Al principio del verano mandamos una postal desde una estación de tren. Esta es de uuna de autobuses, desde la de Tarazona. Una y otra no tienen nada que ver; y no solo por los medios de transporte que acogen. Un antiguo surtidor abandonado llama nuestra atención como una reliquia del pasado. Su forma, los dígitos analógicos y el coste en pesetas nos evocan tiempos pasados y nos hace gracia. En unos años saber para que servía y el cartel de "Gasoleo A" a muchos les dará aprensión y exigiran "ofendiditos" la retirada de un símbolo del calentamiento global.
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