El fin de semana que se decretó el estado de alarma en marzo, la calle Reconquista se cerró al tráfico. Una calle confinada dentro de una ciudad cerrada. Parecía que de ahí salía el foco de todos los males.
La finca número 2 de esta calle presentaba problemas estructurales en el tejado, en su asentamiento y en la fachada que da a la plaza San Miguel. Las obras hicieron desaparecer el mural dedicado a la antigua Puerta del Duque de la Victoria que se pintó en 1988.
Cuando esto aconteció las redes sociales echaron humo. Parecía que lo que estaban destrozando era la Regina Martyrum de Goya en el Pilar. Lo comentarios giraban entorno a "que vergüenza de ciudad,así nos va, no cuidamos nuestro patrimonio, que vamos a esperar con este ayuntamiento......". nadie pensaba en que esa fachada pertenece a una finca privada y que de su bienestar nada tiene que ver el ayuntamiento.Lo dicho, con Goya me quedo corto, poco menos se estaba desmontando la Capilla Sixtina.
Ya quedan pocos días para que quiten las vallas y se libere toda la facha con la reposición del mural que ha ganado en luminosidad, personajes y detalles como la torre de la Seo
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