Noche de encuentros no. Noche de "Reencuentros"; porque esta noche se sale. Cuatro años han sido demasiados sin un Miércoles Santo al completo celebrado por las calles; lo nunca vivido. Por eso nos hemos reencontrado con las calles, y en estas con el público, que una noche más ha estado presente en gran número a lo largo de todos los recorridos. Y nos hemos reencontrado de viacrucis por el Arrabal, la Magdalena, el barrio Oliver y el de Miralbueno. Y con esas procesiones con título, como la de María Santísima de la Amargura con la Humillación, y, por supuesto, con la del Encuentro con Jesús camino del Calvario y la Dolorosa, que desde 1941 recogen la tradición ancestral de esta celebración en Zaragoza.
Es un día también de actos menos públicos, pero cargados de simbolismo, recogimiento y consideración, como es el enclavamiento del Cristo de Miñarro por parte de las Siete Palabras, tras su respetuoso traslado desde la basílica del Pilar a San Cayetano. Y el transito del Cristo de la Cama desde su capilla para ser colocado por los hermanos receptores de la Sangre de Cristo bajo el palio donde será venerado durante el Jueves santo y la mañana del Viernes Santo. Son cada vez más numerosos y habituales en las cofradías este tipo de actos de íntimo respeto hacia imágenes y con lo que se celebra. Nunca debemos olvidar, ni tampoco nos debe despistar ciertos sonidos y zarandeos a algunos pasos, que recordamos el juicio, martirio, ejecución y muerte de un inocente y el origen de nuestra religión. Vuelve a nuestras mente el manido verso de León Felipe que año tras año implora un consiliario: "No sabiendo los oficios los haremos con respeto. Para enterrar a los muertos como debemos cualquiera sirve, cualquiera... menos un sepulturero".
Por fin la noche ha sido benigna; ideal para las procesiones. Los planes B ni se han mencionado. El Ecce Homo ha cruzado sin problemas por el puente de Piedra, hasta ha tenido que esperar aquí la llegada de la dolorosa a la plaza de la Seo para ese "encuentro" que ya no es fortuito ni espontaneo, y donde los instrumentos de ambas cofradías se funden al son de "Zaragoza". Cita buscada por aquellos que pueden acudir, que cada vez es en mayor número, sería bonito dotarlo de cierto contenido, más allá del intercambio de flores y el toque conjunto de instrumentos. aunque solo fuera el rezo de un "padre nuestro" y un "avemaría". O aprovechar a la coral de Santa Engracia que por esas horas se mueve por el Pilar para dedicar a este momento una ligera interpretación.
Pero donde más se ha notado que hacía una gran noche ha sido en la plaza del Pilar durante el Encuentro que ha modificado el esquema en la colocación de las cofradías, sus secciones, atributos y pasos. Allí se presenta con todo su potencial humano la cofradía de Jesús camino del Calvario venida desde la basílica de Santa Engracia, a cuya plaza también ha acudido la cofradía de la Humillación con su virgen de la Amargura en el recorrido que les acerca hasta la plaza de San Roque donde celebran el acto que lleva su nombre y retornar a San Felipe poco antes de que lo haga el Ecce Homo.
Y es que, a estas primeras horas de un nuevo Jueves Santo, y ayudado por la geolocalización de la Junta Coordinadora, puedes enlazar procesión tras procesión sin dejar de sentir olores y sonidos de procesión. Y así, en esas misma coordenadas de la Humillación o el Ecce Homo aparece la cofradía de Jesús de la Soledad ante las Negaciones de San Pedro. Su paso de misterio va tomando una forma y presencia distinguida, acrecentada este año con la nueva imagen de la acusadora. Nos aconsejaban mirar sus diferentes perfiles; y es cierto porque Samira nos ofrece diferentes rasgos según desde donde se observe. Una aportación para la Semana Santa en general y para el Santo Entierro en particular la que nos llega desde a parroquia de Miralbueno.
En esta noche de Miércoles Santo no nos podemos olvidar del viacrucis de la Humildad por las viejas calles de la Magdalena al otro lado del Coso bajo. Una procesión tan distinta a la del Domingo de Ramos, pero no por eso menos bella y sentida por lo intima, recogida y respetuosa en el discurrir de sus oraciones y por la cercanía en la que se nos muestra Jesús de la Humildad, más humilde que nunca.
Solo nos quedaría hacer mención a la cofradía de Nuestra Señora de la Asunción y Llegada de Jesús al Calvario. Siempre nos queda lejos la llegada a Oliver. Mucho más en Miércoles Santo cuando sientes las procesiones bajo un tercerol. En pocos años su paso titular será bicentenario. Habrá que celebrarlo; como están haciéndolo en este con el cincuentenario de la incorporación de mujeres a las procesiones.
Ya es Jueves santo. Nos esperan muchas cosas desde bien temprano. Nos espera conocer en la calle el paso de la Santa Faz.
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