Del Trastevere deciamos que tenía ese punto especial que nos trasladaba a otros espacios fuera de lo que se le supone a una gran capital europea. Que decir de Campo de Fiori. Al menos ya no hay puestos de pescado, cosa que si encuentras en Londres.
Sin duda una de las más animadas y singulares plazas romanas, construida en el año 1456 en el lugar donde se
ubicaba un campo de flores, de ahí su nombre. A partir de entonces se instalaron artesanos, mercado de caballos hasta llegar a nuestros días con su mercadillo diario de productos variados.
Sus puestos siempre vigilados por la estatua de Giordano Bruno, que nos recuerda que también era el lugar en
el que se celebraban las ejecuciones públicas, como le pasó al filósofo al ser quemado por hereje en 1600. Cuando a media tarde se levanta el mercado, las escalinatas del onumento es un buen lugar para quedar, esperar y acudir a alguna de las terrazas que rodean el lugar, o restauantes asentados sobre los restos del Teatro Pompeyo, tarareando algún aria de Tosca entre San't Andrea della Valle y el Palacio Farnesio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario