Al intentar hacerle hueco en la estantería al libro de Alfonso García de Paso sobre el "Descendimiento" en España, uno toca, hojea y ojea los que llegaron a las baldas antes que él, y con las ganas de seguir hablando de ello, y también de sus autores, especialmente de aquellos que aportan y nos enriquecen, encontramos la excusa para hacerlo al detectar que se cumplen veinte años de Cartas a un cofrade. Sobre su identidad de Luis Antonio Gracia Lagarda.
Como verás, este blog es deudor del título referido; pero solo en eso, pues el contenido formativo, evangelizador y de catequización que nos proyecta Luis Antonio, recién nombrado entonces Delegado Episcopal para las Cofradías, lo hace todavía de obligada lectura para todo cofrade. Y el paso del tiempo no ha mermado su potencial predicación.
Transcribo la reseña que se escribió en la revista "Dolorosa" de enero de 2000 con el ánimo de que lo rescates de tu biblioteca si recuerdas tenerlo, o intentes conseguirlo por otros medios. Me consta que ha sido reeditado.
"En un campo donde, al margen de las publicaciones periódicas, hay que esperar generalmente a aniversarios o acontecimientos diversos para alimentar las bibliotecas cofrades con literatura de nuestra Semana Santa, la aparición de este libro cargado de reflexiones nos debe congratular a todos. Toda una novedad que esperamos tenga continuidad en esa realidad que pueden ser los Cuadernos de Pastoral Cofrade si no se quedan en el número 1.
Como refleja el título, la obra es un epistolario compuesto por diecisiete cartas dirigidas al cofrade, y recogen las reflexiones del autor con el objeto de que nos ayuden "a comprender un poco más la realidad de ser cofrades, a comprometernos con nuestra propia cofradía y por medio de esta a integrarnos de forma más adulta en la Iglesia". Lo de adulta tiene mucho sentido, estamos demasiados "adultescentes" en esto
Las cartas, escritas con un estilo sencillo y coloquial, se agrupan en dos bloques. El primero, y bajo el título de Inmersos en una tradición, recoge cartas que nos aleccionan sobre los orígenes de las cofradías, sobre la Pascua y la Semana Santa. El segundo, titulado Nuestra identidad como cofrades, presenta epístolas sobre lo que hoy son las cofradías, lo que supone pertenecer a una hermandad o sobre el estilo de vida del cofrade.
No se debe de quedar en un volumen más de biblioteca; debe pasar a ser libro de cabecera, de mesilla, cartilla de catequesis de todo cofrade.
Y lo importante, más allá de que el autor, Luis Antonio Gracia, sea Delegado Diocesano para la Coordinación Pastoral de las Cofradías, más allá de que lleve más de veinticinco años de servicio ministerial en la cofradía de la Piedad, o que lleve treinta ejerciendo de sacerdote, es que nos lo escribe un cofrade que ejerce como tal desde hace más de cincuenta años. Por lo tanto, y al margen de la autoridad que se le supone, son cartas de cofrade a cofrade.
Otro dato a destacar es la universalidad de estas cartas ya que, sin nombrar a ninguna cofradía a lo largo de las 72 páginas, va dirigido a todas".
Lo dicho, hazte con un ejemplar si puedes, su mensaje no ha perdido vigencia. La reseña si, Luis Gracia ha sumado veinte años más a los citados de servicio mencionados. Y algún que otro cariño por parte del Ayuntamiento. Y si, fue una pena, los Cuadernos de Pastoral Cofrade se quedaron en el N.º 1. Siempre hay tiempo de sacar un segundo.
Me quedo con ganas de seguir escribiendo de libros. A ver si me hago con uno que presentó la Humildad a finales de junio con motivo de su veinticinco aniversario.
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