Hoy en el telediario me he enterado del fallecimiento de Antonio Alcántara.
Me ha dado pena a pesar de que hacía un tiempo que no sabía de él. Perteneciendo a otra generación, durante años tuvo abierta nuestra casa para pasar buenos ratos con su familia. En el veía cosas de mi padre, de mi abuelo incluso. O de uno mismo cuando empezamos a crecer como padres. En las comidas de familia, encabezando un lado de la mesa, rodeado de platos y vasos "Duralex", mientras que al otro lado el protagonismo lo tenía el televisor, era donde uno sentía que aquello lo había vivido en tiempos pasados. Con sabor a paella y ensaladilla rusa de los domingos con abuela, y el soniquete del telediario de fondo, aunque nadie lo escuchara. O como cuando era pluriempleado y el jefe formaba parte de nuestras vidas.
Con el paso de los años uno se va distanciando incluso de gente que quiere, más aún cuando no vive en tu ámbito más cercano. Las andanzas de sus hijos, sus devenires personales y sus claro-oscuros (quien no los tiene) dejaron de tener interés para nosotros, pues a pesar de que los Alcántara han vivido de una manera intensa y muy protagonista todos nuestros sucesos contemporáneos, bastante tenemos con vivir nuestra vida, aunque sea de manera menos intensa.
Lo dicho gracias por esos ratos, Antonio Alcántara. Algo tendrás cuando has sido noticia de telediario.
1 comentario:
Lo sigo viendo 20 temporadas después. Fiel seguidora de los Alcántara
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