El Ebro nace en Fontibre, cerca de Reinosa, provincia de Santander, recitaba la cantinela que nos enseñaban en el colegio, cuando las cosas se aprendían de memorieta para no olvidarlas nunca.
Para quienes venimos de la tierra por la que “pasa el Ebro por el centro, con su soledad a la espalda” y hemos nacido junto a la ribera no necesitamos el cartel que nos recuerda estar en un paraje emblemático para España. Nos basta con ver la réplica del Santo Pilar. De tal modo, sintiéndonos como en casa, nos arrancamos con la jota:
“El Ebro nace en Fontibre
Se hace macho en Aragóoon
Y al pasar por Cataluña
Se nos vuelve marinero” (como los Pinzones).
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