Los impresionantes restos arqueológicos de los Foros son toda una evidencia de lo que fue la grandeza de esta ciudad hace más de 2000 años. Diferentes emperadores erigieron sus propios foros, ampliando los anteriorrs hasta formar un vasto complejo en el centro de Roma durante el final de la Republicana y el principio de la época
imperial. El Foro de César, el de Augusto, Nerva y Trajano, cumplían con las necesidades administrativas y políticas que el imperio iba necesitando, tanto para el estado como para la ciudad. También por deseo
de contar con centros de poder que mostraran la grandeza y la solemnidad que el imperio exigía.
Veinte siglos después, y a pesar de que solo sean restos, sigue impresionando. En especial cuando recorriendolos aparece al fonso la silueta del Coliseo.
Fue en 1924 cuando Mussolini decidió construir la actual Avenida de los Foros Imperiales, sacando a la luz aquello que se vislumbraba oculto entre casas del medievo y el renacimiento.
La grandeza de esta ciudad, al margen del Coliseo del que ya hablaremos en la siguiente crónica, queda patente en el Foro de Trajano, del que nos hemos hecho muy "fans" con las novelas de Santiago Posteguillo. Basilica, biblioteca, un enorme mercado a modo de centro comercial de la época. Y en medio la famosa Columna de Trajana.
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