No paramos de aprender cosas en estos tiempos de confinamiento,y eso que somos de aprendizaje lento. Inmunidad de rebaño es uno de esos conceptos que desde veterinaria ha entrado en nuestras diatribas.
Los expertos juegan con la esperanza de que, al no haber vacuna, con el tiempo llegue a haber tantos individuos que ya han superado la infección que el virus no encuentre fácilmente personas susceptibles a las que infectar, por lo que se cortaría la transmisión. Países, como Gran Bretaña o Suecia, que apostaron por conseguir esta inmunidad, no les ha ido muy bien; y el resto, tan pronto la desean como nos confinan para que no nos contagiemos.
El caso es que ha llegado el calor y esto no se calma. Los contagios siguen y tampoco se sabe si la inmunidad de rebaño llegará porque, como dijo un científico hace poco, lo más sensato que se puede decir ahora es "no lo se".
En la postal que te franqueo se ven varios rebaños. Al menos a uno de los miembros de los que salen le dijeron que tenía anticuerpos. El caso es que no sabe cuando, como o donde pudo estar en contacto con el virus. No presentó ningún síntoma, ni él ni nadie de su extensa familia. Y la persona con la que comparte cama, con el mismo análisis le salieron negativas las igm y las igb (otros conceptos que vamos aprendiendo). Raro, raro, raro....
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