Acabo de pagar una sanción en el tranvía que, con el
reglamento en la mano, el inspector estaba obligado a ponerme cumpliendo con su deber pero creo que se ha
excedido en el celo de su obligación. Y sobre todo me ha sacado de mis casillas cuando me ha justificado otras situaciones.
Subo en el ultimo vagón de un tranvía abarrotado en torno a
las 9h,10' del viernes 27 de mayo en la parada Romareda. En una mano una niña
de 8 años a la que le acaban de extraer una analítica de sangre (medio
llorando), en la otra la mochila del colegio. Cierran las puertas y me quedo
pegado a ellas, imposible acceder al terminal de validación.
Cuando llegamos a la siguiente parada, Emperador Carlos, 190 metros de recorrido,
y los pasajeros comienzan a bajar por la otra puerta, yo valido los dos trayectos
correspondientes. Justo en ese momento se acerca el revisor y me pregunta que
donde me he subido. Le digo que en la Romareda y entonces, alegando al reglamento me
coloca la multa por hacer un recorrido (la vuelta al mundo vamos) sin seguro de viajes.
Cuando le replico los motivos por los que ha sido imposible
pagar, y que el era consciente en todo momento porque viajaba en las mismas condiciones, me dice que me hubiera esperado al siguiente tranvía.Seguramente el siguiente iría igual por las horas y yo debía acudir a mi trabajo y la niña al colegio.
Al preguntarle si hacen lo mismo cuando hay partidos en la Romareda (experiencia que experimente una vez, después de esperar a subirme en el cuarto que pasaba por la plaza de España y donde nadie pagaba porque era imposible) me dice
que, como en las fiestas, esos son momentos especiales, como cuando se permite
aparcar en las aceras.
Yo nunca aparco en las aceras y para mi el día de hoy
también era especial pues nunca cojo un tranvía (y creo que no lo volveré a
coger porque no lo necesito). He pagado mi billete, cosa que no deben hacer los
que suben y bajan del fútbol, ante esto ¿por que no les dicen a los hinchas que
se esperen al siguiente tranvía?.
Aún con el reglamento en la mano, creo que la situación
ha sido injusta y que saltarse la normativa en "situaciones
especiales" no procede cuando no todos los ciudadanos nos podemos
beneficiar de viajar gratis si vamos a interpeñas o a los botellodromos de
Valdespartera o a la
Romareda.
2 comentarios:
Es como para recurrir la multa. Sin duda lo peor del tranvía son los revisores. Viajo mucho en tranvía con niños y sé, además que la gente no ayuda.
La próxima vez le dices al revisor que no le vas a dar nada.... que llame a la policía... que tu no te niegas a identificarte... pero ante un agente de la Autoridad...
La otra opción es identificarte ante él, y seguido le pides la identificación al revisor para ir al Juzgado y denunciarlo a él, o por lo menos al Ayuntamiento para poner una reclamación.
La culpa de todos estos abusos, hay que decir que no todos abusan, es de todos por no protestar ni reclamar, nos conformamos contándolo aquí o en el bar a los amigos.
Un saludo
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