domingo, 8 de marzo de 2020

CARTAS COFRADES 2020-VI: Aquí se venera y besaba......


Con ánimo de registro, cual cápsula del tiempo, escribimos esta carta. Solo para dejar constancia de que en el "veinteveinte" apareció en nuestras vidas, y por ende en la Cuaresma, una anomalía no esperada que perturba la rutina, y que, por efecto contagio (no es frase hecha, sino con significado literal), obliga a modificar costumbres, alterar programas y suspender eventos. Su nombre empieza por "corona", pero nada tiene que ver con las que ciñen nuestras imágenes, y que sería un tema recurrente en estas epístolas, y termina con "virus"; el COVID-19.

Lo que hace unas semanas era un suceso lejano que acontecía en China, conforme la enfermedad se ha ido propagando por el mundo como la peste (esta si es frase hecha, pero viene como anillo al dedo), hasta llamar a nuestras puertas, ha ido amenazando acontecimientos, ferias, congresos, manifestaciones deportivas..... tomándose medidas ante posibles contagios. Y si los más previsores comenzaban a avisar de ¿que pasará con las fallas?, ¿y con la Semana Santa? (me dicen que un conocido cofrade que sabe de esto, de ser cofrade, previsor como pocos, y también sabe de microbiología, no ve su celebración nada clara), llegamos a este Primer Viernes de Marzo donde el mediatico culto al Cristo de Medinaceli pone en el candelero prácticas y costumbres religiosas que topan de golpe con las mínimas y básicas medidas de prevención ante la propagación de la pandemia.

En el noticiero regional televisivo, un corte a las declaraciones de la consejera de Sanidad diciendo que iba a solicitar al arzobispo el impedir seguir besando la columna del Pilar, parecía poco menos que la medida estrella de la prevención en Aragón. La Iglesia ha hecho caso y ha señalado una serie de indicaciones a tener en cuenta en sus liturgias, consultables en su página web. Entre ellas la siguiente: "Que las muestras de devoción y afecto hacia las imágenes, tan propias de este tiempo de Cuaresma y en la próxima Semana Santa, puedan ser sustituidas por otras como la inclinación o la reverencia, evitando el contacto físico con ellas, y facilitando una mayor rapidez que evite aglomeraciones. además de estas, más generales, en algunas diócesis, templos, cofradías o parroquias podrían añadirse otras más específicas, atendiendo a las costumbres propias de estos lugares".

Nombrabamos al madrileño Cristo de Medinaceli. Con nuestro Nazareno de San Miguel, antes de las indicaciones de la consejera y de la Conferencia Episcopal, ya se estuvo al tanto del estado de excepción, y un cartel aconsejaba no realizar el besapies. La Sangre de Cristo toma también medidas con el culto al Cristo de la Cama, recogiendo el brazo dentro de su hornacina y anunciando que no se podrá besar ni tocar durante la adoración de los días santos. Si fuera costalero no las tendría todas conmigo.

En 2022 una hermandad zaragozana cumplirá 500 años desde que se fundara por motivos de una peste que dicen azotaba la ciudad. Siglos antes, la expasión de la peste negra, que asoló Europa en el XIV, incentivó el resurgir de las cofradías de disciplinantes y flagelantes, movimiento que fue degenerando y en muchos casos volviendose en contra de la autoridad eclesial. Sugerente la lectura de "Cofrades camino del cielo" del profesor Galtier, catedrático y cofrade zaragozano . 

El presente nos conecta una vez más con el pasado. Pero ni el "coronavirus" es la peste bubónica (creo, por lo que te cuentan) ni nuestro sistema sanitario es el de la baja edad media. A Dios gracias tampoco la Iglesia ni las prácticas religiosas. Y de nosotros se nos espera que seamos cofrades del siglo XXI, como se nos pidió en el acto del Envío de la Junta Coordinadora.  Responsables y comprometidos. 

En espera de poder celebrar lo que la Cuaresma prepara, cumpliendo con las premisas que la sensatez y las autoridades competentes nos marcan, concluyo esta carta porque me voy a poner ya el hábito al completo, capirote y guantes incluidos. Prácticas preventivas.








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