lunes, 28 de diciembre de 2009

TIEMPO DE NAVIDAD II: Los Santos Inocentes y San Estebán







Hoy es el Día de los Santos Inocentes donde se recuerda el episodio que cuentan los Evangelios de la matanza de todos los niños menores de dos años nacidos en Belén (Judea), ordenada por el rey Herodes con el fin de deshacerse del recién nacido Jesús de Nazaret.
En Hispanoamérica y en España este día se festeja el 28 de diciembre. Es costumbre realizar bromas de toda índole. Los medios de comunicación hacen bromas o tergiversan su contenido de tal modo que la información parezca real, y hay veces que cuesta diferenciar de las verdaderas, pero eso pasa todo el año.
Lo del monigote en la espalda o las del teléfono como ¿está consuelo? (no..... entonces donde pisa) queda para el recuerdo entre otras cosas porque raro es el teléfono que no identifica la llamada.
Pero ya que hablamos de Santos, la Festividad de San Esteban, el 26 de diciembre también tiene su importancia, sobre todo en Cataluña, motivo de reunión de comidas familiares más importantes que las de Nochebuena.
En el mundo anglosajón también tiene su importancia este día, en que se celebra el Boxing Day promueve la realización de donaciones y regalos a las clases más empobrecidas de la sociedad. El origen se remonta a la Edad Media. Se ha sugerido que después de la Navidad, las clases nobles entregaban cajas con comida y frutas a su servidumbre, generalmente lo que sobraba en muchos casos. También se ha propuesto que este día los sacerdotes sacaban a la vista cajas con donaciones de caridad hechas previamente. Otra teoría indica que el 26 de diciembre, los empleados y aprendices se dirigían a sus puestos de trabajo con una caja, donde el empleador depositaba dinero, lo que constituía una especie de aguinaldo.

Nosotros tuvimos nuestro particular San Esteban en Navaleno (Soria). La jornada arrancó con la celebración eucarística en la iglesia parroquial de San Esteban Protomártir para luego sacar la imagen del santo por las calles centrales de Navaleno. En tres paradas, y al ritmo marcado por los gaiteros, se baila la jota delante de la imagen. En el trayecto, desde varios balcones, se lanzan caramelos para regocijo de la chiquillería.
Ya por la tarde, una vez que entre la noche y se esconda el sol, se prenden las cuatro pilas de leña ubicadas en cuatro montones de arena en la plaza principal. En las puertas del Ayuntamiento sirve el vino de la Ribera del Duero en tazas de plata que datan de las primeras décadas del siglo XIX.
Y por la noche, los habitantes y visitantes nos dedicamos a preparar la cena en las ascuas tras el fuego de las hogueras en la siempre gélida noche del invierno soriano, rodeados de la nieve helada de la noche anterior.



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