Cumplimos el primer mes de verano. Y la chicharra ya canta en todo su apogeo. Los tórridos días se van sucediendo y comenzamos a morirnos de calor (y con mascarilla, la que no hacía falta en marzo). Quien parece que no se muere es el virus, a pesar de que los expertos anunciaban que con el calor, como las gripes, su expansión se aplacaría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario