La foto que acompaña esta nota muestra Navaleno, donde paso parte del verano desde hace unos años, como una isla en medio de un mar de árboles. A dos horas de Zaragoza aquí nunca hay incendios que asolen el monte. Y si los hay, tienen los recursos necesarios para apagarlos en el momento. El monte es comunal, no patrimonio del Estado como una ley amenaza que sea y ya tiemblan los lugareños.El pueblo vive de la explotación del bosque, de sus talas programadas y seleccionadas, de la recogida de la leña (lo que llaman la suerte, te corresponde una parte del monte que tienes que limpiar de leña caida para tu uso y beneficio), del pastoreo de vacas, ovejas y caballos (que se comen la hierba y así limpian el sotobosque) de la recogida de setas y hongos....... y actualmente del turismo que busca el disfrute de tan incomparable luga. Este bosque, la mayor concentración de pinos de la Peninsula Ibérica, está vivo, siempre hay presencia humana....... y esto que en otras partes sería un riesgo (colillas, basura, barbacoas....), aquí es un seguro. Por eso incluso se permiten hacer barbacoas, y de hecho ciertas zonas están preparadas para hacerlas con gran seguridad (los carniceros de la zona también se aprovechan de eso. No te comes la misma cantidad de carne o embutido en tu casa que disfrutando de una parrilla con los amigos). Y en caso de pasar algo, el pueblo está preparado para actuar y además cuentas con un aerodromo en mitad del pinar. Si busca en google una vista aérea se percibe una cicatriz en mitad del arbolado, en la zona conocida por el Amogable.
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