Esperaba, como acontecía últimamente, tus noticias desde FITUR donde se presentaba el cartel ilustrador de la Semana Santa zaragozana. Pero para este 2014 no ha sido así y, acertadamente, esto ha sucedido desde el corazón de la ciudad, en el consistorio zaragozano. Y no solo el cartel ha visto la luz, sino que el acto ha sido aprovechado para anunciar la persona invitada a dar lectura al Pregón del comienzo de la Semana de Pasión; Montserrat Caballé.
Los medios de comunicación y sus aplicaciones para la participación y la opinión echaban humo ayer desde el momento en que nació la noticia. Y es que, como siempre, el cartel no deja indiferente. Esto está bien. Si nadie lo comentara malo. Señal de que no interesaba ni el cartel ni lo que representa.
Y así, por un lado felicitaban la estupenda fotografía de Jorge Sesé, con los colores de la cofradía a la que le "tocaba aparecer" y con un guiño a los tambores en un año de aniversario. Y por otro lado las opiniones como cuando salen de los toros en una tarde de expectación. Opinioes que a su vez ocasionan réplicas y contraréplicas.
Lo mismo con el nombramiento de la soprano española de fama universal.
Desconozco hasta que punto, en su día, llegaron las conversaciones. Siempre se aludió a problemas de agenda, pero en 1987, en el Cincuentenario de la Dolorosa, se barajó contar con la presencia de la Caballé en el acto del Encuentro de aquel año. Todo gracias a la estrecha relación de su marido, Bernabé Martí(nez) con la familia Martínez Candial, todos naturales de Villarroya de la Sierra, especialmente con Calixto Martínez, cofrade desde 1941 y Decano entre 1956 y 1960.
Pues eso, que ya se anuncia la Semana Santa, aunque los tambores y el escaparate de El Pequeño Catalán nos lo adelantaban desde finales de noviembre.
Casi dos cuaresmas por delante llenas de reuniones y preparativos, ensayos, tertulias, presentaciones, revistas, libros, conferencias, imágenes, aniversarios, conciertos, exaltaciones y.... procesiones.
Para mañana mismo se anuncia una tertulia de tambores. Si, de tambores. Como me decía Estrada el otro día: Tanto decir la obviedad de que la Semana Santa no son solo tambores, casi hay que pedir permiso para hablar de ellos.
Con tres meses por delante, como decía aquel disco, "ante todo mucha calma"
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