase magistral de Domingo Buesa en San Cayetano, y una portada con una magnífica foto del rostro de la Piedad zaragozana. En Murcia la portada se dedica a la Virgen de la Paz del retablo de la catedral murciana.






sábado, 15 de marzo de 2025

CARTAS COFRADES 2025-II: Manifestación (III)








Tercera carta que dedicamos a la calle Manifestación. Escribimos sobre ella en 2014, en 2019 y ¡por fin llegó su renovación!; aunque no como la imaginábamos.

Desde el Ayuntamiento pensarán que lo que les faltaba; tener en cuenta en una larga lista de afectados, junto a vecinos, comerciantes, hoteles, carga y descarga, bomberos, invidentes, personas con discapacidad, recogida de basura... ¿también a los cofrades?... y a las peñas si me apuras.

Tampoco era cuestión de pedir que nos extendieran alfombra morada a lo largo del recorrido o un pavimento ondulado de teselas al estilo Explanada de Alicante; pero al menos un poco de consideración con las procesiones.

El nuevo aspecto resulta más amable que antes; de eso no hay duda, cualquier reforma tenía fácil conseguirlo. El peatón tiene más espacio, las aceras se han ensanchado y dispuestas a cota cero con la calzada. Mejor iluminación, parterres, arbolado....

Pero la combinación de muchos de estos elementos, que sobre el papel suenan bien, se vuelve en contra del acompañamiento y el discurrir procesional. O al menos es lo que piensa uno, educado en filas de cofrades dispuestas con escuadra y cartabón. Curioso; ninguna calle, a la derecha o a la izquierda, de las que desembocan en la calle Alfonso tiene arboles o parterres. Aparecen en Manifestación; ni a mala idea. Los que diseñaron el proyecto y los que posteriormente la aprobaron no han pasado o intentado pasar por Manifestación entre las 23 horas del Jueves Santo y la 1 de la madrugada del Viernes Santo, por poner un ejemplo.

La calzada es más estrecha que antes, y aunque esté a cota cero, las aceras no son aprovechables al no ser iguales. En dirección a San Cayetano, la de la izquierda es más estrecha que solo dará para una fila de espectadores si quieres dejar discurrir peatones por la calle, porque alguna procesión querrá discurrir por parte de ella para no ir apretados. La de la derecha es ancha si, pero plagada de parterres (insulsos si no se cuidan o se limpian) que impedirán homogeneidad y comodidad en la disposición de los espectadores. Vamos, un desorden.

Desconozco si en otras ciudades se tienen en cuenta el paso de las procesiones para diseñar calles y plazas, pero a nadie le darían ataques de alardes decorativos para la calle Estafeta de Pamplona.  

El urbanismo zaragozano no tiene resuelto como quiere sus calles. en un artículo de hace años del Heraldo decían algo así como que solo hay algo que une los distintos tipos de baldosas que alfombran la ciudad: su heterogeneidad. Las hay de todos los colores y de todo tipo de materiales. Ciudades como Barcelona o Bilbao tienen patentadas su propias baldosas. 

Solo en el casco viejo hay hasta una docena de modelos diferentes, siendo los proyectistas los que  eligen por su cuenta las que les parecen más adecuadas.

El antiguo decumano romano merecía algo más. Una calle tan céntrica del casco histórico, plagada de edificios de diferentes estilos desde el siglo XV, que comunica la calle Alfonso con las murallas romanas, pedía algo más elegante, más acorde con el lugar donde se encuentra y con lo que se celebra al menos nueve días al año, que para algo otorga a la ciudad una Semana santa de Interés Turístico Internacional. Un título que otras ciudades lucen con orgullo con un cartel cuando entras en ellas por carretera.

miércoles, 12 de marzo de 2025

CARTAS COFRADES 2025-I: Como siempre


Como siempre queremos empezar a franquear estas "cartas" una vez presentado el cartel de la Semana Santa, y en este 2025 se nos ha hecho larga la espera, como nos ha pasado con la llegada de la Cuaresma, que se hizo de rogar. Algunos años es ver la espalda del rey Baltasar y ya distinguimos en el calendario el Miércoles de Ceniza; cosas del primer plenilunio de primavera que en esta ocasión nos dejará en puertas de San Jorge.

Larga espera con extensa "precuaresma" preñada de preparativos, actos, conciertos, cultos, triduos, quinarios y presentaciones de libros, de revistas. Hasta hemos celebrado ya el primer viernes de marzo. Se nos iban acumulando temas para estas cartas. Tanta demora que a  uno le dio por imaginar como sería el cartel. No como lo haría él, porque no tiene ni idea, sino como lo harían otros. Era fácil acertar el protagonista, como no podía ser de otra forma, dado los cánones establecidos en los últimos tiempos. Se podría haber centrado, o haber hecho compartir protagonismo con otros referentes o símbolos de la Hermandad de la Sangre de Cristo, pero la imagen de la Cama, por todo lo que significa para nuestra Semana Santa, siempre aparecía en la fantasía imaginativa. 

Descartábamos la aparición de instrumentos, algo que a algunos alegrará, y también la presencia de hermanos, en esta cofradía demasiado fáciles de identificar.

En cuanto al monumento que iba a servir de telón de fondo, El elegido, su encuadre y enfoque, supera nuestras limitadas expectativas, que lo situaban en San Cayetano (lo que hubiera supuesto repetir con el de 2024), o en todo caso bajo su "monumento" en los días santos.

La fotografía captura el relieve de Pablo Serrano de la fachada de la basílica del Pilar, otorgando también protagonismo a la devoción zaragozana por excelencia, uniéndola a la del Cristo transportado en su carroza durante el Santo Entierro. Como nos dicen desde la Junta Coordinadora "un fuerte contraste entre la escena de la Pasión y el simbolismo de la vida eterna". Tradición y modernidad; solemnidad, devoción y una Zaragoza de siempre; esto nos transmite el buen cartel de Jorge Sesé. Si la fotografía es buena, y siempre lo es, el cartel también, pero sin más trascendencia que el año que le toca anunciar; atemporal en el tiempo pues no representa ningún estilo pictórico o corriente de diseño. Atemporal al menos a partir de 1968, fecha de la obra de Pablo Serrano, y acotando los años de actividad del fotógrafo con el paso del Santo Entierro por la bandeja de la plaza del Pilar en la dirección que muestra la Cama.

Los carteles de nuestra ciudad no corren el riesgo que ofrecen los de otros lugares donde terminan adquiriendo un protagonismo que desvía la atención sobre lo que se anuncia. Carteles que se convierten en tema de conversación y fenómeno viral en redes con sus correspondientes memes. Tensión entre tradición y modernidad, entre los que consideran que debe reflejar el carácter religioso de lo que celebramos y no solo su valor cultural o turístico.

Los carteles que apuestan por un enfoque contemporáneo, abstracto o minimalista generan críticas entre quienes prefieren representaciones más clásicas y devocionales, interpretándose como faltas de respeto el uso de colores llamativos, formas geométricas o símbolos no tradicionales, especialmente cuando se prioriza la estética sobre la simbología cristiana. Por contra, alguno de ellos terminarán trascendiendo a la historia de la cartelería, bien por la calidad del diseño, por la firma de su autor, o por todo el debate que generó.



 

martes, 4 de marzo de 2025

ZARAGOZA ESCONDIDA: La cripta de Nuestra Señora de Gracia













Lo dice el mismo cartel que señala su lugar; "Un lugar olvidado...". La cripta del Hospital de Nuestra Señora de Gracia es el lugar donde están enterradas las Hermanas de la Caridad de Santa Ana, fallecidas entre los años 1809 a 1868, fecha en la que la legislación prohibió la sepultura en el interior de las iglesias.

La Madre Rafols y Juan Bonal, fundadores de la congregación, fueron enterrados en esta cripta, siendo sus sepulcros objeto de veneración, hasta que en 1925 fueron trasladados a la iglesia de la Casa del Noviciado.